domingo, 13 de octubre de 2019

GRACIA Y BELLEZA

Siguiendo hábitos actuales,en este mes de Octubre de 2019, tengo nuevamente el gusto y la presencia de misma amigos. Por ellos les dedico este nuevo dibujo. Hace muchos años, el Maestro Joaquín, mi primer tutor en el dibujo y la Pintura, se enseñaba lo difícil de hacer animales. en ellos se realiza "pelo por pelo" y vaya que tienen muchos. Más ahora veo que es más complicado, como me lo mostró el Maestro Daniel, pues puede decirse que puse el "pelo por pelo" en casi cuatro ocasiones. Agotador pero satisfecho de la obra.

GRACIA Y BELLEZA
TÉCNICA: Lápiz de grafito y de color
24.4cm. X 31.8cm.
FECHA: Septiembre 29, de 2019
AUTOR. Mtro. Ps. Alejandro Fabela Alquicira



sábado, 5 de octubre de 2019

¿CANIBALISMO?

De manera particular se da el interés sobre la ANTROPOFAGIA, temática en la que incursione durante el año que curse de la Maestría en Antropología, en la Universidad Autónoma de Querétaro. en este caso en particular su relación con el canibalismo entre los pueblos Prehispánicos. Lo cual represento una de las justificaciones o racionalizaciones de los españoles, para justificar la Conquista de los pueblos Mesoamericanos.


¿CANIBALISMO?

Mtro.Ps. Alejandro Fabela Alquicira
Septiembre 22, 2019[1]

La investigación en sus diversos campos, encuentra que múltiples hallazgos partieron de:
1.      La investigación sistematizada que hace evidente algún dato.
2.      El análisis de lo obvio y repetitivo.
3.      El profundizar aquellos aspectos triviales, aislados, extraños y curiosos.
Así, en este ensayo se continuara sobre el término del canibalismo, ahora específicamente entre pobladores prehispánicos de México; tema del que ya se ha hablado mucho y en el cual aún no se ha concluido con certeza en nada. Es una “curiosidad” que vale la pena no desdeñar; y que por ese mismo desdén, que se hace de la práctica antropófaga en el México antiguo, que hay que retomarlo.
En el ensayo de “Producción y consumo de alimentos en el México central antes y después de la conquista (1500 - 1650)”, publicada por Sherburner F. Cook y Woodrow,  de “Ensayo sobre la Historia de la población de México y California”, se contiene dos citas respecto al canibalismo, que pueden calificarse de “curiosas”. Dichos autores citan lo siguiente:

“La otra fuente de alimento era el canibalismo, una actividad ritual o de otro tipo, que ha sido muy debatida., Desde un punto de vista estrictamente dietético, sin duda es cierto que lo que respecta a la mayoría de la población, eran tan pequeñas las porciones ceremoniales que se consumían de las víctimas sacrificadas, que su contribución a la ingesta normal de alimentos era completamente desdeñable. Por otra parte, en cuanto a las clases altas, que eran los que aprovechaban esta clase de nutrición, debe haber sido de consecuencias de esta adicción de carne humana a una dieta que en otra forma era baja en ingestión de carne. Las negativas indignadas de algunos defensores carecen de trascendencia, pues un deseo nutricional no necesariamente ha de ser consciente y puede encubrirle con facilidad una motivación ceremonial muy desarrollada” (pág. 113).

El análisis minucioso de la anterior referencia, permite destacar algunos puntos, que adquieren relevancia con respecto a la concepción planteada, por los autores mencionados. Así, por ejemplo, se dice: “La otra fuente de alimento era el canibalismo, una actividad ritual o de otro tipo…” lo cual implica que no era la única. Esto lo confirman las observaciones de Fray Bernardino de Sahagún en su libro de “Historia general de las cosas de la Nueva España”, donde señala:
1.      En su libro décimo, indica que cierta población indígena, eran labradores y hortelanos, dedicados en exclusividad  a tales labores.
2.      Otros individuos se dedicaban al comercio de múltiples productos como lo eran el maíz, frijol, semillas, ají, tomate, pepitas, frutas, pescado, carne, huevos, gallinas, hierbas comestibles, etcétera.
3.      En el libro undécimo se cita, la variedad de animales terrestres y acuáticos, y frutas, hierbas y raíces que son comestibles.
Por otra parte, Hernán Cortéz, en sus “Cartas de relación”, afirma: “Hay calle de caza donde venden todos los linajes de aves… así como gallinas, perdices, zarcetas, tórtolas, palomas, pajaritos…”
“ Venden conejos, liebre, venados y perros pequeños que crían para comer castrados…”
“Hay todas las maneras de verduras que se hallan, especialmente cebollas, puerros, ajo, mastuerzo, berros, borrajas, acederas y ciruela…”
“Venden miel de abeja… y miel de caña de maíz…”
“Venden mucho maíz en grano y en pan… Venden pasteles de aves y empanadas de pescado. Venden mucho pescado fresco y salado, crudo y guisado. Venden huevos de gallina y ánsares de todas las aves que he dicho en gran cantidad; venden tortillas de huevo hechas…”
También René Acuña, en sus “Relaciones Geograficas del siglo XVI”: México, específicamente en la relación de Mexicaltzingo y su partido (Culhuacán, Iztapalapán y Mexicaltzingo) hace referencia a la agricultura, la caza, la pesca y la recolección de frutas, hierbas y raíces, que practicaban los pueblos aledaños o vecinos de la gran Tenochtitlán y a la que pagaban tributo con los productos obtenidos de dichas actividades, las cuales en ningún momento se pueden considerar como limitadas y que abarcan una gran variedad de productos.
Unas segundas conclusiones, que emergerían a modo de pregunta serían: ¿Acaso en “las clases altas…” el canibalismo no trascendería los límites ceremoniales, rituales y religiosos? En este caso y para cuando se intentó dar respuesta a dicha cuestión, no hay que olvidar que los antiguos pobladores de México eran un pueblo profunda y estrictamente religioso. ¿Qué originaba que ante la disponibilidad de carne humana, “…las clases altas…” desarrollaran  esa “…adicción de carne humana”? ¿Es acaso el simple hecho de comer carne humana la que desencadena esa adicción y por tanto al no tener disponibilidad de comer de comer carne humana en “…la mayoría de la población no se desencadena esa adicción”? Con respecto a esta última pregunta hay que hacer notar, que los autores no niegan si existe o no tal adicción o predisposición a la adicción tanto en “…las clases altas…” como en “…la mayoría de la población…”. Y es derivado de ello, que sería relevante conocer la definición de los autores del término adicción.
Al establecer “…que eran los que más aprovechaban esta clase, debe haber sido de consecuencia esta adicción de carne humana a una dieta que en otra forma era baja en ingestión de carne…”, los autores niegan que hubiera otras fuentes importantes de las cuales los antiguos pobladores de México se proveyeran de carne, que complementara más adecuadamente su dieta.. Es por ello que aquí adquiere relevancia las otras fuentes, que incluyen la caza, que proporcionaba comestibles  a los pobladores prehispánicos.
Enfocando la alimentación de los indígenas  de México desde otro punto de vista, habría que volver de nuevo a “La Historia general de las cosas de la Nueva España”, de fray Bernardino de Sahagún, donde enumera la variedad que poseía la alimentación de “…las clases altas…”. Dentro de las cuales incluían viandas como:
1.      Tlaxcalmimilli, panecillos redondos.
2.      Tortillas como eran las totonquis tlaxcalli tlacuelpacholli, veitlaxcalli, quahtequalli y tlaxcalpacholli.
3.      Tlacapoalli ilaxcalli ahojalduras.
4.      Tamales de diversos tipos.
Por otra parte, conjuntando dos fragmentos de la cita mencionada, que son:
a)      “…desde un punto de vista estrictamente nutricional”
b)      “…las negativas indignadas de algunos defensores carecen de trascendencia, pues un deseo nutricional no necesariamente ha de ser consciente y puede encubrirlo fácilmente una motivación ceremonial muy desarrollada”; a lo cual hay que agregar, de una cita diferente el siguiente texto: “…Es obvio que la producción alimentaria involucra a los agricultura,… la recolección, la caza o la pesca. Hasta la guerra… si es que los grupos contendientes se comen entre si…”, habría que pensar en lo obvio, lo dietético, el deseo nutricional no consciente y la motivación ceremonial.
Lo obvio, da por hecho algo, sin una previa investigación; es decir, en este caso, la lógica no deja más que una alternativa, el pueblo prehipánico es caníbal, “obviamente”. En tanto que lo dietético y el deseo nutricional permitirán preguntar: ¿ese deseo nutricional se relaciona directamente con la antropofagía? ¿La antropofagía es inherente por ese deseo nutricional al hombre?  Por ello mismo, ¿la antropofagía es privativa de los pobladores de México o extensivo a los españoles y demás pueblos antiguos del orbe? ¿Acaso la mejoría de la dieta del hombre moderno a posibilitado reprimir o dominar el canibalismo, fundamentado en el deseo nutricional? ¿Acaso los pueblos europeos y asiáticos ya había logrado trascender dicho deseo nutricional y tendencia canibal? ¿Acaso los pobladores prehispánicos solo tuvieron posibilidad de dominar ese deseo nutricional y practica antropófaga con la llegada de los españoles? Y, por último, ¿habría que suponer que a partir de la conquista la dieta de los mexicanos fue más completa? Respecto a esto último y de acuerdo a Cook y Borah, en una cierta población de indígenas, la dieta continuo siendo la misma, hasta muchos años después de la conquista; sin embargo, posterior a la conquista, ya no parece haber muchas referencias a la práctica canibalistica.
  Por último, la conjunción del deseo nutricional no consciente y la motivación ceremonial presenta aspectos de interés, sobre lo que hay que cuestionar: ¿los autores se refieren a los factores biológicos y psíquicos del ser humano? ¿Tal factor orgánico determina el factor psíquico y condiciona un aspecto social (ceremonial)? Tentativamente, las respuestas a las preguntas señaladas son afirmativas, lo cual establecería ya una tendencia de pensamiento, tal como en la segunda cita a que se refiere este ensayo y que sería como sigue: “como principio necesitamos establecer ciertas definiciones y comprender cuales son las limitaciones. Es obvio…”.
En la segunda cita de Sherburas F. Cook y Wodrow Borah hay que retomar el fragmento siguiente: “…Hasta la guerra se tiene que considerar, si es que el grupo de contendientes se comen entre sí, cualquiera que sean las justificaciones aducidas, o si redistribuyen el resultado de los esfuerzos de uno y otro en cuanto a acumular comestibles…”. ¿A qué se refieren los autores al introducir el comentario del canibalismo con la acumulación de alimentos? ¿Acaso se alude a que la guerra proporciona víctimas para los sacrificios humanos y de manera “disfrazada y encubierta” por lasceremonias, asegura el abastecimiento de carne humana que es requerida por el “…deseo nutricional…”? ¿Los antiguos pobladores de México acumulaban seres humanos cómo comestibles? Dejando de toda posible alusión, se puede tomar dicha cita desde una perspectiva distinta, que implicaría preguntar ¿a qué se refieren los autores? ¿Cuál es el motivo de la introducción de la oración “…si es que el grupo de contendientes se comen entre sí,…”? si no se relaciona con la acumulación de comestibles, sería una oración que causa extrañeza, sin propósito aparente que se descontextualizaría con el resto del párrafo.



[1] Texto elaborado aproximadamente en 1992, cursando la Maestría en antropología, en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).  En la fecha presente se recaptura y transcribe dicho documento.