sábado, 4 de diciembre de 2021

EL PASE EN LA ENSEÑANZA ANALÍTICA

 Un documento pendiente que ahora doy a la publicación para cumplir con el mes de Diciembre de 2021

Coacalco de Berriozabal, a 17/07/21

 

MTRO. PS. ALEJANDRO FABELA ALQUICIRA

C.P.R.S. Ecatepec

jaliscoafa@yahoo. Com.mx

blogsb86@gmail.com

 

EL PASE EN LA ENSEÑANZA ANALÍTICA

Interesante la temática del día de hoy, 17/07/21, con respecto a la actividad de “lectura en voz alta: J.Attal, El pase..., sesión a cargo  Alberto Sladogna.

De ahí se deriva la segunda pregunta: ¿Si el río nunca es el mismo dos veces como se puede hacer una evaluación o “un pase…”, sobre todo si quienes son testigos se conforma de una heterogeneidad de sujetos que evalúan y existe la singularidad de quien testimonia? Pregunta que suscita señalamientos, porque en realidad, creo que no puede haber evaluación de tal manera. Pero dado que se habla del pase… que diga o certifique que se es analista, refiere de manera obligada a las instituciones que soportan o avalan dicho pase. Algo posible solo si y sí, hay un marco referencial, que sostenga la denominación de la institución. Que cuente con conceptos acabados que la definirán como institución.

En esta ocasión de manera personal insistía el comentario sobre Heráclito, quien afirmaba que nadie se baña en el mismo río. Cuestión que conocí desde mi época de la preparatoria, en la materia de Introducción a la Filosofía. Y me preguntaba, que tenía dicha frase, que ver con “El pase…”, en la enseñanza y la práctica analítica, de acuerdo al texto de José Attalt, sobre la tercera proposición de Lacan de Octubre, de 1967.

En la actividad se ha señalado en varias ocasiones, que si existen los conceptos acabados, se termino el concepto y significaría la muerte del conocimiento. Lo cual curiosamente se encadenaría con otra temática de la sesión, con respecto a las lápidas o la lapidación. Términos que conllevan a la religión y a la muerte. De esta manera sería válida, la alusión a las lápidas de los cementerios, donde se inscribe un nombre o un epitafio, que define al muerto. Sea sujeto o escuela psicoanalítica. En tanto que hablar de la lapidación[1] se puede hacer en un doble sentido. El que me parece más correcto es el que señala José Attalt, asociado a golpes del conocimiento, que creo derrumbarían los conceptos acabados, que daría muerte al psicoanálisis. Es una piedra que derrumba dichos conceptos y que promueven el conocimiento. Y no el segundo significado de la lapidación. Esta como práctica religiosa, en especial entre los Judíos, como castigo para los herejes y las adulteras, con la muerte por apedreamiento[2].  Apedreamiento favorable, ya que permitirán la evolución del conocimiento, al derrumbar conceptos acabados, tal como de esa manera se hicieron caer las murallas de las ciudades fortificadas. Ciudades que desaparecieron y cayeron en el olvido, pero sus restos arqueológicos no desaparecieron. O que fueron absorbidas o incorporadas a las nuevas civilizaciones o concepciones teóricas. ¿Que tendrá que ver aquí la religión?

No solo la religión sino también la ideología y la ciencia, que crearon sistemas de pensamientos acabados, a través de sus dogmas, coherentes, congruentes, irreductibles a la lógica y sistematizados. Auténticos sistemas delirantes, que crearon diez siglos de la vida Medieval. Misma que fue derrumbada por el Renacimiento, al golpear los dogmas establecidos. Importante esto, porque al leer “El libro negro del psicoanálisis”[3], se concluía en los defectos de dicha corriente de pensamiento, que afirmaba que el mismo Freud y Lacan, se equivocaron en sus concepciones psicoanalíticas. Es decir, que si ambos autores hubiesen hecho sus “pases” respectivos no habrían aprobado ni sería psicoanalistas. Por eso es pertinente regresar a ¿quienes son los “heterogéneos evaluadores”? En “el Libro Negro del Psicoanálisis”, son los viejos detractores y enemigos de Sigmund Freud, médicos y psiquiatras, quienes negaban la practica analítica a los No Legos, en 1920, agregando ahora en el siglo XXI, cien años después a los Terapeutas Comportamentales. Personas que leyeron desde sus propios marcos conceptuales la obra psicoanalítica e intentaron apropiarse de la misma. Criticando los conceptos y la práctica analítica. Temática, sobre la que psicoanalistas actuales insisten, a través del face book, en Argentina en el 2020. Afirmando que solo los psiquiatras deben ser autorizados para la atención de la enfermedad mental, tal como ya se había delimitado con el Presidente Juan Domingo Perón. No hay que olvidar que el mismo Freud en 1920, señalaba que dichas personas eran las menos idóneas para la experiencia analítica.

Postura por demás riesgosa, pues ocurriría como la anécdota, “chusca”, de en relato bíblico, donde se dice, que al tratar de lapidar el pueblo de Israel, a una mujer adultera, Jesús de Nazaret los enfrenta señalando, que “el que éste libre de pecado que arroje la primera piedra”. La turba se detiene excepto una persona, el marido ofendido. De acuerdo a esto, quien podría hacer el “pase”, como los refiere Lacan y como lo comunica José Attalt. Surgiría una nueva Inquisición, a la que no le importa la inocencia o culpabilidad, pues todos son culpables antes de iniciarse el testimonio o el “pase”. Situación que en otra sesión de “Lectura en voz alta”, me hacía recordar la discusión de Sigmund Freud, en 1920, para defender la práctica analítica por los No Legos.

Una última anécdota personal, en relación a la evaluación o calificación como intervención analítica, se dio en 1982, durante la supervisión de un caso clínico. Se decía, en pocas palabras y más a menos así, que era el antipsicoanalista, por el manejo de un caso. El sujeto, padre de un farmacodependiente, hablaba y hablaba sin parar, hasta que se le dice, que es como un niño. Continuando el dialogo inicial, de repente se detiene y pregunta: ¿Por qué dice que soy como un niño? Se ausente del trabajo analítico, regresando a la institución ocho meses después. Coincidiendo de nuevo en el tratamiento conmigo. Saluda cordialmente y habla aproximadamente por treinta minutos. Una vez más se detiene y repregunta: ¿Por qué aquella vez me dijo que era como un niño? En la supervisión, se decía a los demás supervisados, que quería que se le dijera al analizado. Tan acertada había sido la intervención fue, que después de ocho meses, seguía pensando en el señalamiento que se le hizo. Se decía que eso era el análisis, no el decirle que tenía o hacer consciente lo inconsciente, etc. Sino enseñarlo a pensar sobre sí mismo. ¿Se habría logrado con ello “un pase…”, un testimonio, con Otros y otros?

 

MTRO. PS. ALEJANDRO FABELA ALQUICIRA

C.P.R.S. Ecatepec

jaliscoafa@yahoo. Com.mx

blogsb86@gmail.com

 



[1] LAPIDAR: Tr. Apedrear. LAPIDA; f. Loza con alguna inscripción. Grijalbo: Diccionario práctico de la lengua española. (1988). (2a. ed.). Barcelona. Grijalbo.

[2] La Biblia.            

[3] El libro Negro del psicoanálisis. (Inédito).                Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf https://www.blogger.com/blog/post/edit/6736471220288410763/1035589248523746829             


FRANCISCO FABELA ALQUICIRA

 1921 un año difícil para la Familia Fabela. Pero seguimos adelante. Por eso en este mes de diciembre, doy a la publicación un dibujo más. Espero les agrade.

FRANCISCO FABELA ALQUICIRA
TECNICA: Lápiz sepia y Sanguina papel fabriano
29cm. X 41.7cm.
FECHA: Octubre 10, 2021
AUTOR. Mtro. Ps. Alejandro Fabela Alquicira