Cap. I.- REVISIÓN TEORICA DEL AUTOCONCEPTO
b) EL AUTOCONCEPTO Y SUS SINÓNIMOS.
Al inicio de
cualquier trabajo de investigación, el tema se deslinda a partir del trabajo
teórico, con algún concepto o problema, que contiene la variable o variables
sobre las que recae el interés por estudiarlas, como por ejemplo en nuestro
caso, el autoconcepto.
Al retomar las
definiciones o los trabajos relacionados con el autoconcepto, se hace evidente
el empleo de una gran variedad de términos; sobre los cuales se concluyó de
manera inicial, que pueden ser sinónimos del autoconcepto;
por ejemplo, en el caso de la autoestima,
uno de los más utilizados. En tanto que otros se refieren a acciones dirigidas
y efectuadas por la misma persona; un ejemplo de ellas sería la autopercepción.
Ahora bien, al
intentar definir, la opción más fácil y rápida
para tratar el término que nos ocupa, el autoconcepto, es localizar su
definición en un diccionario de la lengua española
o traducirla del diccionario de otro idioma. En el primer caso encontramos la
brevedad de la definición del concepto, lo cual se pudo ampliar al dividir
dicho término compuesto en sus dos elementos integrantes: auto- y –concepto.
En la segunda
alternativa, fueron útiles los
diccionarios de la lengua inglesa (1958, 1967, 1972, 1998),
localizándose entre numerosos términos que anteponen el prefijo self-, el
self-concept, cuya traducción es:
“Una visión personal
de sí mismo; la más amplia descripción de sí mismo, de que es capaz la persona
en cualquier momento dado. El énfasis es en la persona como objeto de su propio
autoconocimiento y sus sentimiento acerca de cómo se concibe a si mismo, son
inusualmente incluidos. Distinto del fr. Autoapariencia, que enfatiza en una
valoración explicita de buenos y malos puntos.- Ver self y mi/psicológica. 2. =
autoactitud (self-attitude)”. (pág. 436).
Tanto en español como en inglés o en alemán, el término que nos ocupa se encuentra entre numerosos concepto cuyo común
denominador es auto-, en español, self-, en inglés, y selbst-, en el alemán. En los tres casos, la función de la respectiva palabra es la
de prefijo.
Dicha multiplicidad de términos compuestos, plantean la importancia de su definición de sus componentes. Encontrando
que self- y selbst- pueden usarse en sus respectivos idiomas sin el guion y con
la letra inicial con mayúscula; así, por ejemplo Self y Selbst; en estos casos, tampoco se acompañan de otro término. Como prefijo, su
equivalente en el español es el de auto-, que significaría sí mismo o dirigido
hacia la misma persona. Pero auto, con mayúscula o minúscula y el guión al
final, en el idioma español tiene otro significado, que no corresponde al de
los términos inglés, Self, y alemán, Selbst.
Volviendo a la importancia de los términos compuestos,
estos se relacionan entre el prefijo y las palabras subsecuentes. Así, de los términos usados
por Catell, con el prefijo “auto-”,
estos son descriptivos de parte de la personalidad; aunque, no del
autoconcepto, término que no es empleado por Catell. Muchas palabras que se
emplean con el prefijo “auto-",
el término subsecuente se refiere a las funciones de la psíque humana,
dirigidas hacia el mismo hombre.
En
general esos términos compuestos podrían dividirse en tres tipos diferentes:
Los que tienen un radical que denomina una función psíquica simple o compleja
como: autopercepción,
autoobservación, autoconocimieto,
autotortura, autocontrol,
autoexpresión, autoestimulación,
autoorientación, autocastigo,
autoanulación, autorrestricción,
autoabandono, autoabsorción,
autopreocupación, autoamor,
autofabricado, autooperado,
autoexamen, autorreporte,
autosuficiencia, autoclasificación,
autodeterminación,
autoaceptación, autoseguridad,
autorrespeto, autorrealización,
autoconsideración, autorrevelación, la
autocrítica, la
autorreflexión, autoeficiencia,
autocomplejidad, autoevaluación,
autoactitud, autoconservación,
autorreproches, autodenigración,
autoimputaciones, automartirio,
autopunición, autoafirmación,
autopsíquico, autodescripción
autodefinición, autoactualización,
autoexperiencia, autoerotismo,
autorregulador, autodesprecio,
autovaloración, autoplástica,
autodescubrimiento,
autoinflación, autobiográfica,
autoconcentración,
autointerés, autoobservador,
autoinducido, autoadministrado,
autoimpuesto, autoprovocado,
autonegó, autosentimiento,
autoironía, autoevidente,
autoprotección, autolimitativo,
autoanálisis, autodiciplina,
autofelación, autoacusación,
autoprotección, autocatexis,
autoconfianza, autohumillante,
autodegradación, autolimitado,
autodecepción, autoseguridad,
autopreservación, autocongratulación,
autosatisfacción, autosentimiento,
autodiferenciación,
autoencuentro, autoconciencia,
autoinconciencia,
autofocalización,
autoidentidad, autocreados,
autoagresivas, autodemarcación,
autoestimulación,
autoaislamiento,
autodestructivo,
autolesión, autoaniquilación,
autopunitivo, autocuración,
autodestrucción,
automenosprecio,
autoinfluencia,
autoconfianza, autodegradación,
autosacrificio,
autosatisfacción,
autoalejamiento,
autogratificación,
autogobierno, autodirigida,
autorreferencia,
autosistema, autoemoción,
autocompensación,
autodenominarse,
autoestima, autoconcepto,
etcétera. Son funciones dirigidas hacia la misma persona,
sin importar la simplicidad o complejidad de las mismas, que agregan por ello la caracterización que adquiere la persona; pero que sin
embargo no la definen. De acuerdo a
Mahaler (1980), en ellas la persona (en su caso un niño psicótico) es sujeto y complemento a la vez,
si se tratará de una oración. La definición de la acción esta indicada por el
término segundo que integra la palabra compuesta. Por ello se puede concluir
que la definición de cada uno de ellos, esta implícita en el término, haciendo
esto innecesario realizar la definición de las mismas.
Otros
son verbos, que al ser conjugados usan la forma pasiva, agregada al verbo en su
terminación “–se”, por ejemplo autoconocerse,
autorrepresentarse,
autoobservarse,
torturarse, controlarse,
expresarse, estimularse,
orientarse, castigarse,
autocurarse, anularse,
restrigirse, abandonarse,
absorberse, preocuparse,
fabricarse, autoafirmarse,
autodefinirse, autoorientarse,
autocalificarse,
etcétera. En estos casos, muchos de los términos radicales, usados como
funciones, simples o complejas, pueden transformarse, a su vez, en verbos, que
al ser conjugados se les puede agregar la terminación pasiva –se. Quedando de
esta manera también el prefijo auto-. Al agregar ambos términos a un radical,
lo que se hace solo es la reafirmación y reconfirmación de que la función se
dirige hacia el sujeto mismo.
Esto
tendría la misma función, que específicamente en Blos (1975), observamos,
cuando cita:
"...el yo
autoobservador es la aguda percepción de la vida interna, la que caracteriza la
condición de un adolescente relegable al mecanismo de defensa" (pág. 148).
Con
ello, al introducir antes de una palabra que contiene el prefijo auto-, el
término yo, lo que hace es sustituir la terminación pasiva –se, por un sujeto
activo como lo sería el yo. Es decir, que tal sujeto activo ejecuta una acción
que recibe activamente y no pasivamente como en el autoobservarse.
Y
por último con respecto al autoconcepto, hay palabras que corresponden a
objeto, imágenes o representaciones de la persona o del sujeto mismo; ejemplo
de ellos son el autoobjeto,
autoobjetivo, la autoimagen,
la autorrepresentación, el autoamor,
autoesquema, autoapariencia,
autoexperencial,
etcétera. Un autor que es fundamental es Slaikeu, por que al referirse a la
autoimagen agrega entre paréntesis la palabra cognitiva (pág.78). especificando
que no es una imagen en el sentido de la sensopercepción sin el pensamiento.
Tal como se le considera en el presente estudio y que coincidiría con el
autoconcepto como sinónimo. Jasper (2006) se refiere a la autoimagen, pero en
el sentido de la conciencia corporal, como necesaria para la integración del
esquema corporal del ser humano.
En
conclusión, al enfocar de esta manera los diferentes términos que contienen el
prefijo auto-, se puede decir que ellos no son sinónimos del autoconcepto. Sino
partes o funciones relacionadas con la misma persona, pero no el autoconcepto,
aunque ellas contribuyan a la conformación del autoconcepto.
Y de acuerdo a Allport el self, el ego o el yo, el sí mismo y la persona, como
sinónimos, pueden ser adjetivos
para indicar las funciones, pero no sustantivos.
Otra
forma de analizar el término del autoconcepto, corresponde al uso de diferentes
conceptos, asociados al autoconcepto;
aunque son diferentes al autoconcepto si se relacionan con él, al menos
de manera implícita. Por ejemplo el sí mismo,
el sentimiento de sí mismo,
la conciencia de sí mismo,
la expresión de sí mismo,
la opinión de sí mismo,
la percepción de sí mismo,
el yo, self,
sentimiento del self,
self (físico u orgánico,
social, total, real
e ideal), etcétera.
Los
más utilizados dentro de la psicología son: “self”,
“sí mismo” y yo. Ahora bien, en la
psicología, se da una asociación entre self y yo,
por lo cual se les puede considerar como sinónimos y a la vez como traducción
uno del otro, como lo indicaba Hebert (2009). Aunque el yo no puede ser
utilizado como prefijo como el self.
Con
una variación también en la lengua francesa se da una similitud, con el uso del
je y el Moi. En el alemán selbst,
corresponde a la persona y el Selbst
a la estructura psíquica. La importancia de esto, es que el concepto “sí
mismo”, en significado equivale a persona.
Concluyéndose con esto, que todos ellos son sinónimos,
tanto en su significación de persona como de estructura psíquica. Siendo de
importancia para el presente estudio, el significado de persona. El
diccionario The reader`s digest great
encyclopedie dictionary. (1967) define el self, como pronombre reflexivo
que involucra a la misma persona.
Desde una postura diferente, S. Freud (2006) en su “Psicología de masas
y análisis del yo” y en “Duelo y melancolía” introduce otro concepto: el “sí”
en relación al amor y al sentimiento, respectivamente, colocándose el mismo
posterior a dichas palabras. Cuando se habla del amor se le relaciona con el
narcisismo, lo cual significaría el amor que el sujeto mismo dirige sobre su
persona o en la que el objeto del amor es la misma persona. En tanto que en el
segundo padecimiento, siempre hay una referencia a diferentes acciones,
denigración reproches y retracción del interés por el mundo o de la libido del
exterior al interior, ejecutada por el mismo sujeto. Con ello podemos afirmar
que el significado de tal “sí” es el de la persona y correspondería con el del
“auto-“, sí mismo y por lo tanto del yo como persona. De
esta manera el sí se relaciona estrechamente con el autoconcepto. Por ello el
sentimiento de sí se exterioriza en autodenigración o autorreproches.
Desde
la gramática de la lengua española, como lo indican los textos de la lengua
nacional (García Ruíz, 2008), se coincide con los planteamientos anteriores. El
monosílabos sí, que puede llevar el acento escrito, que se marca con una tilde
(´), cuando su función gramatical es pronombre personal o de adverbio en la
afirmación. Su primer acepción es importante para referirse al sí mismo o al si
mismo. Dichos conceptos compuestos son empleados como sinónimos de
autoconcepto. Desde tal perspectiva, el sí/si de sí/si mismo son un
"monosílabo con igual forma pero que desempeña distinta función
gramatical". Por lo tanto solo cuando el sí se acentúa puede ser sinónimo
del autoconcepto.
Solo de esta manera el sí, adquiere la connotación relacionada con la persona y
con ello la posibilidad de autoconcebirse o autoconceptuarse.
Ahora bien, Catell,
usa self y sí mismo asociado a otras palabras como son: conciencia,
sentimientos, expresión y opinión. Además hay que agregar “el sentimiento del
self”, por su similitud con el sentimiento de sí mismo. Conceptos que por lo
regular anteceden al self y al sí mismo. Ello a diferencia de los otros, cuando
usa el yo, donde el segundo concepto los precede. Por ejemplo, yo, seguido de
lo físico, social, ideal, real o total.
Desde esta perspectiva el significado para el yo de las palabras precedentes es
que ellas hacen mención de diferentes aspectos de ellos.
Son gramaticalmente calificativos del yo. Expresan atributos de ese yo, sí
mismo, self o persona.
Retomando los conceptos que anteceden a ellos, pueden estas considerarse como
funciones de la psíque humana, que son las que permiten la asignación de los
mencionados atributos o calificativos. Denominados adjetivos por Díaz Guerrero
(2007), en sus estudios transculturales y que para el son de importancia. Desde
esta perspectiva se puede considerar un prefijo como un concepto; es decir, que
tenga un significado más amplia es de utilidad;
ya que su inclusión, antes de otros términos tiene un objetivo. Que en
nuestro caso por definición se refiere a sí mismo o a la propia persona. En tal
sentido, podríamos decir que como prefijo tiene el sentido de ser como un
sujeto o un pronombre. Por ello los términos consecuentes como radicales
tendrían la calidad de calificar o de designar la existencia de una cualidad
para tal nombre o para ese “auto-“ dando con ello un significado particular a
este. Lo mismo ocurre en el caso del idioma inglés, donde en lugar de “auto-“,
se emplea el prefijo “self-“. Por esto el término autoconcepto involucra también los
juicios de valoración o de estimación, que concluye muchas veces en la
asignación de calificativos y cualidad del tipo de lo bueno-malo o
positivo-negativo a las características evaluadas.
Un
término de importancia al considerar a Catell, es “sentimientos” el cual debe
ser considerado desde un punto de vista figurado y no literal. Así, su
significado sería desde la apreciación y
no desde las emociones, el querer o el gustar. Coincidiendo con la
postura del presente estudio, de que el autoconcepto tiene que relacionarse con
las ideas, conceptos o el pensamiento.
Al
emplear Catell las palabras sentimiento, conciencia, expresión, percepción,
opinión y conciente, es importante observar que también les agrega tres
proposiciones que son: en (por ejemplo: confianza en sí mismo, centrado en sí
mismo), de (todos los demás términos que aquí hemos enunciado) y del (por
ejemplo: sentimiento del self). Cuyo significado sería, en todos los casos, el
de una acción, fenómeno o proceso que afecta al sí mismo. Con ello reafirmaría
la importancia del yo, el si mismo, el self y la persona, puesto que es en
ellos donde recae la acción.
Aunque,
la autoestima es uno de los términos más utilizados como sinónimo del
autoconcepto, aquí es de importancia
analizarlo. Desde la misma definición del diccionario de la lengua inglesa
hay una frase que dice sobre la autoestima lo siguiente: “…but
his feeling about what he conceives himself…”, cuya traducción literal
sería “...pero su sentir acerca de cómo
el se concibe a sí mismo...” Pero aquí, la traducción de “feeling” sería
sentimientos, solo de manera literal. Sin embargo la frase completa sería
traducida como “...pero su sentir acerca de cómo el se concibe a sí mismo...”
En realidad, por el sentido de la frase, la traducción de “feeling”, de forma
figurada sería más cercano a “...acerca de cómo él se concibe a sí mismo...”.
Esto es importante, porque de acuerdo en combinación con López Portillo (1998),
cuando trata de los enfermedades mentales o los trastornos emocionales, es importante
sustituir el autoconcepto por otros conceptos, como sus sinónimos, porque de lo
contrario no se podría hablar, por ejemplo de un aumento o decremento
adecuadamente en un escrito. Así por ejemplo, es más practico decir que la
autoestima se decrementa o se disminuye, que el autoconcepto. De igual
manera ocurre con el concepto de si mismo, en lugar de usar el autoconcepto.
Por ejemplo en la cita de López Portillo (1998) siguiente:
“Funciones
integradoras (relaciones), las relaciones consigo mismo (concepto de sí mismo),
modelos de identidad, ego ideal, metas, niveles, código moral, superego, fuerza
relativa, modelos en quien se basa y tipos de expiación que requiere” (pág.
180).
Desde una perspectiva diferente, al definir (Hebert, 2009) el
"self-concept" y al "ideal self", el autor inicia con
myself, cuya traducción debía ser mi yo o mí mi mismo. La segunda alternativa
no es viable de acuerdo al español. En este sentido es interesante el empleo
que hace dicho autor de "ourselves", "themselves", "himself"
e "itself". De los dos primeros su traducción podría ser nosotros
mismos o nuestros yoes y ellos mismos o sus yoes pero ¿y el último (itself)? It
es un pronombre personal neutro en inglés, y si en itself se manejará una
condensación de its y self, la palabra ciertamente quedaría como itself,
cambiando el sentido de la primera parte de la palabra, pues ahora sería un
pronombre posesivo. Así, su traducción debería ser su yo o lo yo;
"lo" como artículo neutro en el español. Si empleamos los pronombres
posesivos, el sentido del uso de "self" sería el de posesión, como lo
conceptualizó William James (1950). Siempre y cuando la traducción de itself
fuera como sí mismo. Cuando se usan los pronombres posesivos unidos a self,
este último pasa de prefijo a radical. Sería como si en lugar de usar
self-concept usáramos concept self. Si este cambio se diera, la traducción del
segundo concepto, integrado por dos palabras pero no una palabra compuesta,
sería yo conceptual, pues de acuerdo al inglés, concept sería adjetivo
calificativo de self.
Diccionario
hispánico universal. (1968). México. W. M. Jackson. vol. 2. Diccionario enciclopédico
Quillet. (1974). México. Argentina Arístides. vol. 8. Grijalbo: Diccionario práctico de la lengua española.
(1988). (2a. ed.). Barcelona. Grijalbo.
Harper collins pocket: Diccionario español-alemán deutsch-spanisch. Grijalbo. (1994).
Kernberg (1999). S. Freud
(2006) resalta la importancia del Selbst, citado por el doctor G. Róheim
(Budapest). Strachey,
según la traducción de Etcheverry (2006), quien comenta, en su traducción de S.
Freud, del alemán al inglés, del texto de El yo y el ello; resalta en su
análisis la similitud entre el Das Ich y el Das Selbst.
Así en las “Nuevas
conferencia del psicoanálisis”, S. Freud
(2006), refiere: “...en el psicoanálisis las <<pulsiones yoicas>> y
las <<pulsiones sexuales>>. En las primeras incluimos todo lo que
tiene que ver con la conservación, la afirmación, el engrandecimiento de la
persona. A las segundas...” (pág. 89). En la traducción que Silvia Tubert hace
del texto de Terapia centrada en el cliente de Rogers (1977) indica sí mismo
pero acompañado de self entre paréntesis, indicación del sentido de una
traducción.
Así, Anastasi y Urbina (1998) dice: “...El efecto de la
evaluación que el individuo hace de su propia ejecución; de hecho, suele
describirse la autoestima como el componente evaluativo del
autoconcepto que a largo plazo puede influir en el desarrollo de los rasgos
cognoscitivos y afectivos” (pág. 455); con lo cual se coincide con la
definición de diccionario (Encarta, 2008): Estima. (De estimar). f. Consideración y aprecio que se
hace de alguien o algo por su calidad y circunstancias. ||
2. Mar. Concepto aproximado que se forma de la situación del buque
por los rumbos y las distancias corridas en cada uno de ellos. □ V. punto de... Estimar. (Del lat. aestimāre). tr. Apreciar, poner precio, evaluar
algo. || 2. Juzgar, creer. || 3. Hacer aprecio
y estimación de alguien o de algo. U. t. c. prnl. De interés son las
definiciones que nos da el diccionario con respecto a estima y estimar. En
general solo cuando dice “...aprecio...” o “...apreciar...” parece que se hace
una referencia al afecto. Pero considerarlo así es una parcialidad. Hay que
continuar lo que dice la definición del diccionario para comprender que no hay
tal involucramiento afectivo. De ahí, parece que relacionar la autoestima con
aspecto afectivos, es una deformación del significado lingüístico del término.