lunes, 2 de noviembre de 2020

XIUHCÓATL

 Escultura de la Xiuhcóatl, arma de Huitzilopochtli en la sala Mexica del Museo Nacional de Antropología.

XIUHCÓATL
TECNICA: Lápiz de de grafito en papel cartulina
20.6cm. X 30.7cm.
FECHA: Agosto 30, 2020
AUTOR. Mtro. Ps. Alejandro Fabela Alquicira



CRITICA AL “LIBRO NEGRO DEL PSICOANÁLISIS[1]”

 Toca el día de hoy, hacer la publicación correspondiente al mes de Noviembre de 2020. Prometido estaba y algunos de mis seguidores lo recibieron anticipadamente por interés personal de ellos. Hoy lo hago extensivo a los seguidores de este blogger. Espero les agrade y sea de utilidad


Coacalco de Berriozabal a 09 de Octubre de 2020

 

CRITICA AL “LIBRO NEGRO DEL PSICOANÁLISIS[1]

 

MTRO. PS. ALEJANDRO FABELA ALQUICIRA

C.P.R.S. Ecatepec

jaliscoafa@yahoo. com.mx

blogsb86@gmail.com

En la ciencia no hay conocimiento acabado. Debiendo estar siempre en constante revaloración. El análisis crítico de los conceptos, permite el avance en la conceptualización de los mismo. Un ejemplo de esto es la Astronomía, con la Religión, Galileo y Copérnico, que dieron origen a la concepción egocéntrica y la teoría Heliocéntrica de la ubicación en el espacio de la Tierra. Por este motivo, el avance en alguna ciencia se da, por el cuestionamiento y aplicación de sus conceptos teóricos. Contribuyendo en esto, la práctica y el ejercicio del conocimiento.

Interesado en el psicoanálisis, el “Libro Negro del psicoanálisis”, motiva la lectura de este y conocer lo que se critica de dicha teoría y técnica.

Al ser una importante cantidad de autores médicos o psiquiatras quienes realizan la crítica al psicoanálisis, tal como lo contempla el texto citado, es pertinente retomar lo que Freud (1920) dijo de ellos hace cien años. Por esto es importante la cita siguiente:

 

En primer lugar, cuenta el hecho de que el médico ha recibido en la universidad una formación que es casi la contraria de la que le haría falta como preparación para el psicoanálisis. Le han orientado la atención hacia hechos químicos, físicos, anatómicos, susceptibles de comprobación objetiva, de cuya correcta apreciación y adecuada modificación depende el éxito de la acción médica. Dentro de su círculo visual cae el problema de la vida, en la medida en que hasta hoy se nos ha aclarado a partir del juego de las fuerzas que también son registrables en la naturaleza inorgánica. No se despierta el interés por los aspectos anímicos de los fenómenos vitales; el estudio de las operaciones mentales superiores no atañe a la medicina, es el campo de otro departamento universitario. Es verdad que la psiquiatría debería ocuparse de las perturbaciones de las funciones anímicas, pero se sabe de qué modo y con qué propósitos lo hace. Busca las condiciones corporales de las perturbaciones anímicas, y las trata como a cualquier otro ocasionamiento patológico. (pág.216)[2].

 

De interés es también, la revisión del Face book, ya que en el 2020, se hace una publicación, donde se preguntaba ¿si los legos podían ejercer el psicoanálisis? en la República de Argentina. Lo cual por supuesto negaban. Apoyándose para esto en la prescripción dictada incluso por su expresidente Juan Domingo Perón. Situación que al parecer estaba planteada por los psicoanalistas, con formación médico psiquiátrica. Por eso, en la época del face book, la respuesta fue la siguiente: ¿Por qué preguntar algo que el mismo creador del psicoanálisis había resulto hace cien años? Lo que se requería era releer el texto freudiano de 1920 y del que contemplamos la cita transcrita. En otros términos Freud (1920), afirmaba, que no quería que los médicos se apropiaran de la técnica psicoanalítica, como los médicos lo hicieron con la hipnosis. De esta última se apropiaron, la aplicaron y al final la relegaron al olvido. No quería ese destino para el psicoanálisis. Si esto pensaba Freud (1920), que se podía esperar de las indicaciones de un político, convencido por los médicos psiquiatras. Es claro que desde el punto de vista teórico y práctico, el político nada tenía que opinar. Más aún, cuando dicho político tiene muchos años de finado. Lo cual puede ser reafirmado por Freud  en 1920, a través de la afirmación siguiente:

 

“El psicoanálisis es sin duda sumamente unilateral, en cuanto ciencia de lo anímico inconsciente. Entonces, no se puede impugnar a las ciencias médicas el derecho a la unilateralidad” (pág. 217) .

“Pues bien: ni en su apreciación ni en su tratamiento contribuyen en nada —lo que se dice en nada— los estudios médicos” (pág. 217)[3].

 

Muy interesante es, que con el paso del tiempo, los psiquiatras no solo pretendieron apropiarse del psicoanálisis, sino fueron capaces de cuestionar al mismo Freud, tachándolo de inepto y de no conocer el psicoanálisis, que el mismo creo. Consideraciones burdas de que Freud interpretaba, como en el ejemplo que ellos dan:

 

“…si el psiquiatra americano Clarence Oberndorf, soñó que había un caballo negro y un caballo blanco, significaba sexualmente que este prefería casarse con una mujer negra y no con una mujer blanca[4].

 

Lo cual en realidad es una forma clásica de interpretación de los psiquiatras americanos. En tanto que los postulados freudianos mencionaban, que si alguien daba un elemento del sueño que fuera un símbolo universal, la obligación de analista es conservar esa interpretación simbólica universal, y aplicarle la regla de la asociación libre, para saber si ese era su significado o había otro, que fuera solo una elaboración secundaria que usaba el simbolismo universal para reprimir el inconsciente, o para disfrazar su manifestación. Por ello, entre los americanos es funcional la elaboración de textos, donde se consigna la interpretación para cada símbolo, validados porque sus recopilaciones estadística así lo dicen. Procediendo desde su forma de trabajo, que implica la clasificación y la aplicación de técnicas estadísticas para afirmar que tal interpretación es válida, dada su repetición de presentación. Similar a como lo hacían los psicometristas y elaboradores de test psicológico, incluyendo los test proyectivos. Ellos no consideran los motivos, que incluso llevaron a “rompimiento” de Freud con algunos de sus viejos alumnos. Un ejemplo claro sería Jung, con su manejo de la simbología y sus arquetipos colectivos. Una teoría más apegada a la psicología utilitaria y clasificatoria. Dadas estas características en Jung, permitieron la permeabilidad de sus conceptos para la psicología estadounidense. De manera similar se da con los psicoanalistas postfreudinanos como Erick Fromm, con su psicoanálisis humanista. Técnica que utiliza los conceptos fundamentales del psicoanálisis freudiano, pero que parece se entremescla con los conceptos del conductismo. Predominando el modelo conductual de E-R (estímulo-respuesta). Por ejemplo, se usa el concepto de inconsciente, pero se busca en el análisis la causa, casi siempre asociada al “trauma” como generador de la psicopatología. Desde esta perspectiva, el tratamiento implica la eliminación de la causa y con ello la remisión o la curación del proceso mórbido mentalmente. Es claro, que aún hablando de estímulo respuesta, se da una gran complejidad. Así, puede haber múltiples factores patógenos que sostienen o provocan un síntoma. O bien una sola causa que provoca diferentes síntomas o respuestas. Ambas formas de trabajo incompletas y con limitaciones en su eficacia. En la primera se olvidaron los postpsicoanálistas, de que Freud mencionaba el determinismo y el sobredeterminismo, como uno de los motivos de la dificultad del análisis y la cura. En tanto que en el segundo caso, la curación se aborda, síntoma por síntoma (o si se prefiere respuesta por respuesta o conducta patógena por conducta patógena), sin encontrar el alivio esperado, la remisión de síntomas o la curación. Esto porque solo se aborda en el tratamiento psicoanalítico postfreudiano las consecuencias y no las causas que permitieron el surgimiento de la patología. Por último, el humanismo, implica centrar la etiología en la cultura, la civilización y la tecnología moderna, como elemento determinante de la infelicidad del ser humano. El interés por el pensamiento de los alumnos de Freud, motiva un abordaje de la psíque humana de manera particular y curiosa. Por ejemplo en Adler y su complejo de superioridad e inferioridad o Jung con su concepto de la ambivalencia. Conceptos no erróneos para Freud, pero que el énfasis que dieron sus autores en ellos, parcializo el entendimiento de la psíque humana. Algo que Freud señalo oportunamente, bajo el precepto, de que un solo concepto no puede dar una explicación a algo complejo y que no es válido crear toda una teoría a partir de un solo o pocos conceptos. Creándose entonces una diferencia entre el maestro y el alumno, que fue sismática en el movimiento psicoanalítico y provoco la ruptura de la relación maestro alumno. Algunos teóricos creen que lo que ocurrio entre Freud y sus alumnos fue el cambio de una transferencia positiva en una transferencia negativa en la relación entre ellos, dándose irremediablemente su separación. Pero es importante el análisis de la relación entre Freud y sus antiguos alumnos, porque los seguidores de estos últimos, son de los grandes críticos del psicoanálisis freudiano. Pero ello implica la crítica desde contextos diferentes y a veces totalmente opuestos. La apariencia de trascendencia del pensamiento freudiano no es tal y es especular. Las críticas desde esta perspectiva pierden entonces validez. Con frecuencia ellos afirmaban que el creador del psicoanálisis se había equivocado en sus concepciones psicoanalíticas. Aquí parecía que se retomaba el dicho popular, de que el alumno supero al maestro. Cuestión criticable, siendo más honesta la afirmación de Lacan, quien mencionaba, que para conocer el psicoanálisis había que volver a Freud, lo que él hizo en su desarrollo teórico. Solo a partir de esto avanzo en el conocimiento de la teoría y técnica del psicoanálisis.

Es interesante y complementario el planteamiento que se hace en el “Libro negro del psicoanálisis” con respecto a:

 

“…todos los especialistas conocen; ven lo que un ojo profano no ve. (pág. 443)[5]

 

Con esto se renueva una antigua polémica, de hace cien años, en las que se intento, aún en la época de Freud, de limitar el psicoanálisis a los “…especialistas…”, por supuesto médicos o psiquiatras, y no a los profanos, no médicos, el uso de una técnica de tratamiento como era el psicoanálisis. Pero nuevamente se olvida el propósito  del texto Freudiano de 1920, “¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis?”, donde el autor realiza una discusión ficticia con un juez para explicarle la teoría y técnica analítica. Se lo explicaba a un lego con poder legal para legislar. Freud concluía en dicho artículo, que si podían los legos ejercer el psicoanálisis; pero siempre y cuando se especializaran en el psicoanálisis, que fueran expertos en la teoría y técnica analítica. Creo pertinente que a partir de la práctica personal y docente, es pertinente agregar algo más a la formación de los analistas: tener supervisión, análisis didáctico, una amplia cultura y una concepción del hombre. Características que considero el mismo Freud exigía a los médicos. Para el no bastaba que conocieran la medicina y la psiquiatría. Es por esto, que en su texto, Freud, realiza la defensa de su alumno Teodor Reik, psicólogo. Uno de los riesgos de no contar con la formación que se indica, sería la mostrada hace años por un criminólogo, quien se decía especialista en psicoanálisis porque un magnifico psiquiatra le había enseñado en treinta minutos dicha técnica. Criticable esto tanto por el criminólogo como por el psiquiatra, si se había atrevido a hacer eso.

Interesante una nueva referencia del “Libro negro del psicoanálisis”, porque es la forma prototípica de mostrar los conceptos psicoanalíticos y que con como sigue:

 

“…de una emoción a otra. No había necesidad de introducir otras relaciones en esta cadena causal. Pero el paciente me sorprendió entonces con una observación que de hecho no había relatado anteriormente y que me había escapado totalmente. Me dijo que, mientras me criticaba, tenía de una forma general conciencia de otra corriente de pensamiento que nunca había expresado. Esta otra corriente consistía en pensamientos tales como: “He dicho lo que había que decir... no tendría que haber dicho eso... no debería criticarle. Soy malo... no tengo excusa por ser tan despreciable”. Este incidente constituyó mi primera sorpresa al mismo tiempo que me pareció una anomalía. Si el paciente decía verdaderamente todo lo que le venía a la mente, ¿cómo había podido experimentar una oleada consciente de asociaciones y no haberlas dicho? Además, ¿cómo podían producirse simultáneamente dos corrientes de pensamiento? La respuesta a esta pregunta contiene un principio importante. Puede haber más de una corriente de pensamientos fluyendo paralelamente en la conciencia del paciente. La primera corriente, que se expresaba fundamentalmente en la asociación libre, representaba la componente más consciente. La segunda, que se situaba preferentemente en la periferia de la conciencia y que no era generalmente relatada, correspondía probablemente a eso que Freud había descrito como “preconsciente” (pág. 466)[6]

 

De ahí podemos derivar dos críticas al menos. La primera por ese “…de una emoción a otra…”, lo que permite recordar la tan señalada búsqueda de los postpsiconalíticos del “trauma” causante de la patología psíquica. Un evento o una emoción “traumatizante”, concepción que Freud abandona desde 1901, posterior al abordaje del caso Dora, el cual fue considerado por él, como un fracaso y desde donde reconsidero los “traumas” como generadores de la patología psíquica. Sustituyendolos por el concepto de la fantasía[7]. De esta manera, lo que  enferma a Dora, no es la insinuación del señor K, sino a fin de cuentas lo que pasaba en la señora K, como representante a su vez de su propia madre. Algo de lo que Safouan, resume en la famosa pregunta de la Histerica ¿Qué es una mujer?[8] Y que en 1969-1970 Lacan[9] discute de manera interesante y similar a lo aquí indicado, en su texto del “Amo castrado”. La segunda en relación al sentido otorgado en la cita a las conclusiones obtenidas. Pareciera que el autor, un postpsicoanalista tiene un hallazgo interesante, como lo es encontrar los pensamientos inconscientes. Coteja la existencia de dos corriente de pensamientos, como el los llama y que estrictamente corresponden a los pensamientos manifiesto y latentes en un sujeto, los últimos asociados al preconsciente freudiano. Lo cual no es novedad de acuerdo al texto del “Libro negro del psicoanálisis”, ya que son conceptos que Freud trabajaba desde hace casi ciento diez años. Claro que la cita referida es de interés, pero no son los únicos conceptos manejados de tal manera. Con conclusiones de interés reciente, cuando de acuerdo al trabajo freudiano son antiguos.

Continuando con comentarios contemplados en el “Libro negro del psicoanálisis”, para lo cual es de interés lo señalado por los autores de dicho texto:

 

Los objetivos de cambio se definen al final de un diálogo. El terapeuta ayuda al paciente a formular objetivos realistas y concretos, que tienen en cuenta su bienestar, a más o menos largo plazo, y de la calidad de sus relaciones con el prójimo. En ciertos casos, el terapeuta limita su ayuda a una demanda explícita y bien delimitada (por ejemplo, dejar de verificar sin fin que el gas está bien apagado, la puerta cerrada con llave). En otros casos, un tratamiento eficaz implica ampliar sensiblemente los objetivos. Así, la persona que quiere liberarse de la dependencia al alcohol no puede contentarse con una técnica de control de los impulsos de beber a contratiempo: debe igualmente desarrollar su repertorio de actividades agradable “concurrentes”, aprender estrategias de para regular mejor las emociones penosas y afrontar situaciones estresantes, etc. Idealmente, los aprendizajes van más allá de problemas bien circunscritos: pretenden mejorar la habilidad para cuidar de sí mismo. En definitiva, siempre es el paciente el que decide los objetivos a alcanzar y el grado de implicación en el proceso de aprendizaje (pág. 485 y 486)[10].

 

Hablar de los objetivos de cambio, concretos y realistas, en la búsqueda del bienestar del sujeto y sus relaciones con el prójimo, no corresponden a los planteamientos freudianos, sino más bien a los postpsicoanalistas, muchos de estos enmarcados en lo que se conocio como la escuela del Yo o la psicología de las profundidades. No quiere decir que ellos estén equivocados o no sean de trascendencia teórica y práctica, sino que no corresponden a los planteamientos psicoanalíticos, por así decirlo ortodoxos freudianos. Que muchas veces solo bastaba con su definición como: ”el hacer consciente lo inconsciente”[11]. En psicoanalistas más recientes, se definía el objetivo del psicoanálisis, como el enseñar al sujeto a pensar, siendo él mismo quien llegaría a la conclusión de lo que ocurría en su psíque y quien daría los cambios necesarios en su persona de ser necesarios[12]. De esta manera, calificar una teoría con otra teoría no es válido y solo tendría como conclusión final, sin mayor análisis, que la evaluada es errónea. Son concepciones diferentes que pueden tener elementos de interés para el trabajo clínico. Baste para ello dos ejemplos: El primero se relaciona con Edwin Singer (1979)[13], quien maneja los conceptos de bienestar del sujeto y la mejoría de las relaciones interpersonales del paciente, como objetivo esencia en el trabajo terapéutico. El segundo ejemplo coincide con Héctor J. Fiorini (1970)[14], Quien centra su trabajo terapéutico en el uso de ejes o focos de trabajo, que son sinónimos de objetivos de cambio o de trabajo clínico.

Desde la perspectiva, planteada en el “Libro negro del psicoanálisis” de las “…demandas explicitas o bien delimitadas” sobre las que se favorece el aprendizaje de estrategias de control o cambio de conductas nocivas, se retrae la conceptualización de la terapia cognitivo conductual, comportamentales o conductual[15], que son válidas pero que no las autorizan a cuestionar técnicas y teorías diferentes. La diferencia no invalida otras formas de ver al ser humano y de abordar su tratamiento. Además, la experiencia clínica si demuestra, que sin mayores intervenciones, una vez abordada la causalidad de un síntoma, este desaparece de manera espontánea.

Una última cita, localizada en “El libro negro del psicoanálisis” se da a continuación:

 

La palabra comportamiento recubre, en los psicólogos, dos significados. En sentido estrecho, designa una acción manifiesta, directamente observable, que se distingue de los fenómenos psíquicos “internos” (las cogniciones y los afectos). En su acepción amplia, designa toda actividad significante, directa o indirectamente observable. Presenta entonces tres dimensiones: - un componente cognitivo (percepción, recuerdo, reflexión, etc.), - un componente afectivo (placer, sufrimiento, indiferencia), - y un componente motor (acción, expresión corporal). Dejando aparte los reflejos elementales, todo comportamiento presenta tres elementos. En definitiva, todo análisis de un comportamiento implica tener en cuenta seis variables: • sus tres dimensiones: cogniciones, afectos, acciones • el o los estímulos antecedentes • la o las consecuencias anticipadas, conscientemente o no el estado del organismo (pág. 485)[16].

 

Basta la relectura de la referencia bibliográfica, para recordar el trabajo médico sobre los signos y síntomas de los seres humanos. Enfoque que ha permeado el trabajo psicológico sobre los fenómenos psíquicos. Valido para el estudio de los procesos cognitivos de los seres humanos, pero no válido para una crítica sobre el psicoanálisis cuyos planteamientos son diversos a esto.

 

MTRO. PS. ALEJANDRO FABELA ALQUICIRA

C.P.R.S. Ecatepec

jaliscoafa@yahoo. com.mx

blogsb86@gmail.com



[1] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf

[2] Freud, S. (1926). Obras completas: ¿Pueden los legos ejercer el análisis? (José Luis Etchevery, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 20.

 

[3] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf

[4] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf

[5] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf

[6] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf

[7] Freud, S. (1905 [1901]). Obras completas: “Fragmento de análisis de un caso de histeria”. (José Luis Etcheverry, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 7.

[8] Safouan, M. Estudios sobre el Edipo. Siglo XXI.

[9] Lacan, J. (2006). El seminario de Jacques Lacan: El reversos del psicoanálisis. (1953-1954). (Enric Berenguer, trad.). 14ª reimpresión. Buenos Aires. Paidos. Vol. 17.

[10] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf

[11] Freud, S. (1926). Obras completas: ¿Pueden los legos ejercer el análisis? (José Luis Etcheverry, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 20.

[12] Comunicación verbal inédita de Alberto Saladogna.

[13] Singer, E. (1979). Conceptos fundamentales de la psicoterapia. (Tr. Manuel de la escalera). México. F.C.E.

[14] Fiorini, H. J. (2006). Teoría y técnica de psicoterapia. Buenos Aires. Nueva Visión.

[15] 88 No es inútil recordar que el término comportamentalismo es sinónimo del anglicismo behaviorismo, algo que saben todos los psicólogos universitarios o quienes consultan el Le Petît Robert. En Pourquoi la psychanalyse ? (op. cit., p. 95), Roudinesco escribe: “El behaviorismo es una variante del comportamentalismo”, lo que es como decir que el monopatín es una variante de la tabla con ruedas. En la misma página, escribe que “a menudo se clasifica al behaviorismo con la psicología cognitiva” () Mescolanza de teorías (recordemos que la psicología cognitiva estudia científicamente los procesos cognitivos). Que yo sepa, Roudinesco es la primera en proponer una “clasificación” tan desquiciada. Siempre en la misma página, declara que la “psicología cognitiva se pretende científica intentando hacer depender del cerebro no sólo la producción del pensamiento, sino la organización psíquica consciente e inconsciente”. En realidad, los investigadores en psicología cognitiva se consideran científicos porque utilizan el método científico para estudiar los procesos cognitivos. No basta evidentemente con decir que la producción del pensamiento depende del cerebro para ser científico. Errores tan groseros sobre la psicología científica dan testimonio del total desconocimiento del que en ocasiones es a veces el objeto y la víctima.

[16] Meyer, C., Borch-Jacobsen, M., Cottraux Didier, J., Van Rillaer, P. J. El Libro Negro del Psicoanálisis: Vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. file:///C:/Users/alex/Documents/LIBROS%20Y%20ESCRITOS/libro%20negro%20del%20psicoan%C3%A1lisis%20%E2%9C%93L%C2%AE.pdf


viernes, 2 de octubre de 2020

REFLEXIONES SOBRE EL TEMA DE LA VIOLACIÓN

El presente escrito fue elaborado hace ya varios años, pero en los últimos tres años donde he generado publicaciones en este blogger, lo había pospuesto. solo en este mes de Octubre de 2010 lo doy a la publicidad. Espero lo disfruten


REFLEXIONES SOBRE EL TEMA DE LA VIOLACION

 

“A Dios gracias, no todos los analistas caen en este enredo. Muchos analistas a quienes les den informaciones biográficas tan interesantes como Pero los padres no se entendían, había desavenencias conyugales, eso lo explica todo, les responderán, incluso a aquellos con quienes no siempre estamos de acuerdo –¿Y que? Esto no demuestra absolutamente nada. No debemos esperar ninguna clase de efecto particular- y estamos en lo cierto” (pág. 171). LACAN

 

Mtro. Ps. Alejandro Fabela Alquicira

jaliscoafa@yahoo.com.mx

bogsb86@gmail.com

 

INTRODUCCION

 

De acuerdo a los planteamientos freudianos, de la teoría psicoanalítica, uno de sus pilares es el principio de determinismo[1]. Situación que establece, que nada de lo que acontece al ser humano ocurre al azar. Existiendo un motivo desde el inconsciente[2] que establece que tal o cual evento ocurra. Desde esta perspectiva, debe suponerse que la ejecución de una comisión delictiva presenta igual determinación. Es decir, que no es al azar, que un sujeto cometa uno u otro delito. Ni que el mismo se de en un tiempo o época determinada del sujeto o que sea descubierto por “casualidad”. Ello tampoco es ajeno, por supuesto,  si este delito corresponde específicamente a la violación, que es el tema que aquí nos interesa. Es indudable que son múltiples las facetas que involucra el estudio de tal fenómeno. Así por ejemplo, aunque en esencia hay cierta similitud, se afirma que el hombre violador, intenta ejercer el control sobre su víctima, un menor de edad, independientemente de su sexo, o una mujer, tradicional y culturalmente considerada más débil que el varón en fortaleza física. Pero abordar desde tal punto de vista dicho delito, parece presentar dentro de su dinámica, la relación entre victima y victimario[3]. Sin embargo, parece que nos dice poco sobre este último, en relación a su dinámica personal y previa. Evidencia el lado manifiesto de tal delito, por lo cual, no satisfechos en nuestra curiosidad científica, incursionamos a partir de los planteamientos freudianos en el tema. Por ello no partiremos del análisis del concepto de violación o de la dinámica de dicho fenómeno. Intentaremos dilucidar algo más de lo que ocurre en dichos sujetos, ejecutores de tales delitos, sin tomar partido “moralizante”[4] con respecto a la relación víctima-victimario. Relación que por supuesto no carece de interés y que puede ser analizable.

 

HIPOTESIS DE TRABAJO

 

Retomando el tema del masoquismo femenino, analizado según Sigmund Freud, emerge la pregunta siguiente: ¿Podría considerarse que ello esta presente en los internos acusados de violación? ¿Su obediencia y cumplimiento en lo que se les indica, podría ser interpretado como sometimiento y masoquismo femenino?

Sigmund Freud  (1924) decía:

 

 “…las fantasías de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes), que o desembocan en el acto onanista o figuran por si sola la satisfacción sexual. Las escenificaciones reales de los perversos masoquistas responden punto por punto a esas fantasías, ya sean ejecutadas como un fin en sí mismas o sirven para producir la potencia o iniciar el acto sexual. En ambos casos –ya que aquellos no son sino la realización escénica de las fantasías- el contenido manifiesto es el mismo: ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo, sometido a obediencia incondicional, ensuciado, denigrado. Es mucho más raro que dentro de este contenido se incluyan mutilaciones; cuando suceden, se les imponen grandes limitaciones. La interpretación más inmediata y fácil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un niño pequeño, desvalido y dependiente, pero, en particular, como un niño díscolo…Pero…las fantasías masoquistas…ponen a la persona en una situación características de la feminidad, vale decir, significan ser castrados, ser poseídos sexualmente o parir…” (pág. 167 y 168)

 

El primer punto a destacar es “…y a menudo por eso impotentes…”, lo cual el autor coloca entre paréntesis. Por ello debemos suponer que esta condición en el masoquista no es la condición indispensable. De hecho, Sigmund Freud lo plantea como una alternativa en la cual pude desembocar dicho masoquismo. Sin embargo, ello es de importancia si queremos extrapolar la cita a los sujetos acusados de violación o que efectivamente han perpetrado dicho delito[5]. De no hacerlo así, sería una de las principales objeciones a nuestra concepción. Prácticamente ello estaría presente ya que el entrevistado seguramente negaría la presencia de alguna alteración de su potencia sexual. Pero no debemos quedarnos con el reporte de los mismos. Habría que profundizar la encuesta con los mismos. De momento solo afirmaremos, que algunos de ello presentan lo que podría ser una sexualidad inhibida como diagnóstico[6]. Si bien hay una practica sexual, heterosexual, no es frecuente la referencia sobre la masturbación o cierta frecuencia de relaciones sexuales. El tema de la sexualidad más bien parece ser evitado con frecuencia. Algunos casos donde ha sido posible incursionar en tal temática son:

1.      El interno (Rafael L.G.) que se le acusa de violación e incesto, refiere que su hija es quien se presenta ante el y después de permitir las caricias se retira. Regresa habiéndose cambiado el pantalón por faldas. Acto seguido se levanta la falda y el interno observa que no tiene pantaletas. De esta manera se verifica la relación sexual con su hija. Entre los antecedentes, dice el paciente que lo encierran por dicho delito, por que fue más fácil para su esposa denunciarlo a él que a su propio hermano; según el paciente el había sorprendido a su hija y al tío de esta, teniendo relaciones sexuales, situación la cual fue de conocimiento y verificación por su esposa. Otro antecedente de interés se relaciona con las primeras relaciones sexuales con su esposa. Al respecto señala que ella fue quien tomo la iniciativa. Un buen día ella le baja el cierre del pantalón, detrás de un zaguán, estimulándolo hasta tener una erección; acto seguido, colocándose de espaldas a nuestro sujeto, se levanta la falda, baja sus pantaletas y se da la penetración; sic. “ella era la que se movía”. Sobre ello el interno manifiesta que esto fue para el una sorpresa[7]. Por otra parte, afirma que el siempre fue una persona correcta en su comportamiento: así por ejemplo, aún cuando hubo oportunidad de “aprovecharse” de su esposa, una vez que esta lo visito en su departamento por toda la noche, el la respeto. Por último, el interno conoce a otro hombre, del cual se hace un gran amigo; mismo quien lo visita durante su reclusión y relación que cuando se observa o se escucha no deja a otro comentario de “que parecen novios”. Una referencia del grado al cual había llegado la relación, se menciona que el interno cuido a dicho personaje durante la convalecencia de una enfermedad y que él fue el encargado incluso de ayudarlo a bañarse, a pesar de que el mismo contaba con su esposa, la intermediaria para que se conocieran[8].

2.      Otro interno (Ángel A.H.), menciona entre sus antecedentes el haber sido una persona opacada y tímida, hasta que crece y físicamente se desarrolla. En esa época el jugaba fut bol “llanero” y dice que era exitoso. Esto lo lleva a ser buscado por las mujeres de su colonia o las asistentes al fut bol. Ello le permitió tener hasta varías novias a la vez o que solo las viera en pocas ocasiones y las dejara, Menciona que en tales casos nunca llego a mantener relaciones sexuales con las mismas, sic“…solo eran novias…”. Refiere que por muchos años, siete aproximadamente, tuvo una novia a la cual quiso mucho, pero con la cual nunca formalizo su relación para casarse. Un buen día la misma se va con un militar del cual se embaraza. Tal situación dice que fue difícil para él por la manera en que se dio, después de que se suponía ella era su novia de años. Ante tal relato experimenta malestar y rabia[9] al recordar dicha situación. Reacción emotiva momentánea y cambiándola con rapidez por despreocupación. Posteriormente conoce a su esposa, la madre de sus hijos. Cuando se entrevista al interno la misma ya lo había abandonado y ya tenía otra pareja. Dicha relación parece ser que al darse, es la misma quien parece ser la que toma la iniciativa, tanto para establecer como para terminar la relación.

3.      Un caso más (Ricardo G. P.), el interno niega su comisión delictiva, pero ello no es de importancia. Entre sus antecedentes refiere que la acusación de violación se da por que se pretendía cubrir la infidelidad de la esposa o por  el temor de que la misma pudiera ser agredida por el paciente, quien logro que le confesara que lo había engañado. Sospechando el interno de que su mujer le era infiel la presiona para que declare su desliz. Ello lo logra cuando aprovecha la preocupación de la misma por una enfermedad de su hija y ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, le dice que se lo niegue ante ella si el esta equivocado y que no ha ocurrido nada. Considerando que la esposa es muy religiosa la presiona. Después de esto, la mujer confiesa que efectivamente tenía una segunda pareja. Posteriormente afirma que el jamás le habría hecho algo o que no se cree capaz de agredirla, como no lo hizo en su momento.

 

En el caso de Adrián S.S. el delito es perpetrado con su hijastra, la cual era hija de su concubina y de la cual se había separado recientemente. Dicha concubina e hijastra, se habían quedado a vivir en el mismo terreno donde el interno construyo un cuarto para él y con lo cual se mantenía a distancia de su concubina, con quien había mantenido por cierto tiempo relaciones sexuales, pero a quien ahora ya no quería. No podía “correrla”, por ello la dejo vivir en dicho sitio. El debía hacerse cargo de ellas y así se lo hizo saber. El delito se da, por que la hijastra, al saber la terminación de la relación de su madre con el interno, lo busca en su cuarto y a solas. Refiriendo que incluso ella se le insinuaba o le decía directamente que deseaba mantener relaciones sexuales con él. Este era, además el motivo por el cual negaba que hubiera cometido un delito. Sin embargo, por tipificación legal, al tener dieciséis años la victima, ser menor de edad, ya era delito de violación. Aunque en el había una practica sexual no parecía ser abundante. Continuando con las asociaciones libres del interno este afirma, con un dejo de entusiasmo, su interés por el área educativa, donde se le mostró bibliografía sobre el tema de la sexualidad. Al cuestionarle sobre tal interés y entusiasmo, afirma que tiene dos motivos para ello. Uno por que el texto le hace ver aspectos relacionando con el aparato reproductor y genito-urinario de la mujer y del hombre; información que dice, que él no poseía. El segundo motivo, es, por que a través de tal lectura, trataba de buscar información que le aclara por que se le acuso de violación. Tales motivos permanecen por varias sesiones en su discurso. Inicialmente se le cuestiona acerca de cómo esto le podría aclarar su calificación delictiva, no puede responder. Ante la insistencia de tales argumentos se le plantean tres opciones para avanzar en su caso, que son: ¿Cómo la información revisada sobre la anatomía le esclarecería una situación legal?  ¿Efectivamente, si lo que buscaba era la determinación de la calificación de su condición delictiva, ello lo debía consultar en un texto jurídico? ¿Cuál era el entusiasmo e interés manifestado por la revisión de la información anatómica de la sexualidad? Desde el punto de vista legal dichas dudas del interno tenían una solución fácil. La consideración de la edad de la víctima, de catorce años, permite la consignación y la tipificación del delito de violación en su caso. Resuelto esto, el interno se mantiene por varias semanas con la insistencia en por que se le acusa de violación, a pesar de que siempre recuerda que la edad es el factor determinante y sin lugar a dudas para ello. Ante esta duda, parece que en realidad no era la tipificación del delito lo que preocupaba al interno. Su entusiasmo por la información enseñada en el área educativa solo tenía como hipótesis, la existencia de otra pregunta, pero no en relación directa con el delito, sino con el tema de la sexualidad. Avanzando en el análisis de este sujeto, explicita la manera en que se dan sus relaciones de pareja. Las cuales tienen como común denominador, la iniciativa de las mujeres para estar con él. Así, la madre de la victima de su delito y su concubina por un tiempo fue quien propuso la relación de amasiato. Con otra pareja previa, fue ella quien le pidió tener las relaciones sexuales  Y en el caso de su hijastra, dice que ella lo busco y piensa que ella ya había tenido relaciones sexuales por su comportamiento. Dicha mujer, afirma que lo avienta a la cama y lo desnuda, desabrochándole la camisa y el pantalón. Posteriormente, ella es quien lo besa y subiéndose en el interno permite la penetración por vía vaginal. Sic. “era ella la que se movía y yo la veía extrañado, preguntándole como es que sabía tanto y quien le había enseñado. Pero ella solo decía que se callara por que le quitaba la concentración o le tapaba la boca para que no hablará, mientras tenían relaciones sexuales. Durante varias sesiones el interno mantiene la temática de su interés por investigar sobre el tema de la violación era su desconocimiento de ello. Sin embargo, es de notar que su búsqueda no se da en el lugar correcto. La tipificación del delito de violación no se da en los libros de anatomía sino en el de leyes; no consultando estos últimos. De igual manera el afirma su desconocimiento de la sexualidad, pero no toma en cuenta que el ya había tenido relaciones sexuales con varias mujeres, incluyendo a la víctima; ni tampoco era su primer relación sexual. De esta manera se mantenía una pregunta con respecto a su caso ¿a que conocimiento o desconocimiento se refiere? En avances recientes en Julio del 2005, el interno acepta de su responsabilidad con respecto al delito. Dicha situación parece ser autentica y sin convencionalismos. Sin embargo, ello aún deja pendiente el motivo de su búsqueda de información sobre el delito de violación en un texto de anatomía o biología del cuerpo humano. Tampoco esto aclara el motivo de la sorpresa al ver el aparato urinario de la mujer y del hombre[10].

 

Con respecto a Oswaldo C. R., afirma que el tenía ya relaciones sexuales con una novia que tenía a sus diecisiete años. De igual manera que en otros casos niega la comisión delictiva. Afirma de manera inicial que el había tenido relaciones sexuales con la menor por que ella lo había permitido, lo había deseado y se le había insinuado. Posteriormente modifica dicha versión señalando que en realidad solo la había acariciado pero no había habido tales relaciones sexuales. Esto había pasado a pesar de que él había entrado en la casa de la menor cuando ella se encontraba a solas; cuestión posible por que la menor lo había permitido. Sin embargo, ante el rechazo de ella y la negativa a tener una relación sexual, se habían salido a la puerta de la casa de esta y ahí fue donde se dieron las caricias. Con ello negaba la versión jurídica del delito, en la cual se menciona que el interno, en compañía de otros dos hombres, sus primos, habían intoxicado a la menor y habían abusado sexualmente de ella. La victima había acudido al domicilio donde se lleva a efecto el delito, por que había ido a dejar la gorra de un bebe, al que ella cuidaba y que era hijo de uno de los victimarios. En dicho momento, ellos le ofrecen una bebida con lo cual ella pierde el sentido. La edad de la victima parece de importancia en este caso, por la descripción de las características que se hace de la menor por el interno. Su comportamiento y actitudes no parecen corresponder a una mujer de trece años de edad.  Cambiando parte de su versión, el interno acepta haber estado con la menor, aunque sin tener relaciones sexuales con ella (sin penetración). Solo afirma que se desnudaron a medias y el la toca con su miembro erecto pero sin llegar a más. Ante esto, dice que tal situación ocurrió en el mes de Diciembre, pocos meses antes de su detención y del cumplimiento de sus dieciocho años de edad[11]. Siendo ese el motivo por el cual el fue recluido y sentenciado como adulto e internado en un reclusorio. Según parecía, el padre de la menor tuvo conocimiento de los hechos ocurridos entre su hija y el interno; por lo cual, al acusar a los primos del interno, lo incluyen a él cuando ya había cumplido la mayoría de edad.

 

De acuerdo a los casos presentados, podemos suponer que la presencia de la sexualidad de los pacientes esta presenta pero esta tiene características particulares. En ellas hay poca iniciativa, o la mujer con la cual se involucran son quienes parecen llevar tal iniciativa. Dicha situación parece ser más una actitud femenina dentro de la relación de pareja por parte de los pacientes mencionados. Además, tiene las características de lo que (Ey, 2006) denomina sexualidad neurótica.

 

Continuando el análisis del texto, el autor afirma con respecto a las fantasías de los masoquistas lo siguiente: “..el contenido manifiesto es el mismo: ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo, sometido a obediencia incondicional, ensuciado, denigrado…”. Al respecto sobresalen dos comentarios:

1.      Casi de manera invariable, cuando se sabe que se es trabajador de un reclusorio, los interlocutores muestran curiosidad por la vida de reclusión. Puede ser que directamente y en primera instancia o después de cierto rodeo, se pregunte de si es cierto que los violadores son agredidos sexualmente por los demás internos, al ser recluidos; además de si son golpeados o maltratados físicamente[12]. Un interno (Margarito A.C.), menciona su temor a ser descubierto durante su reclusión con respecto a su delito, mismo que fue en agravio de una sobrina menor de edad y de la cual decía sorprendió teniendo relaciones sexuales con otra persona. En pocas palabras, el afirma que pensó que la joven no diría nada y que por tal motivo aceptaría las relaciones sexuales con él, sin decir nada. Más el calculo le fallo, por lo cual fue acusado de violación y encarcelado. Algo que parece indudable en este caso, es la condición de aprovecharse de una situación de aparente secreto por su inadecuación. Pero volviendo a su temor, siempre evitaba que se supiera el motivo de su reclusión. Efectivamente fantaseaba y temía el hecho, de que si ello se supiera, fuera agredido física o sexualmente. Cuando alguien le preguntaba por su delito, evadía el tema o inventaba otro delito; estrategía muy común entre los sujetos acusados del delito de violación. Al respecto, en sesión terapéutica se le cuestiona el hecho de que nunca tuvo una agresión y de si ello era, porque realmente los demás internos desconocían su delito. El interno concluye, de que en verdad era probable que supieran de su delito de violación[13], por lo cual la motivación para no ser agredido era otra. Pero en nuestro caso nos interesa más ese temor injustificado después de varios años de prisión. El mismo debe  y puede interpretarse como una fantasía de agresión, como lo indica la cita: ser “…golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo,..denigrado…”.

2.      La realidad, con gran frecuencia los internos acusados de violación son a su vez violados por otros internos; usando para ello su propio pene o algún objeto, como por ejemplo un palo de escoba, con el cual son penetrados analmente. El argumento de algunos reclusos para tal acto, es que los mismos piensan en sus madres, esposas, hijas o demás familiares mujeres, quienes según ellos pudieron haber sido victimas de violación. Con frecuencia, la posibilidad de que el sujeto que ahora es violado, no tiene o nunca tuvo la menor posibilidad de relación o contacto con dicho personaje, el actual violador, o sus familiares mujeres. Tal cuestión parece ser más una fantasía de los internos, ¿acaso para justificar la violación que comenten? O ¿tal vez para encubrir de manera desplazada su propia excitación homosexual?

3.      Al decir de los internos, consideran como el peor de los delitos, el de la violación. Consideración que genera en el interno con tal delito, ocultar el mismo, sic. “incluso si ello implicara la compurga de su sentencia”. Situación que se mantiene con respecto a los psicólogos y a pesar de la insistencia de la confidencialidad del tratamiento psicológico. Otro interno (Carlos O. O.), afirmaba que si él tenía que aceptar su delito de violación ante los demás, se le dijera para que entonces dejara de participar en las diferentes áreas del tratamiento institucional. Para otro (Israel), la aceptación implicaba que sería el “peor de los hombres” y que tal vez perdería el apoyo de su novia o de su familia. Con ello se negaría a sí mismo toda oportunidad de ser una persona adecuada o feliz. En este último caso, son de interés las justificaciones, para afirmar que él no había cometido el delito. Mencionaba que no se dio la violación, en agravio de una mujer mayor de edad, por que ella le había prometido, que después de tener relaciones sexuales con otro hombre las tendría con él; además, de que al caer el suelo, ella no tomo una piedra, de las que había a su alrededor, para golpearlo y defenderse.

4.      Un punto más que sobresale, en relación al ser “...ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo, sometido a obediencia incondicional, ensuciado, denigrado…”, puede ser el trato recibido y reportado durante la detención. Ellos mencionan que desde en momento que se presentan los judiciales son golpeados o insultados, incluso antes de ser informados del delito del cual se les acusa. Hasta el momento solo se consideran dos excepciones. Un abogado quien afirma no cometió el delito y se presenta voluntariamente al ministerio público para conocer la imputación que se le hace. Después de que le dicen que tiene un gran problema le informan que el delito es de violación y comienzan a insultarlo; el no refiere haber sido golpeado. El segundo caso es Carlos O. O. Quien dice que desde la detención acepta el delito y que tal vez por ello no lo agreden. Aquí n hay que olvidar, que la autodefensa de los violadores incluye lo inadecuado de la detención, que casi nunca coincide con la ejecución del delito. De hecho enfatizan en la detención no en las características del delito[14].

 

Partiendo de estos cuatro comentarios, surge una hipótesis de trabajo en la pregunta siguiente: ¿acaso el violador esperaba ser “…golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo, … denigrado…”? ¿Acaso es asumir tal actitud feminista de las fantasías del masoquista? Al menos de momento, no podemos excluir, que el violador no supiera lo que le podría pasar de ser apresado y acusado por violación. Es probable que el también conociera, lo que la demás gente piensa que le ocurre a los violadores que son encarcelados. Sin embargo en el momento de la violación, tal conocimiento no era de importancia. De momento no se puede afirmar que si existiera tal conocimiento, ello implicara la búsqueda del cumplimiento de la fantasía al cometer el delito. Es decir, dinámicamente se buscaba esta opción de encarcelamiento, para obtener un castigo por tales fantasías, el cumplimiento de las fantasías femeninas u homosexuales. De tener tal conocimiento, es más un manejo omnipotente de no ser atrapado en el delito. Partiendo de un probable pensamiento omnipotente en el violador, se le puede relacionar con la omnipotencia y la protección de un secreto. Dentro de este último, el frecuente ocultamiento de la observación de las relaciones sexuales de los padres o los adultos. Conocimiento que tiene el niño, pero del que no, nada saben los progenitores. Por ejemplo, en el caso de Juan B, nadie supo que había visto a sus tíos teniendo relaciones sexuales con una misma mujer y de manera simultanea[15], lo cual ocurrió entre sus seis u ocho años de edad. O como en el caso de Pedro Z. M., quien escucho como tenían relaciones sexuales sus padres, en la misma cama en que él y sus hermanos dormían. Cuestión que él no descubría, ni podía descubrir por que podría haber sido golpeado por el padre. Por ello se hacia el dormido, estando de espalda a sus padres y no se movía en la cama. Un último rasgo a destacar con relación a la sexualidad del violador es su relato breve y rápido de su sexualidad infantil o adulta. Poco se detienen en ella haciendo el relato de la misma de manera concreta. Con respecto a la presencia de ciertos contenidos sexuales, no relacionados directamente con el delito, hay que destacar el caso de Adrián S. S., quien al analizar su delito con posterioridad, durante el tratamiento como sentenciado dice: Que durante su participación en el área educativa se interesa por el tema de la sexualidad e intenta saber más de ella. Le preocupa como se da la relación sexual, como son los órganos reproductores masculino y femenino. Señalando específicamente que ahora sabe que hay unas trompas, una matriz y otras partes del aparato reproductor femenino. Al cuestionársele con respecto a dicha investigación y su relación con su delito, inicialmente no sabe que contestar. Pero, ¿qué es lo que busca con la revisión de dichos temas y por que específicamente sobre los órganos reproductores masculino y femenino, estos últimos en especial? Con respecto al tema, parece ser que se investiga a fin de encontrar el justificante de que no había cometido un delito. Si su hijastra había aceptado las relaciones sexuales, ¿como es que lo acusaban de violación?. Esta parecía ser la pregunta que él se hacía. En ese sentido la solución era fácil, ya que la victima tenía dieciséis años de edad. La minoría de edad es lo que permite la tipificación del delito sin mayores argumentaciones. Dicha cuestión es aceptada sin dificultad por el interno, no así el por que el interesaba la búsqueda de información con respecto al aparato reproductor ni la relación de ello con el delito[16].

 

Desde una perspectiva diferente, la lectura de la cita de Sigmund Freud, hace que emerja una comparación o analogía con una de las características de los internos con delito de violación: Su obediencia y cumplimiento en lo que se les indica. Es bien conocido entre los que trabajan en reclusorios, que los que tienen tal delito, por lo regular asisten a todas las áreas que se les indican; muchos de ellos acumulando el 100% de asistencias. Por ello se les conoce como “cumplidores”, Características que se acompaña con frecuencia del comentario siguiente: sic “estamos en sus manos y solo debemos cumplir lo que se nos indica”, Y efectivamente así lo hacen, con “obediencia incondicional”, raras veces se observa incumplimiento en los señalamientos que se les hacen. De ser así, tenemos una actitud más de la fantasía inconsciente relacionada con el masoquismo femenino. Por otra parte, el que el interno acusado de violación no pueda decir cual es su delito y en caso de la agresión física o sexual no pueda denunciar esto, parece que cumple otras de las características de las fantasía masoquistas como es: el “ser amordazado, atado…”. Esto es válido a pesar de que se diría, que el interno no pude denunciar por que esa es la “ley” en reclusión y que existe un acuerdo implícito entre ellos (Fabela, 2013)[17]. En todo caso, hay que pensar, que en el trasfondo de la actitud de los otros internos, a pesar de su agresividad, también hay un componente del masoquismo femenino que los “amordaza o ata”. Su agresividad podría interpretarse tentativamente como una defensa contra tal actitud masoquista y feminista, ¿acaso como formación reactiva? Pero no es ocioso destacar, que lo que somete, amordaza o ata es una “ley”, lo cual simbólicamente es representante de la figura paterna y con lo cual llegaríamos a otro punto de la cita analizada, que dice lo siguiente: ”…las fantasías masoquistas…ponen a la persona en una situación características de la feminidad, vale decir, significan ser castrados, ser poseídos sexualmente o parir…”. Para que ello se de, al ubicarse el interno en posición feminoide, que es poseído o castrado por alguien, que debe ser, así lo suponemos el padre, representante de esa “ley”, No se puede negar que el interno es biológicamente masculino, esto aún si hubiese sido castrado, por ello decimos feminoide y no femenino. Pero lo importante es que consideramos una parte de ese padre que es la homosexualidad. Es decir, no por que el otro este castrado y ahora carezca de pene, o por que el asume una actitud activa y masculina, no tiene una relación homosexual. Situación de interés, ya que la ley es representante del padre pero a la vez el articulo que la precede es “la” en femenino, conjuntándose ambas posturas en ella. Por otra parte, la representación de la ley, no se hace con una figura masculina, sino precisamente con una mujer, en la cual se destacan sus atributos femeninos  a través de su toga. Esto nos es de importancia, ya que con frecuencia el ejecutor de la “ley del reclusorio” contra los violadores es ejercida por uno o varios hombres. Con lo cual se da la ejecución de una consigna de manera homosexual. Si bien ello podría decirse que se transforma en la regla o norma de la vida en reclusión, debemos volver al señalamiento de los tipos de violación que pueden ser perpetrados. Los ejemplos hasta el momento indicados, corresponderían al tipo de los neuróticos (Ey, 2006). Con respecto a la violación psicótica[18] solo agregaremos de momento que ellas es cruenta, salvaje, agresiva, impulsiva e inmotivada con gran frecuencia. Pero existe la que denominamos “perversa” o sociopática. Entrecomillamos el primer término por que no lo enfocamos en el sentido psicoanalítico[19] del concepto sino de manera figurada. Un ejemplo de este caso el siguiente: Un interno, que por lo regular se negaba a acudir a tratamiento, solo cambia dicha actitud cuando esta casi por concluir su sentencia. Según al decir del mismo, para lograr con tranquilidad la compurga de su sentencia y asegurar la misma. Extraoficialmente por el trabajo clínico, se podía concluir que era un intento de tener la certeza de que no habría motivo alguno de retención o negación de su libertad. Sin embargo, poco tiempo antes de que sea liberado por la compurga de su sentencia es procesado por delito de violación en grupo de otro interno; este último realiza la denuncia de hechos y se procede a la apertura de un juicio. Tiempo después el interno es externado sin culpa sobre el delito cometido en la reclusión. Al parecer dicho sujeto y otro de los involucrados son absueltos por que un tercero acepta la culpabilidad del delito de manera personal. ¿Por qué ocurre de esta manera el caso descrito? La respuesta parece ser que el interno al que finalmente se le imputa el delito tenía otras sentencias que cumplir, que una más no le “afectaba” ya; las posibilidades de alcanzar una libertad con las sentencias anteriores eran nulas, la nueva sentencia no modificaba la situación del inculpado en nada. Además no se podía negar a tal situación sino bajo el riesgo de ser aniquilado por los que si tenían opciones de libertad[20]. Pero, ¿qué había ocurrido con el interno a punto de ser liberado y que se involucra en la violación? Teniendo el conocimiento del caso por la historia clínica del mismo, se podía concluir que presentaba características de tipo sociopáticas. Situación que implica la posibilidad de manejo de los impulsos y del placer de manera inmediata, inadecuada e inaplazable[21]. Con tales características podemos inferir que el interno debía experimentar una excitación sexual que requería de su satisfacción y que fue lo que ejecuto. En el solo podía representar la presencia de una necesidad de descarga de la tensión acumulada. Similitud que pareciera estar presente en el adolescente y en relación a abuso sexual con sujetos menores que este y ¿acaso durante la violación misma?

 

Relatemos otros casos de violación, a fin de tener múltiples ejemplos de análisis, estos son:

(José Luis), el cual es acusado junto con su esposa, no solo por violación sino también por corrupción de menores, sus hijos tanto varones como mujeres. El paciente, como es costumbre en casi todos los violadores, niega la comisión delictiva. A pesar de sus varios años ya de reclusión, mantiene que solo puede aceptar que tuvo relaciones con una de sus hijas y solo en una ocasión, negando las demás y los demás cargos. En los antecedentes de la familia, se refieren a la promiscuidad sexual del interno, que favorecía que la esposa tuviera relaciones sexuales con otros hombres. Quizás de tal manera surge la posibilidad de que las hijas sean involucradas en las relaciones sexuales con los amigos del interno o parejas de la esposa. Es importante la consideración del consumo de alcohol del interno, que a pesar de su negativa parece que el mismo es un padecimiento grave. De tal manera y ante el alcoholismo, se podría decir que el mismo sería un factor favorecedor de la promiscuidad y la tolerancia de las relaciones sexuales e incluso de la violación por otros hombres de sus hijos varones. Después de todo, parece ser que como ocurre con frecuencia en el alcohólico, estando borracho no sabe lo que ocurre en su vida o en su sexualidad o en su familia. Ejemplo de lo primero, lo da Emile Zola, en su novela de la “Taberna”, donde uno de los personajes tolera que la esposa se involucre en la relación sexual con uno de sus mejores amigos de parranda, pero no alcohólico. Cuestión que el no sabía o que no le importaba mientras estaba ebrio. El segundo caso se puede relacionar con el comentario de un paciente alcohólico en tratamiento rehabilitatorio intrahospitalario, quien afirmaba: sic. “mi gran preocupación es que al tener lagunas mentales, no se si tuve relaciones sexuales con mujeres o con hombres”. Y por último, en el tercer caso, nuestro interno José Luis. Se decía que la familia de la esposa incluso se dedicaba a la prostitución. Un antecedente más de tal interno es la existencia de relaciones sexuales del mismo con su suegra durante una borrachera, situación que no fracturo o rompió la relación de este con su esposa. Solo agreguemos como antecedente las particularidades de la sexualidad en los casos de alcoholismo crónico, donde la misma esta disminuida o incluso hay presencia de impotencia sexual. Desde el punto de vista de la evaluación del caso, la impresión del paciente es de que el mismo parecía un “teporocho”.. El cumplimiento del mismo en las áreas, era tal que todas estas lo proponían para una preliberación, con excepción del área de psicología.

De (Israel H. R.) destaca las circunstancias en que se genera el delito. El mismo lo niega bajo el argumento de que la victima había tenido relaciones sexuales con un amigo, al parecer en un lote baldío y él la forzó , dándose la relación sexual. El interno dice que se encontraba ebrio y tuvo tales relaciones por que el consideraba que nada pasaría, ya que ella le había al parecer prometido que tendría relaciones sexuales por que el le había llevado a su amigo; la primer persona con la que la victima tuvo relaciones sexuales en ese día. El interno además, considera que no hubo violación sino tolerancia de las mismas relaciones por la victima, puesto que en caso contrario ella podría haberlo golpeado con una piedra de las que había en el lugar donde cayeron y donde se efectuó la relación sexual: sic. “ o por que ella no se defendió”. Además, menciona que el no tenía necesidad de una relación sexual, ya que el siempre se ha comportado bien, tenía un buen trabajo y a su novia con la cual pensaba casarse. Su forma de hablar y sus expresiones denotan cierto amaneramiento. En información posterior[22] el interno fue preliberado, por que se consideraba que su conflictividad se había atenuado y los riesgos institucionales o para la sociedad se consideraban bajos. Con esto, se suponía que las posibilidades de una reiterancia conductual eran poco probables; es decir, se pensaba que no se involucraría en un nuevo delito, en situaciones de riesgo o de conflicto[23]. Sin embargo, incidentalmente dos personas ajenas totalmente al mencionado interno escuchan su conversación con terceras personas. En ella relataba las condiciones en que se dio su delito y la manera en que fue sentenciado; situación que por los elementos proporcionados permiten la identificación de su caso, aún sin haberlo visto a este. Además de otros comentarios, el mencionaba la injusticia que se había cometido contra el, por las condiciones en que se le acuso del delito de violación. Amenazando a su vez con la posibilidad de buscar venganza en la persona de la ofendida, a fin de saldar cuentas con ella por la sentencia que se le impuso. La pregunta consecuente era ¿por qué externar tales comentarios? ¿Acaso presumía de su delito y de su opción para ingresar al reclusorio? El interno planeaba y así lo realizo, el entrar a la institución, a pesar de saber que como preliberado el tiene prohibida la entrada. Su justificación para efectuar tal acto, era que tenía un hermano (o medio hermano) que había ingresado a la institución por el ejercicio de un delito, encontrándose procesado por ello. El quería decirle como “moverse” o con quien relacionarse en la cárcel para evitar los problemas; después de todo el tenía una buena experiencia durante su reclusión. ¿Era un “experto” puesto que incluso había logrado su preliberación? ¿Qué le ocurría ahora? ¿El externamiento le daba valor para realizar lo que proyecto? ¿La reclusión no le había afectado tanto como para no desear arriesgarse de nuevo a regresar a un internamiento? ¿En el se mantenía un sentimiento de omnipotencia que no le permitía ver los riesgos de entrar a la institución o de hablar abiertamente sobre su delito ante desconocidos?. Por “mala” fortuna de este fue escuchado y comentado por dos personas, con lo cual se le podía identificar sin lugar a dudas. En asistencias subsecuentes continua afirmando que se tiene un error con respecto de su persona y reconfirma que su psicólogo esta equivocado, a pesar de que es el mismo que lo trato y lo conoce con suficiencia. En otra sesión lleva a su tío, el cual se atreve a amenazar veladamente de que se hostiga a su sobrino por algo que el esta seguro que no hizo; certeza por supuesto que solo de “buena fe” esta presente.

(Alfredo G. G.), es un interno adulto, que comete el delito de violación en agravio de una menor de edad. Para esa época, el tenía casi cincuenta años de edad. Niega la comisión del delito. De su sexualidad destaca que mantiene relaciones sexuales por muchos años con una mujer mayor que el; misma con la cual no procrea hijos por que le decía la misma que el interno era estéril. Dicha situación se descubre que era falsa, por que el interno tiene relaciones sexuales con otra mujer, la cual al parecer se embaraza. Ello da pie al reclamo y al abandono de la misma. Otro antecedente del mismo es su matrimonio con la misma mujer que favorece la denuncia de violación en agravio de la hija de una vecina amiga de su propia hija. Dicha relación de matrimonio se verifica con una mujer diecisiete años menor que el interno y de la cual este desconfiaba por que tenía confirmado que había mantenido cierta relación con un trabajador de la ruta 100, misma en la cual el laboro por muchos años. En sus declaraciones en consulta clínica, destaca su énfasis por la realización de un careo con la menor durante el juicio y con el cual demostraría la falsedad de la declaración de la menor. Careo que al parecer le fue otorgado y en el cual no dijo nada el interno.

(Juan B. V.), fue un interno, quien si refiere que en reclusión fue agredido por varios internos, logrando los mismos penetrarlo con un palo de escoba por el recto. En tal ocasión el se defiende, solicitándoles a los otros un “ribete[24] con uno de ellos. Después de ello, no lo volvieron a molestar y era una persona que respetaban en reclusión. Su delito, el cual acepta después de cuatro años de negativa, se da en agravio de un menor de edad hombre. El interno dice que los hechos ocurren cuando el estaba bebido en casa de una tía, la parte acusadora y madre del menor. Afirma que estuvo tomando con la tía y sus amigas, las cuales trabajaban en el mismo bar que el. Considera que lo excitaron pero no pudo llegar a tener relaciones con ellas por que las mismas se negaron. Al estar durmiendo en la misma cama que el menor, experimenta nuevamente excitación y de esa manera intenta penetrar analmente al menor. Este grita y por ello se despierta la madre y lo sorprende en el intento de violación. Dentro de sus antecedentes se encuentran la observación de las relaciones sexuales de sus tíos con otras mujeres. Recordando que ello ocurre en su infancia y teniendo como uno de los recuerdos más claros, la ocasión en que una mujer semidesnuda es penetrada por uno de sus tíos, estando la misma sobre el tío. En ese momento dice que ve como otro de los tíos se acerca por la espalda de la mujer y al parecer penetrándola analmente de manera simultanea con el otro tío. El solo recuerda que le impresiona como la mujer grita y se desploma. En ese momento el sale corriendo de su escondite y se va con su madre. Evento de importancia y al parecer de trascendencia en la vida de este. De ello probablemente se derive años más tarde la ejecución del delito que se le imputa y que dinámicamente podría corresponder a una distorsión de valores y normas con respecto a su sexualidad. Es un caso que podemos considerar afortunado por el avance de su tratamiento. El mismo, cuando estaba seguro de su externamiento es retenido por seis meses más en los cuales continua su tratamiento psicológico[25]. Uno de los puntos de importancia abordados de manera inicial fueron las tres versiones que había en su expediente y que el había reportado. Al intentar el interno corregir ello retoma la versión jurídica, la cual  representaba la cuarta versión del delito. Se tranquiliza al interno en relación a su temor inicial de una reapertura de su caso y en incremento de su sentencia o a la negación definitiva de su preliberación, lo cual legalmente ya no era factible. Tiempo después se da la aceptación del delito con un doble efecto: el primero en relación al relato de los hechos delictivos que permiten que de cuatro versiones se haga una sola, que coincide con la versión jurídica con mínimas variaciones. El segundo es la tranquilidad del interno, que favorece el relato de su propia violación en la reclusión. El efecto posterior incluye la aclaración con las diferentes áreas de su negación del delito, empezando con trabajo social. Ante ella parece enfrentar un nuevo problema, que consistía en su temor de la opinión de tal trabajadora. Al parecer el consideraba que la misma era mujer y a la vez madre de familia. Al fin de cuentas ello pudo ser superado y se dio la aceptación del delito ante las demás áreas. El último paso consistió en la aceptación de la comisión delictiva ante su esposa y su suegra. Ahora su temor era que al hablar con ellas le retiraran el apoyo para un posible externamiento. Indudablemente un riesgo que tenía que correr y que así lo decidió. Producto de ello fue el enojo y regaño de su esposa, tanto por la negación del delito, como por el delito mismo, pero con la posterior promesa de continuar con el apoyo y que no se repitiera lo esto nuevamente. Tiempo después el interno es preliberado, logrando en el exterior sus firmas semanales, quincenales y mensuales de manera consecutiva y sin dificultad. Su evolución adecuada motiva la propuesta del área jurídica de que el interno regrese a vivir con sus menores hijos y esposa antes de que concluya su sentencia en prelibertad. Cuestión que por ley no se podía permitir, pero que se procedió a ejecutar a fin de que se vigilase su comportamiento ante sus hijos. El adecuado desempeño dio como resultado el otorgamiento del último beneficio institucional que era la remisión y compurga de la pena impuesta, liberándole definitivamente de la institución. Cabe destacar, que fue un interno, que al día siguiente de su externamiento dijo a su psicólogo, que había valido la pena sus últimos seis meses de retención. Comentario contrario y no compartido con casi todos los sujetos que han tenido alguna reclusión legal por cualquier delito. Ante ello emergía la pregunta de ¿qué significaba dicho comentario en el interno? Si se observa su evolución en prelibertad, se pude concluir que ello representaba la tranquilidad del interno y el motivo para haber externado tal comentario. En la reclusión, después de ser un interno problemático que se caracterizaba por sus conflictos con el área de vigilancia, esto había cambiado. Por otra parte había alcanzado su preliberación y con ello apoyaba nuevamente a su familia, lo cual había deseado hacer desde tiempo atrás. Y por último, podíamos afirmar, que había dejado de “sufrir” por negar su delito. Ello se da a pesar de que la situación de la familia era extrema[26]; valga como ejemplo de ello solo dos experiencia de la misma, que son: Su asistencia a la central de abastos para recolectar verduras y frutas tiradas por los locatarios para proveerse de alimento para ellos; limpiaban tales productos de regular estado para su sustento. El segundo ejemplo era la preocupación de la familia, tres días antes, para la visita del interno. El comentario del interno, a pesar de que el conocía dicha situación seguía siendo valido y presente y tal vez con mayor valor.

Juan H. J. es otro interno que exhibe como característica sobresaliente la deprivación sociocultural. Toda su vida, al igual que sus padres se ha dedicado a ser vendedor ambulante. Afirma que el no cometió el segundo delito que se le imputa de violación a dos sobrinas menores de edad, de aproximadamente diez y once años de edad. Tal denuncia y el posterior proceso se generan al parecer después de que el interno ya tenia tiempo de estar compurgando su primer sentencia por violación e incesto, en este caso a dos de sus hijas, menores de edad pero ya adolescente. Con respecto al primer delito si se da ya la aceptación del mismo, aunque el niega que haya realizado la penetración vaginal con las mismas. El indica que lo único que hizo fue en dos ocasiones acariciar por encima de las ropas el cuerpo de una de las menores, que la segunda participa en la denuncia de los hechos de manera solidaria pero que con ella no ocurrió nada. Precisa que efectivamente su esposa incluso sabía de lo que había ocurrido llamándole la atención en la primer vez que ocurrieron los hechos. En la segunda oportunidad es cuando se da la denuncia, participando en ello como denunciante la madre de las menores. Años después la esposa visita al interno en su reclusión sin importarle los hechos ocurridos, siendo persistente en ello, a pesar de que lo mismo le esta prohibido por ley y por reglamento institucional. Ella lo había perdonado. Tiempo después, a casi trece o catorce años de su reclusión y en la compurga de la segunda sentencia, se conoce un dato de la historia de las victimas, que se refiere a que las mismas no son sus hijas biológicas. Las mismas son hijas de una primer pareja del la esposa del interno, siendo estas registradas por ellos como hijas desde que estas tenían tres años de edad. Considerando las características de las víctimas, debemos suponer que ya no hay un diagnóstico clínico de pedofilia sino de parafilia, debiendo eliminarse estrictamente el complemento diagnóstico de incestuosa. Aunque legalmente, por el reconocimiento de igual tipo del parentesco filial, se mantendría el término de incestuoso. El interno relata que el delito se da por que el presenta gran resentimiento hacia la esposa y hacia las hijas. En el primer caso por que esta al parecer mantenía una relación con otro hombre y lo cual había podido confirmar por que la había seguido en alguna ocasión. Con las segunda su enojo estaba motivado por que las mismas eran cómplices y tolerantes de tal relación a la cual incluso acompañaban a la madre. Con la menor agraviada y reconocida por el mismo interno, afirma que el es acusado por ella ya que estaba molesta por que el interno le había reprendido con anterioridad por estar fuera de la casa con su novio, lo cual ella no había tolerado. Por otra parte, cabe destacar un argumento más del interno acerca de su delito que es como sigue: que el había manifestado agrado por sus hijastras por que al fin de cuentas presentaban ya un desarrollo corporal como mujeres adolescentes que eran. Con ello afirmaba que antes de que se verificaran los hechos que se le imputaban ya había tal atracción física. En este punto es relevante considerar un elemento como es la deprivación y las condiciones socioculturales de tal familia. De origen rural. Es frecuente saber que en las zonas rurales, la relación incestuosa del padre con las hijas es frecuente. Esto ocurre cuando la madre y concubina ya ha entrado en la etapa de la menopausia y es considerada como una mujer que “ya no sirve” para producir hijos. Siendo sustituida por mujeres jóvenes como lo son las hijas. En nuestro caso son aspectos de importancia para esclarecer la dinámica de la comisión delictiva. No restringiéndonos a dar un diagnóstico por los elementos de una versión jurídica de manera inequívoca. Tal diagnóstico es factible, pero requiere desde el punto de vista clínico su confirmación con la historia de vida del sujeto, lo cual daría peso a el diagnóstico emitido. Se decía que el interno debía tener el diagnóstico de pedofilia o parafilia por que había de por medio cuatro victimas. Al parecer desde lo jurídico se omitía, que tales diagnósticos implican lo que en clínica se consideran perversiones o desviaciones sexuales. Estado implícito y como requisito diagnóstico indispensable la limitación del placer sexual hacia menores, niños o adolescentes. De momento no parece ser concluyente la información con respecto al interno que nos ocupa. En este punto se hará relevante el análisis del concepto de tales diagnósticos e incluso del concepto de violación. En el caso de una proporción importante de sujetos violadores de menores de edad, no parece estar presente “...la limitación del placer sexual hacia menores, niños o adolescentes...”. Ejemplo de ello es Pedro Z. M., quien cometió el delito en agravio de una de sus menores hijas, las cuales había procreado con su concubina; el acto se repitió en dos ocasiones, enterándose de la primera vez la concubina, pero sin denunciarlo. Supuestamente lo llama a la azotea de su casa y ahí le llama la atención. En la segunda ocasión en que ocurren los hechos se verifica la denuncia y detención del interno. Para entonces el había hecho una vida con dicha mujer, su concubina.

 

Salvo uno de ellos, los casos presentados, no fueron violados en reclusión, a pesar de que ellos cometieron dicho delito. Sin embargo, no podemos negar que con frecuencia ello si ocurra. Tal vez, en los casos señalados, excepto en dos, es importante la edad de los victimarios: todos ellos adultos y por tanto denominados por los demás internos como “tíos”. Término que denota la presencia de cierta edad y que permite, de acuerdo al código entre internos, el respeto hacia los mismo y el evitar las agresiones hacia ellos.

 

Dando continuidad al análisis, anteriormente se indicaba la referencia a “la ley” de reclusión, discutiéndose de manera particular dos puntos básicos que son:

1.      La bisexualidad contenida en el término, al asignársele esta al padre, pero anteponiéndosele un artículo femenino, “la”.

2.      El planteamiento de que esa bisexualidad en la figura del padre es inherente en todo ser humano, de acuerdo a la teoría.

Al concluir tales planteamientos y por los ejemplos se destacaba que el ejercicio de dicha ley era ejecutada por hombres. Estos eran los encargados de violara al violador, necesariamente de una forma anal, ya sea utilizando su pene o algún otro objeto que lo sustituía. Con ello se podría afirmar que lo que ocurría era la realización de una relación homosexual; donde el violador es obligado a adoptar una posición pasiva o feminizada al ser penetrado; en tanto que el ahora victimario asume una poción activa, pero al fin y al cabo homosexual. Si se retoma la definición del Dr. Eduardo Gómez Bernal (1989) de homosexualidad o inversión sexual, que dice

 

“Existe atracción por individuos del mismo sexo y la satisfacción sexual solamente producida por la compañía o por el contacto carnal con estas personas. En esta relación existe un individuo activo y otro pasivo” (pág. 399)

 

En ningún caso se hace referencia a la continuidad de la realización de tales conductas sexuales. Es decir, si solo es una vez, no se podría considerar al ejecutor el ser un homosexual. Pero es de mayor importancia, que ello no parece preocupar al victimario o a la víctima. Ante ello preguntamos ¿por qué? En el segundo caso se podría inferir que el “no la deseaba” ni la buscaba, por tanto no existía lo que Gómez (1989) afirma, de que para ser homosexual debe existir “...una atracción...”. El fue obligado a tener dicha relación e incluso se resistió a ello pero no la pudo evitar. El recuerdo no se lo podría quitar pero tampoco tenía por que cambiar su concepción al respecto. De ser cierto, ello es el motivo de que Juan B. No experimentara malestar psíquico ni por que lo hubieran violado en reclusión o por que el hubiese intentado la violación en un niño. Una segunda alternativa podría se la manera en que el interno vivencia dicha la violación, que es como sigue: Ella representa la forma de expiación de su propia culpa por su acto de violación; con ello recibe su justo castigo pero con ello su liberación de tal culpa. En este caso hasta puede ser justificado su victimario. Quizás por ello no parece tener efecto alguno en el interno ahora violado. Otra justificación parece tener que ver con el comentario de Henri Ey (1978), de que las relaciones homosexuales son muy frecuentes entre las personas que sufren una reclusión por actos criminales. Desapareciendo tal conducta al ser externados y recuperar su vida heterosexual. Aunque no hay que descartar que tal aparente carencia de efecto solo puede ser resultado de una represión del afecto que iría ligado a ello. Por otra parte, en muchos de dichos internos, no importa el haber tenido un evento o episodio homosexual ya que ello continuaron con su vida heterosexual. En reclusión tramitaron su visita íntima o tienen la visita de sus esposas o concubinas, sin llegar a las relaciones sexuales. Hay que destacar, que los planteado hasta el momento es que si los acusados de violación fueron violentados sexualmente, esto solo parece ser en una y única ocasión y no de manera repetitiva. Con ello podemos concluir, que la presencia de una vida heterosexual, aunque muchas veces limitada, y la no repetición es sinónimo de no homosexualidad.

 

Otro aspecto que llama la atención es que en la reclusión ya no opera la ley de que la persona que viola debe ser violado, lo cual provoca extrañeza y la pregunta de ¿por qué? ¿acaso por que en esta ocasión no esta involucrada una mujer? Lejos de ser un evento aislado tales violaciones en la vida de reclusión son frecuentes, por la proliferación de casos o por la repetición sobre determinados internos, como lo son aquellos que afectan a los internos con padecimientos psiquiátricos o considerados como “débiles”. En primer término hay que suponer que el ejecutor del violador, aunque ahora también él es violador, no se ve afectado por la ley de la reclusión. De lo contrario sería una cadena interminable de violaciones cada vez que ingresa un violador. Y en todo caso, parece que lo que se castiga o donde se aplica la ley de reclusión si es cuando se involucra a una mujer. Con ello retomamos la importancia que los internos externan con respecto a sus familias. Ello es lo más importante para ellos; esto al grado de tolerar lo que sea contra ello, pero de jugarse la vida cuando se involucra a la familia. Por ello es denominado como uno de los peores delitos a la violación. No importa si es mujer adulta o menor de edad, siempre sigue la línea materna, a la que se refieren los internos cuando dicen: “que todos tienen hijas, hermanas o madres”.

 

Releyendo a Jacques Lacan (1957-1958), el autor refiere:

 

“La función del padre en el complejo de Edipo es la de ser un significante que sustituye al primer significante introducido en la simbolización, el significante materno” (pág. 179).

 

Cita que no introduce en otra explicación de la coincidencia de la bisexualidad en “la ley” a la que nos referimos con anterioridad. Efectivamente en ella están contenidas los dos polos de la bisexualidad al contener el significante de la madre y del padre. Esta coincidencia no explica también el por que se ejecuta sobre un interno la ley de reclusión si es acusado de violación, pero no así cuando la violación se realiza dentro de la reclusión. En el exterior este delito implica la trasgresión de una ley, que prohibe el acceso a la madre. Pero en la reclusión, la violación homosexual no significa tal trasgresión o el acceso a la madre. Ello implica una forma diferente del incesto. De un incesto directo o simbolizado hacia la madre a un incesto de tipo fraterno pero no heterosexual ya que si estuviera presente la representante de la madre sería la continuidad de la línea materna.

 

Otro rasgo sobresaliente de los internos acusados de delitos de violación o de tipo sexual es su “ferreá” argumentación en la negación del delito. Ellos son muy persistentes en la generación de justificantes con respecto a por que no debieron sentenciarlos y las anomalías en sus procesos.

 

Por ejemplo, (Darío M. V. R.), menciona que se le sentencia a pesar de existir tres proctólogos de lo más prestigiado que niegan la existencia de la violación, por vía rectal de sus tres menores hijos. Uno de los proctólogos era de su defensa, el otro de la parte acusadora y el tercero uno en discordia. Coincidiéndose en la junta de peritos que no había indicios de violación. A ello acompaña el comentario frecuente de que los primeros médicos que realizaron el estudio proctológico en relación al delito eran corruptos e incompetentes. Sin embargo fueron los que realizaron el estudio pertinente a poco tiempo de haber sido denunciado el delito. La junta de peritos se efectúa aproximadamente a los siete u ocho meses de que se verificaron los hechos. Podríamos decir que ese es una argumento técnico legal de peso incluso en la revisión del caso y con posibilidad de lograr incluso una absolución del delito. Sin embargo, al plantearle tal situación el se niega a ello, ya que dice que no posee recursos económicos[27] para iniciar la querella correspondiente. Por lo cual, para él, sería más fácil alcanzar una preliberación y entonces llevar acabo su caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, afirmando tener la seguridad de ganar y ser absuelto. El segundo argumento utilizado, para ser sentenciado, injustamente como el lo dice, fueron las características seductoras y los “favores sexuales” de su ex-esposa y acusadora con los ministerios públicos y jueces. Después de todo sic “ella es una mujer atractiva ya que fue ganadora de un certamen de belleza y a pesar de su alcoholismo”. En el presente caso es de importancia por dos situaciones más, que son:

El diagnóstico, el delito de acuerdo a la versión jurídica es por demás espectacular y dramático. Quizás por ello se insistía en que se diera clínicamente una etiqueta de coprofilia. A la vez se planteaba la dificultad para el externamiento del interno ante tal padecimiento. Poco frecuente al menos en paciente no psiquiátricos y tal vez si “perversos”. Por ello es de importancia retomar dos vertientes fundamentales que son:

La definición de la coprofilia. Gómez Bernal (1989), afirma: “Coprofilia o coprofagía.- Satisfacción sexual por ingerir excrementos” (pág. 405). ¿Que dice la versión jurídica al respecto? En ella se señala que el interno penetraba analmente a sus menores hijos, en ocasiones uno después de otro y en otras por separados, ensuciando su pene con el excremento de los mismos. Ante ello, se los mostraba a las víctimas y los invitaba a que lo besaran o lo colocaran en sus bocas. Experiencia que a decir del expediente jurídico se había repetido en múltiples ocasiones durante el período en que se verifico el hecho delictivo. ¿En todo caso, por que aquí no enfatizar en el diagnóstico de pedofilia? Gómez Bernal (1989), al respecto indica: “La paidofilia.- del griego Piados = niño, y filia = cariño o amistad. También llamada pedofilia es el acto o la fantasía de establecer relaciones sexuales con niños pre-púberes para lograr la excitación sexual”. En el presente caso al menos podría coincidirse con dos características que son. Las víctimas eran niños menores de once años de edad. Y el interno era diabético, por lo cual podría requerir de un medio para excitarse sexualmente ante el decremento de su potencia sexual por la enfermedad que padecía y su edad de aproximadamente cuarenta y cinco años. Otro diagnóstico probable que parece ser omitido y que es de mayor seguridad, es el de que el delito fue en todo caso una violación homosexual. Las tres víctimas eran varones, hijos de sangre del ofensor. Solo se mantiene el de violación por equiparación, termino que según Gómez Bernal (1989) implica: “...cuando esta (víctima) sea menor de catorce años (por inmadurez psicofísica)” (pág. 417). Aunque aquí, el texto de dicho autor parece solo hacer referencia a que la violación por equiparación esta relacionada con el sexo femenino y no con las relaciones homosexuales; salvo ello por la edad o por que existiera una enfermedad u otra causa para que la víctima se defendiera como el ser menor de edad y que el ofensor era el padre. Por último, en el caso se omite el término de incestuoso, lo cual esta presente, ya que las víctimas eran hijos del victimario.

La asignación de un diagnóstico clínico. En este caso hay que considerar, que si bien un juez encuentra elementos para una sentencia, el clínico debe tenerlos presente pero esperar la confirmación de los mismos pro la vida del sujeto y las experiencias del mismo. Es consigna en el área de la salud mental, tener información presente de segundas y terceras personas con respecto a un paciente, pero mantenerla en la reserva hasta no alcanzar la confirmación por las verbalizaciones del mismo paciente. Nunca se sabe cual es el motivo de que una segunda o tercera persona proporcione información “valiosa” sobre un caso determinado[28].

 

La preliberación, ya que los argumentos expuestos son de utilidad para una revocación de sentencia, un juicio absolutorio, amparos, apelaciones o reaperturas y revisiones de casos, pero no para lograr dicho benéfico legal. La preliberación no se basa en la demostración de la equivocación de un juez o de un proceso legal, sino en la modificación del comportamiento del sujeto sentenciado.

Complementando información de dicho caso, el interno comunica que es imposible que el cometiera el delito como lo describe la versión jurídica, dado que implica la penetración repetitiva en los menores y por tiempo prolongado. Situación que en el no es factible dado que padece desde hace veinte años de diabetes mellitus; enfermedad que le ha restado potencia sexual para una erección prolongada. El interno afirma, que veinte años atrás, a sus casi treinta años de edad, comenzó a experimentar el decremento de su capacidad de erección. No importaba que tanto deseara a una mujer o los atributos físicos de esta, su respuesta sexual ya no era la misma y progresivamente se decremento al avanzar su padecimiento. Al llegar a la edad en que se dio el delito, su potencia sexual estaba disminuida e incluso a ello le atribuye indirectamente la terminación de la relación de pareja con otra de sus esposas. Si ya nos las podía satisfacer sexualmente se dio la terminación de la vida en común. Así mismo durante su reclusión casi no mantiene contacto sexual por la misma razón. Solo hay que destacar la edad en que se inicia el deterioro de su potencia sexual, a los treinta años, edad en la cual se goza de juventud en el hombre. Como opción de interpretación no hay que descartar, que el interno miente o falsea la información con respecto a su sexualidad; o bien es una sexualidad inhibida y neurótica. A pesar de que el interno afirma que de más joven tenía múltiples mujeres que incluso gozaban de belleza. 

 

Otro caso (Miguel Angel E. O.), inicialmente mantiene su versión de que no cometió el delito y que todo se deriva de una venganza por que el le cobraba sus honorarios por trabajos de albañilería a la víctima. Al negarse la misma, refería que efectivamente la había golpeado, minimizando la magnitud de la agresión. Esta al ser investigada en detalle confirma la golpiza que el interno le propino y que amerito al parecer diversas intervenciones quirúrgicas en el rostro para favorecer la reconstrucción y la eliminación de cicatrices. Negando que hubiese habido tal intento de violación. El resentimiento provocado en la víctima le hace comentar, sic. “que si ha de llorarse un muerto en su casa, ella prefiere que lo sea en la de él”; situación motivada ante la inminente preliberación del interno. Una vez aceptado el delito el interno refiere que su imposibilidad para aceptar públicamente su delito era la vergüenza que experimentaba pro las características y la agresión con que cometió el delito.

 

Con Juan B. V., otro caso que ya hemos referido, inicialmente afirmaba que todo era debido a la “mala fe” de su tía, madre del menor agraviado, por que el no había querido mantener relaciones sexuales con ella; la cual había trabajado con el en el mismo bar y quien en diversas ocasiones se le había insinuado sexualmente

 

Alfredo G. G., con insistencia decía que la niña agraviada estaba aleccionada, argumento con gran frecuencia planteado por los acusados, por los padres y los abogados. Cuestión que ellos y los abogados defensores notaban por los palabras que emitían los menores acusadores, durante el relato de los hechos o bien durante los careos con los victimarios. Otro argumento de este interno era que nadie de los vecinos, de la unidad habitacional donde vivían y donde ocurrió el ilícito, se había dado cuenta de los hechos o de que la menor hubiese salido de su casa. Después de todo el los considera tan “chismosos” que siempre se enteran de todo. El menciona que le parecía que fuera una casualidad que ahora ninguna de sus vecinas se hubiese dado cuenta.

 

Por otra parte, Angel H. A., nos dice que no es posible que se haya verificado la violación por diversos motivos como son:

  • Por que en el lugar en que se da el ilícito, una casa en remodelación, había otros niños jugando en la planta baja y ellos podrían haberlo visto y por tanto denunciado. Lo cual no ocurrió. O tal vez la menor podría haber gritado y entonces escuchada por los demás niños. Tal vez aquí hay que destacar que la menor agraviada padece de retrazo mental, habiendo recibido con anterioridad educación especial, según información de trabajo social. Avanzando en este caso, en posteriores sesiones, el interno busca nuevas argumentaciones. A el se le confronta con sus argumentos y con la versión jurídica en la cual se afirma que hubo penetración vaginal. De manera inicial el interno afirma que no se le practico a el ningún examen que corroborara que el había sido el agresor, a pesar de que así lo solicito. Después, retoma la versión del delito para explicar lo que pudo haber ocurrido para que se hubiera dado la penetración en la menor. Ahora decía que el vio que los niños andaban ahí, en la obra, jugando con la niña; insinuando que tal pudo pasar algo entre ellos. Después de posibles “salvadores” de la menor o posibles “denunciadores” del delito pasaban a ser agresores y violadores, aunque fueran menores de edad. Dado que esto lo plantea de manera cuidadosa y velada, se le confronta al interno con dicha situación explicitando tal contenido. Esta estrategia terapéutica provoca el abandono rápido de tal argumentación. Más ello da paso a una segunda versión. Refiere que el vio que la menor jugaba en una bicicleta, el día de los hechos, pero que esta carecía de asiento, lo cual no le había importado a la menor. Con esto el interno aludía al hecho de que tal vez ella se había autopenetrado vaginalmente con el tubo del asiento de la bicicleta. En este caso se le confronta de nuevo con el hecho de que si esto hubiese ocurrido así, el tipo de lesiones en el aparato genital y reproductor de la menor habrían sido detectadas en el peritaje medico legal respectivamente practicado a la menor. Ello no se corroboraba médicamente. Ante la confrontación el interno solo se  mantiene en silencio, faltando a las dos sesiones próximas (grupal e individual).
  • Por que si el padre de la menor estaba conciente de que se había cometido la violación, no hizo nada contra él. Ya que el considera que si hubiese estado en la situación de este cuando menos lo hubiera golpeado si no es que matado. Sin embargo en su caso no le dijeron nada e incluso estuvieron hablando cierto tiempo acerca de la remodelación que realizaba en la casa. El pudo recoger tranquilamente su herramienta e irse a su casa sin problemas. En este caso el interno señala que el problema del que se deriva la acusación es no querer pagarle sus honorarios por las reparaciones de albañilería realizadas. Cuestión que hizo más fácil la acusación de violación que el liquidar el adeudo económico. En el caso de Rafael, ya se decía algo similar, con respecto a que a su esposa le había sido más fácil denunciarlo a él que a su propio hermano al mantener relaciones este con su sobrina e hija de su esposa.
  • Un argumento más es con respecto al tiempo en que se da la detención, la cual es frecuente que no se de inmediato al momento del ilícito sino varios días semanas o incluso meses después. Para ellos tal tiempo les resulta sospechoso al igual que la pasividad de los padres de las víctimas. Una actitud más que ellos ven como sospechosa es la negativa de la víctima, los padres de estas o del mismo juez, para permitir el careo de víctima y victimario. Al respecto no hay que olvidar que es uno de los derechos de la víctima, la evitación de tal careo.
  • Por último, este caso es productivo, ya que nos da a conocer una actitud más del sujeto acusado de violación. Ello se refiere a que con frecuencia argumentan su buen comportamiento con anterioridad, lo cual pude ser constatado por familiares, amigos y compañeros de trabajo. La ausencia de una necesidad ya que los mismos con frecuencia están casados teniendo hijos y una vida sexual activa. Una modalidad diferente de esto es que no es posible que ellos perpetren tal delito, ya que ellos tienen hijas, madres o hermanas. Todo ello parece conllevar a hablar de una “buena vida”, pero a la vez a la evitación de la misma en detalle o profundidad. Hablar de la adecuación parece limitar que a través de la asociación libre[29] se incursione en las fantasías sobre la vida y la sexualidad del sujeto.

 

En el caso de Angel A.H. La justificación, compartida incluso por la familia, era la fama o la calidad moral de la víctima. En pocas palabras, se decía que era una mujer de dudosa reputación por que al parecer tenía más de una pareja sexual y se sospechaba de que ejercía la prostitución. Aquí el argumento distractor era poner en tela de juicio las características de la víctima, como si ello fuera lo importante. En el presente caso era la ofendida una mujer adulta. Al respecto Gómez Bernal (1989) es claro cuando en su texto de “Tópicos Médicos Forense” afirma: “Igualmente la violación se puede dar dentro del matrimonio y también en las prostitutas” (pág. 416). Esto en caso de que nuestra víctima lo fuera. De una manera diferente el interno argumentaba, que era sospechoso en ella que la violación se hubiese dado a las cinco de la mañana, cuando según ella venía de la iglesia del lugar. El sabía que no había misas a esa hora por lo cual su versión no era creíble. Nuevamente, ¿parece que para el interno lo importante era poner en duda la credibilidad de la víctima?

 

En la introducción señalábamos la “casualidad” con que supuestamente es descubierto el violador para continuar avanzando en nuestro análisis. Entrecomillamos tal término para decir que ello es un decir, ya que desde el psicoanálisis no hay tal “casualidad”. También ello debe estar plenamente determinado. Esto nos introduce en el hecho de si cuando se da la violación no había un antecedente de la misma. ¿Acaso surgió el impulso o el deseo de manera espontánea, sin una historia previa? En realidad alguno de los sujetos han reportado que en diversas ocasiones ya habían estado a punto de realizar el delito. Así Carlos O decía que incluso cuando surgió el deseo por su hijastra el trato de evitar acercarse a la misma. Antes de esto la ayudaba a realizar las tareas escolares y estaba muy cercano a la misma. ¿Por qué no se verifico el delito en tales ocasiones? No fue por falta de oportunidad, sino al decir de los mismos, parecía que algo había faltado o ellos se habían podido resistir a tal impulso. Como en el mismo Carlos O. O., llego el momento en el cual se encontraba intoxicado con bebidas embriagante lo cual dice favoreció que no se reprimiera y realizara el acto sexual con su hijastra. En la segunda ocasión, nuevamente había bebido, pero agregaba como motivo para llevar a cabo su nueva relación, que la menor no lo había rechazado y no había comunicado lo ocurrido a su madre. De ello podemos concluir, que cuando ocurre el delito, este no se dio por un impulso inmediato o espontáneo. Es posible rastrear una historia en ello. Así, en otros ejemplos, como en Angel H. A., no era la primera vez o el único día en que había tenido acceso a la victima; o en Juan H. J. Quien afirma que ante su enojo, por la supuesta infidelidad de su concubina y la complicidad, también supuesta, de su hijastra, empezó a observar a esta como una mujer, a sus once o doce años de edad. Dicha situación planteada es de importancia si retomamos el diagnóstico de pedofilia, que  se asigna a los violadores de menores de edad. Si se considera al mismo como un trastorno de mayor gravedad, no se le puede suponer que no tenga una historia de desarrollo o de gestación. Tal historia es valida si se hace referencia también al diagnóstico de abuso sexual o de violación sin el involucramiento del diagnóstico de pedofilia. ¿En que consiste ello? Pues bien, en que no hay padecimiento agudo o crónico que no tenga una historia, aunque si hay diferencias entre ellos. Si se habla de un padecimiento agudo, debería señalarse que este pude remitir, es decir desaparecer, o atenuarse. La ausencia del trastorno por determinado tiempo impide que se de tal diagnóstico posteriormente. Así, en el caso de Juan H. J. o Darío M. V. R. Después de doce años o seis años después de que se cometieron los delitos de violación respectivamente, ya no se podía afirmar que hubiera que las características de la pedofilia estuvieran presentes. Al menos en ellos ya no estaba el deseo por el acercamiento y la obtención de placer de manera exclusiva con menores de edad, en forma constante y repetitiva. No parecía haber acercamiento de dichos internos hacia los niños, lo cual se podría haber verificado de manera atenuada o disfrazada los días de visita con niños de sus familias o de los familiares de otros internos; quizás ello a la manera en como la justificaba otro sujeto, quien decía: sic. “que a el le gustaba mucho jugar con los niños y trataba de ser como ellos”, pero del cual un día se decía que al menos en una ocasión expuso su pene ante una menor de edad y le permitió que se lo tocara. O bien, como en otro interno acusado de violación, Eduardo R. L. decía que en la visita jugaba con los niños, lo cual el prefería, pero sin tocarlos. Incluso ello de manera similar estaba presente antes de su reclusión, pero era a la vez cuidadoso de llegar más allá; por eso cuando la madre de las menores, sus hijas, las bañaba el se salía a la calle para no verlas desnudas. Este último caso es de importancia, por que en el si parece que permanecía esa “...obtención de placer...” de manera constante y permanente, aunque atenuada pero signo esencial de una pedofilia. Esta a su vez no parecía representar un riesgo para los menores, por lo cual se decía que los impulsos se habían sublimado y permitía el cuidado de los menores sin riesgo para ellos. En general son dos casos diferentes, uno en el cual hay rastros del impulso pedofilico y otro en el cual no parece ya estar presente después de varios años. Esto es de importancia para el diagnóstico, ya que el primero no se le podría asignar la etiqueta de pedofilico pero al segundo sí. Como en los dos casos ya no se daban violaciones o abusos sexuales en menores de edad se podía decir que el cuadro pedofilico como trastorno había desaparecido, pero la presencia de rastros del mismo, aunque atenuados o sublimados nos obliga a pensar en el diagnóstico de rasgos pedofilicos. Ello implicaría la permanencia de tal trastorno, pero sin riesgos para terceros; involucrando a la vez la posibilidad de la reactivación del mismo, si las circunstancias de nuevo fueran favorables para ello. Por otra parte, la carencia de la característica de “exclusividad”, contradice la asignación del trastorno de pedofilia. Muchos de los sujetos involucrados en abuso sexual o violación en menores de edad, mantienen relaciones con otras personas de su mismo sexo o del contrario; por ello tienen esposas o concubinas y han procreado hijos. Si bien su sexualidad puede que no sea la más activa o la más adecuada, carece de tal “exclusividad” dirigida hacía los menores de edad, de los cuales extraería un placer sexual. Ejemplo de ello nuevamente es Juan H. J. quien antes de su delito mantenía escasa relaciones con su concubina por que la misma las evitaba; ella dormía con su hija y el con su hijo en diferentes camas para la pareja. De manera importante es considerar en el caso de Darío M. V. R., con respecto a sus características personales el siguiente suceso acaecido: En la ausencia de su psicólogo, por cuestiones de salud, esparce el rumor de que eso no era cierto, sino de que el había mandado golpear a su psicólogo; y que por ello no había asistido a su trabajo por cierto tiempo.

 

Una de las características más sobresaliente del interno con delio de violación, casi siempre, es su obediencia y con ello el cumplimiento en lo que se le indica. Pero por supuesto no es la única. Muy de la mano esta su intento por generar una imagen favorable o de adecuación ante los demás. Acompañado ello de múltiples promesas de comportarse adecuadamente o “bien”; para lo cual enfatiza con frecuencia de que no generaran problemas durante su reclusión.

 

Por las características de la obediencia de los sujetos con imputación del delito de violación, se estaría en la tentación de asignarle a la misma el calificativo de “ciega”. Pero ello se daría solo por que el interno obedece casi sin replica. En realidad, tales internos inician su reclusión poniendo todo su atención para saber que tienen que hacer a fin de lograr sus beneficio. Pero habría que preguntar ¿si ello es de inmediato?. No lo creo. Esto lo aprende conforme pasa el tiempo y aprende a vivir en reclusión. Con el tiempo el se entera de que hay opciones para no tener una compurga de su sentencia. Al interactuar con otros internos investiga y pregunta de lo que el seguramente va escuchando. Sin mencionar su delito llega a conocer que todos por igual tiene la oportunidad de preliberar. Información que posteriormente es confirmada cuando participa en las diferentes áreas de la institución. De esta manera inicia su proceso de generación de los requisitos para una preliberación. Pero, ¿quiénes son los internos con delito de violación que no cumplen con tales características? Aparentemente son aquellos que tienen una combinación con otros tipos de trastornos, como podrían ser la sociopatía, el retrazo mental o la psicosis. Algo que sobresale en los que tienen tal obediencia parecen entrar más en la concepción del carácter neurótico. Decimos casi sin replica, por que la podemos restringir a su presencia ante el psicólogo o a las diferentes áreas técnicas. Ello no es seguro que en ausencia de estos, la obediencia se mantenga. Son internos  que aprenden a detectar donde deben “quedar bien”, enfatizando sus esfuerzos para lograrlo. Por eso, tal vez, en el caso de Angel H. A., a quien le solicita el director del centro, realizar trabajos de albañilería para la edificación de locutorios, lo acepta. Ante ello el interno se dedica por completo a tal trabajo, descuidando su participación en las demás áreas, lo cual nunca había hecho. Su pretexto, se requería su presencia de tiempo completo, tanto para vigilar los materiales de la construcción, la herramienta y en especial las varillas; evitando así el robo y la posterior fabricación de “puntas”. Sin embargo, en entrevista con el mismo se le indica, que de continuar así, se duda de una propuesta favorable de preliberación, con excepción del director. Lo cual debe de meditar detenidamente. Ante ello el interno afirma que pensó que podría ser algo que le ayudaría para salir, pero que si no era así dejaría tal trabajo y regresaría nuevamente a las diferentes áreas, lo cual llevo acabo sin demora.

 

Continuando el análisis de las características de personalidad de los internos acusados y sentenciados por el delito de violación toda abordar una nueva, que es la desconfianza. Sobresale ella tanto de manera individual y de manera grupal. Abraham (1994), afirmaba en los años veintes, en sus estudios psicoanalíticos, lo siguiente:

 

“...hemos aprendido en el psicoanálisis de pacientes neuróticos que los procesos excretorios son empleados con fines sádicos, y hemos descubierto que la psicología de los niños confirma este hecho. También vimos que un rasgo de carácter aislado –la desconfianza, por ejemplo- suele proceder tanto de fuentes sádicas como de fuentes anales. Pero estas observaciones y otras parecidas no nos han hecho comprender la razón de esa combinación de las actividades sádicas y anales...” (pág. 324)

 

Nos interesa de la presente cita la mención de dicho rasgo, la desconfianza, por que es una de las características que con gran frecuencia se exhibe entre los internos, sean estos sentenciados o procesados. Inicialmente se les adjudica con razón, ya que ellos realizan trasgresiones de las normas y limites sociales. Su comportamiento es constantemente prohibido, por lo cual se justificaría tal desconfianza. De lo contrario sería la evidencia tal comportamiento y por lo mismo la justificación de ser castigados. De esta manera, la desconfianza se encadena con un interés por evitar el castigo por la trasgresión. Por esto no es inusual observar en la aplicación de pruebas psicológicas proyectivas, la presencia de rasgos que aluden a tal desconfianza, como lo serían: en el test de la figura humana, miradas de desconfianza o suspicacia; destacamiento de los ojos por el trazo realizado; figuras de perfil, que indicarían la evitación o las tendencias a la evasión; elaboración de los dibujos en el cuadrante izquierdo de la hoja, como indicador de las tendencias a la reserva con respecto a las cuestiones personales y en relación a las personas que lo rodean (situación que se puede repetir en las diferentes pruebas proyectivas de lápiz y papel). Desde una perspectiva diferente, tal característica es observable en el tratamiento de los sentenciados, en especial; que son los internos en quienes se lleva a cabo un proceso terapéutico. Cabe destacar que tal carácter persiste sin importar que tiempo o acceso se haya dado a la psicoterapia. Una pregunta para un posterior trabajo sería: ¿cómo se vence o se trasciende tal desconfianza? Retomando el tema, en la psicoterapia, al inicio y periódicamente en el proceso terapéutico, se requiere de analizar la desconfianza. El interno justifica la misma por las condiciones de reclusión, sic “no se puede hablar libremente aquí, por que no se pude tener la garantía de que no se transmite lo que se dice al resto de la población o a las demás áreas”. De hecho, también entre los internos, en sus dormitorios, es frecuente que ellos recomiende que cuiden lo que dicen a las áreas, fin de no dar información que tal vez les perjudique o que sea el motivo para que no los dejen ir en caso de una “preliberación”. En el caso de interno aún en proceso, la desconfianza se agudiza, pues tal vez de ello dependa su proceso, incluso la absolución de su delito. Es de hecho una situación en la cual el interno se encuentra atrapado, ya que se le dice que confié y ellos será necesario para lograr realizar el trabajo con ellos en el aspecto de tratamiento. Al inicio del tratamiento es la parte más difícil, pero de cuando en cuando se agudiza tal desconfianza y es necesario señalárselas nuevamente. ¿Que provoca tales reiterancias de la desconfianza? ¿Cuál es el efecto de tal desconfianza?  En la psicoterapia grupal, se da la pasividad del grupo y la limitación de ocurrencias o de dialogo[30]. Analizando dicha característica en los internos, cabe pensaren la extrapolación de la misma hacia los internos con sentencias especificas por delito de violación. ¿acaso es diferente en ellos? Por supuesto que no. La aparente y casi “ciega” obediencia del interno violador esta en realidad condicionada. Por lo regular no se presenta cuando se refiere al delito o al análisis de su sexualidad. Es obediente en lo que se le solicita pero no en la información relacionada con el delito.  Ante ello nos topamos con una férrea resistencia que impide la aceptación de su delito y que limita la incursión en su sexualidad. Con frecuencia retoma su argumento de que solo debe obedecer y hacer lo que se le pide ya que esta sentenciado y esta “en las manos de los técnicos”. Pero ¿que significa esta última expresión? Creo que podemos suponer de momento que es el retorno de su pasividad. Pasividad que en relación a su vida pude estar presente en el interno que se le adjudica una violación y que condiciona su enorme paciencia para esperar, incluso por varios años a que se llegue su liberación. Esto a pesar de todas las actividades que realice cuando las diferentes áreas le encomiendan actividades que son requisitos para una preliberación. Pero ¿en ello se pude hablar de un cambio, requisito planteado por el tratamiento institucional? En realidad representa una adaptación y el acatamiento de las disposiciones que se les plantean. Acatamiento sin replica y pasivamente. Retomar esta pasividad, nos lleva nuevamente a las características del interno acusado de violación, que ya se han discutidos. Además, de que es de sobra conocida otra característica de tale internos, que es su obstinación. Considerando las características de personalidad asociadas, las podemos relacionar con el carácter obsesivo y anal. Con tales internos es entonces que se desarrolla una “feroz” lucha contra su carácter, su negación del delito o de su sexualidad y sus resistencias. De esta manera se elaboran múltiples racionalizaciones acerca de la violación e incluso se le adjudica a las victimas el carácter de seductoras del violador, tal como lo refiere Abraham (1994). No debe dudarse de que tal situación no este presente en la dinámica personal e intrapsíquica de la víctima de violación, lo cual reforzaría los planteamientos de Abraham (1992) y de Sigmund Freud, con respecto al determinismo psíquico. El último autor indica que no es azaroso que determinados individuos sean propensos a los accidentes, que incuso en casos graves implican lesiones de consideración, mutilaciones o incluso la muerte. Por otra parte apoyaría la clasificación de víctimas que se hace en el área de la victimología y que indica que con frecuencia hay personas que deberían tener responsabilidad en la generación de un delito (Neuman,1989)[31].

 

Retomando otro aspecto de la cita, es de importancia el señalamiento de las fuentes anales. Tal vez la relación de momento sea de manera manifiesta pero desarrollemos esto a fin de avanzar en lo que hacemos. En los casos de violación, si pensamos es frecuente que haya cierta preferencia por la relación anal, independientemente de la vaginal u oral. Ejemplo de ello es Juan Carlos S. G. Quien realiza la penetración en su victima las tres vías. Si ya se había dado por vía vaginal surge la pregunta de ¿por qué por vía anal?, a menos por que ella nos interesa. Si bien no en todos los casos, es frecuente que cuando se da la violación de una mujer menor de edad, también ocurra la penetración anal. Por último, si la violación fue en agravio de un varón menor de edad o adulto como lo indicábamos en las violaciones entre internos, siempre es por vía rectal. En el caso de menores de edad y aún en adultos, debemos pensar si el sujeto violador ¿sabe o no de que podrá provocar un desgarro del ano o de la vagina?. Ya con anterioridad se decía que cuando la violación e incluso el abuso sexual se da, de un sujeto mayor sobre un menor, con frecuencia es una forma de intimidar a esta víctima. Es una persona que por su edad puede ser dominada con facilidad y que opondrá poca resistencia a acto que de que será objeto. Creemos que la lesión del violador sobre su victima es conocida por este y en realidad se trata del ejercicio de un acto de agresión sobre otro ser humano. Siendo el intento de dominación o sumisión del otro solo una forma atenuada de un acto sádico. Con ello llegamos a unos de los planteamientos freudianos (1924) de que todo sádico fue en su momento un masoquista y a la inversa. Esto nos lleva al replanteamiento de las actitudes del sujeto violador. Cuando este comete su delito oscila en el polo del sadismo y cuando es recluido en el polo del masoquismo.  En el polo de la pasividad  para decirlo de otra forma. Simbólicamente no hay que olvidar la relación que se hace de la pasividad y del masoquismo con los componentes anales. Así, el sujeto que realiza una violación parece oscilar entre los polos del sadismo y del masoquismo los cuales tienen su determinación en los componentes anales de la sexualidad pregenital señalada por Sigmund Freud (1905), en sus “Tres ensayos de teoría sexual”. Es desde tal perspectiva que adquiere relevancia la cita siguiente:

 

“sólo se consigue una completa capacidad para el amor cuando la libido ha llegado a la etapa genital. Tenemos así, por un lado, procesos eróticos anales combinados con una conducta sádica, en especial con emociones despiadadas y hostiles que son destructivas para su objeto; y por el otro lado, un erotismo genital combinado con tendencias que son benévolas hacia su objeto” (pág. 324)

 

Tal vez es por ello que los internos con delito de violación son con frecuencia dóciles con la familia pero a la vez extremadamente exigentes y demandantes con ellos. Su aparente docilidad llega en ocasiones a disfrazarse de una aparente cordialidad a una solicitud casi incondicional de amor por parte de la familia. Ello se da con facilidad cuando es la madre la involucrada. Después de todo por el simple hecho de ser la madre ya se condiciono ese amor como lo decía Erick Fromm (1979), en su texto del “Arte de amar”. Pero la parte contraria el hijo se vuelve demandante y exigente. Relativamente son benévolos ante los familiares. Tal benevolencia es exhibida o declarada por el interno ante el psicólogo. Lo cual difiere de la relación real que se establece entre ellos.

 

Jorge E. J., interno con sentencia por delito de violación a una mujer adulta. El interno acepta el delito pero manifestando su inconformidad por sus sentencia ya que hay múltiples irregularidades en su proceso. Parece ser que la molestia es la consideración de una injusticia con respecto a la magnitud de la sentencia y no por la misma sentencia. Sin manifestarlo abiertamente, parece aludir a que debió tener una sentencia menor, después de todo el acepta el delito. En este caso es relevante, ya que sin importar la aceptación del delito, el sujeto realiza diversos comentarios que parecieran exculparlo de su delito. Por ello dice que en realidad no fue una violación, por que el no la amaga ni la forzó a tener relaciones sexuales. El inicia la platica con la víctima cuando esta aborda su taxi, llegando el momento en el cual le propone tener relaciones sexuales a lo cual sin mayores problemas ella acepta al parecer a cambio de cincuenta pesos. Sin embargo, posteriormente le pide mayor cantidad de dinero y al negarla el interno, él cree que es de ahí donde se deriva la acusación del delito. El interno ve otras anomalías, que parecen justificar su creencia de que la víctima miente y no se le debería dar total crédito a su versión de la violación. Menciona que la víctima tubo tiempo de huir si en realidad sospechaba del interno, ya que el no tenía gasolina en su vehículo, señalando su marcador de gasolina casi vacío. Por ello el se detiene frente a una gasolinera, cruzando la avenida México-Texcoco, que es muy transitada, para traer gasolina en un garrafón de plástico y vaciarlo en su tanque. Afirma que no introduce su vehículo a la gasolinera por que había un camellón intermedio y el retorno para llegar a la estación de gasolina estaba retirado. El calcula que no le alcanzaría la gasolina para ir y regresar. Esto se lo comunica a la víctima, la cual esta de acuerdo en esperar en el vehículo mientras trae la gasolina. Ese es el momento que el refiere que la víctima pudo aprovechar para escapar si sospechaba del interno, lo cual no ocurrió. Como prueba concluyente de sus palabras el interno dice que ello es verificable por que el marcador de gasolina marcaba vacío, lo cual podría ser verificado de manera directa. Sin embargo, el interno parece olvidar que había mencionado que perdió su vehículo y no sabe donde quedo el mismo. A tal argumento se aferra el interno por casi dos años sin observar que puede haber múltiples formas de que el tanque de gasolina no tuviera combustible y no precisamente su versión, cuestión que en el proceso de tratamiento se le hace notar y ante lo cual desaparecen sus comentarios. Un segundo olvido en este caso sería con respecto de que según el hecho la gasolina que compro y que transporto en un garrafón de plástico, por lo cual el marcador de gasolina no debería indicar vacío. Con respecto a por que la víctima no huyó y permaneció en el vehículo mientras el compraba la gasolina, se le hace ver que ello tan solo pudo no prever que se daría la violación y que en realidad confió en el interno, pero que ello no es sinónimo de aceptación de las relaciones sexuales. Sus comentarios son de interés, por que son fácilmente desechables por argumentaciones lógicas. Su lógica de los hechos es poco confiable y poco consistente, adoleciendo de deficiencias que permitan su sostén o credibilidad. En los casos de violación las contra-argumentaciones son similares, sin importar el nivel intelectual del victimario. Incluyéndose en ello los supuestos racionamientos que concluyen con frecuencia en la incitación o seducción por parte de la víctima. Desde esta perspectiva ¿cuándo se podría considerara que la víctima tendría responsabilidad? Pues bien, parece ser más en los casos donde se presentan rasgos, personalidad o neurosis de tipo histéricas[32]. En tales patologías es frecuente el comportamiento conciente o inconsciente de tipo seductor. Pero no basta ello para que se pueda dar un delito de violación. Este se debe acompañar de una baja tolerancia a la frustración o demora en el victimario, con lo cual se completaría una díada sin la cual no se llevaría a cabo dicho delito. Ante esto cabría cuestionar ¿si se podría exculpar al violador de su acto, todo por que la víctima fue seductora? Por supuesto que no, lo cual además sería extensivo, cuando la víctima se supone se expone conciente o inconscientemente a la perpetración del delito. Es decir, que el hecho de que la víctima se exponga a las circunstancias para que se genere el delito no debe ser un atenuante para el victimario. Después de todo ello no se daría si este tuviere tolerancia a la frustración o capacidad de demora. ¿o es que acaso ahora todo sujeto susceptible de ser violado debe cuidarse para evitar las circunstancias que favorezcan el delito. ¿Aquel niño que con mayor facilidad que otros acepta seguir al violador en potencia debe de cuidarse o de lo contrario tendría cierto grado de responsabilidad al ser objeto de un delito? Ello no debería ser atenuante para el victimario, ya que ahora se puede considerar que conciente o inconscientemente el es quien manipula elementos que pueden generar la tentación en un sujeto y provocar su descuido, haciendo que sea un candidato ideal para un delito. En este último punto, se ha omitido a propósito señalar a sujeto víctima de la violación por que ello es similar en otros delitos. Pero aquí interesa por los comentarios acerca de las víctimas descuidas o con cierto grado de responsabilidad de que hayan sido víctimas de un delito como la violación lo enfatiza Abraham (1994). En el caso de  violación ocurre algo similar al siguiente caso: En cierta ocasión, una mujer estuvo a punto de ser robada y estafada. Con el viejo truco del billete de lotería premiado, entre dos sujetos la tratan de convencer de que los lleve a su casa, les de algunos objetos u aparatos domésticos a cambio del billete de lotería. El acoso era tan intenso, que posteriormente la potencial víctima decía que llego el momento en que no podía pensar ni medir las consecuencias de lo que estuvo a punto de hacer. Además, habían tocado lo que ella llamó, su “ambición”, pues de inmediato pensó en lo que podría realizar con el dinero que le ofrecían, como por ejemplo comprar una casa que tanto deseaba, etc. Pero, como movilizar dicha “ambición” es algo que por supuesto los ladrones conocían y hacia ello dirigieron el acoso del cual hicieron objeto a la potencial víctima. Además, conocían el mecanismo para despertar los deseos de la víctima y evitar que pensara en los riesgos que ello implicaba. Teniendo deseos todo mundo, quien no puede ser objeto de un delito entonces. Esto ocurre a pesar de que se sea cuidadoso o desconfiado. No se es infalible de manera permanente. Si se remeditan los casos señalados por Karl Abraham (1994) con respecto a los niños o niñas que son seducidos con los dulces y que pueden después ser objeto de violaciones o abusos sexuales, debe considerarse los tipos de deseos que son promovidos por el victimario y que son los deseos orales. Al menos en los niños estos son vigentes y de gran fuerza, por lo cual su movilización es factible. En ellos tampoco esta ausente el mecanismo que impide prever los peligros a los cuales se expone el menor. Por otra parte, dicho autor menciona los casos en los cuales el menor que fue objeto de violación o abuso sexual no comunica este hecho a los adultos en tanto que otros si lo hacen. Aunque el autor ya lo menciona, es de importancia el sentimiento de culpa que se genera en estos, en relación a ser responsables de la muerte de los padres si hablan de los hechos ocurridos. Ante ello emerge una pregunta ¿Por qué tal amenaza tiene tanto efecto? De  momento no hay que olvidar que en la infancia es frecuente que el niño, de un modo u otro, haya deseado la muerte de los padres; si ello ahora coincide con dicha amenaza, esto explicaría la intensidad del temor a ser responsables de la muerte de los padres. Pero regresando al victimario, no hay que pensar que este desconozca la capacidad de inducción de un comportamiento por la presencia de los sentimientos de culpa o el temor a la agresión sobre la propia persona, es decir el manejo del terror como inductor de la conducta. Para finalizar con los planteamientos de Karl Abraham (1994) habría que analizar con detenimiento la anécdota retomada por el autor, del libro de “Don Quijote de la Mancha” del celebre Miguel de Cervantes y Saavedra, al respecto se cita:

 

“Una mujer llevó a un hombre ante el juez y lo acusó de haberla despiojado de su honor por la fuerza. Sancho la indemnizó con una bolsa llena de dinero que tomo del acusado pero luego de que ella se hubo ido dio permiso al hombre para que la siguiera y le sacara la bolsa. Ambos volvieron luchando; y la mujer se jacto de que el villano no había podido arrebatarle la bolsa. Al punto Sancho dijo: <<si hubieras luchado para conservar tu virtud con la mitad del coraje que has desplegado para conservar tu bolsa, este hombre no hubiera podido despojarte de aquella>>” (pág. 37 ).

 

Toda la discusión realizada por Abraham se parece concluir en el hecho de que la persona misma pude querer inconscientemente o buscar de esa manera el trauma, en nuestro caso la violación. Pero a la vez, sus argumentaciones se parecen a los argumentos que dan los sujetos que cometieron dicho ilícito; son muy similares a los recopilados por el autor, pero siempre y de igual modo son fácilmente rebatibles. No son  consistentes. Por otra parte no debemos olvidar que hay situaciones que podrían ser de mayor desagrado para una persona que la relación a fin de cuentas en el caso de mujeres, heterosexual. Si se retoma la teoría psicoanalítica, es de interés retomar la lucha y la defensa del la bolsa de dinero que se señala en la trama del “Quijote de la Mancha”. Para ello debemos recordar el simbolismo tanto del dinero[33] como de la bolsa[34]. El primero nos refiere a una sexualidad anal, que psicosexualmente[35] es más primitiva que en relación a la relación heterosexual. Además, ya Sigmund Freud[36] afirmaba que uno de los temas de mayor dificultad para hablar en los neuróticos que inician un análisis es el dinero y la sexualidad, en especial la anal y la oral. Con respecto al segundo, la bolsa es un simbolismo del útero materno, depositario de los “hijos” o lugar en el cual se contendrán después del embarazo. Pero volviendo a nuestro tema de los sujetos que llevan a cabo el acto de violación debemos decir, que es curioso como ante el permiso de la autoridad, representada por Sancho Panza, el violador no duda en ir detrás de la mujer e intentar recuperar su bolsa  de dinero. Tampoco parece exhibir temor por tener que regresar de nuevo con la autoridad. Por ello se debe preguntar ¿por qué? ¿Tal permiso y apoyo de la autoridad permite la confianza de ir a cometer un segundo ilícito sin temor a un posible castigo? ¿O acaso el violador es más temerario o no le  importa la posibilidad de recibir un castigo por un comportamiento inadecuado? ¿ O es más importante para el recuperar su dinero que ser acusado de un nuevo delito o que se recordara su delito de violación? Al parecer en este sujeto, en relación al dinero, también el mismo adquiere mayor relevancia. Dentro de la conceptualización  mencionada como simbolismo, también el violador se arriesga por un placer de tipo anal; recuperar su dinero sin medir otras consecuencias como podría ser el encarcelamiento y la posibilidad de enfrentarse a una violación homosexual en la prisión. Tales situaciones se están en relación con algunos caracteres del violador que son frecuentes en su evaluación y que se relacionan con los rasgos de personalidad obsesivos. Su obstinación los hace actuar sin medir las consecuencias que a futuro le podrían traer. Otra características de estos es su tendencias a controlar a los demás, lo cual esta relacionado con el placer anal; control que es común intentarlo en el proceso del delito de violación sobre la víctima. Si retomamos el ejemplo dado en la trama de Sancho Panza, también parece recordar el planteamiento de la antigüedad, donde incluso la mujer no tenía derecho a reclamar ante una violación por el derecho que se otorgaba al hombre, como poseedor de la mujer y sin derechos para esta. Vigente ello como en el caso de Israel H. R. quien afirmaba que si la mujer que lo acusa de violación ya había tenido relaciones sexuales por que no tenerlas con él, además de que así lo había prometido si él le contactaba una cita con uno de sus amigos; con el cual mantuvo relaciones sexuales previamente. En este caso, es de importancia referir que una vez preliberado, sin hacer caso de los sufrimientos que tuvo en su reclusión, habla de la víctima como alguien que lo perjudico en su vida y de la cual intentaría vengarse posteriormente. Su alusión a la misma se da de manera abierta ante desconocidos y expresándose de la víctima en términos despectivos.

 

El caso siguiente es de interés, por que las características elucidadas en los sujetos con delito de violación persisten sin importar las condiciones mentales de los internos. Así, por ejemplo, en Miguel H. P., se le diagnóstica con retrazo mental y daño neurológico en el área de la coordinación visomotora, de acuerdo a los criterios diagnósticos de organicidad del Test Guestaltico Visomotor de Laureta Bender[37]. El interno menciona con insistencia que el “cuadraron” su delito los judiciales en el ministerio público. El mismo niega haber cometido el delito en agravio de un hombre, que al parecer tiene retrazo mental. Para reforzar la “mala fe” de las autoridades, el interno hace referencia a como estas suelen con frecuencia acusar falsamente a los ciudadanos de diversos delitos de los cuales son inocentes. Discute que nadie pude probar y no es creíble la versión del ofendido, ya que era de madrugada cuando el estuvo en la Central de abastos y no había alguna persona que pudiera relacionarlo a el directamente con el delito. Sin embargo, ello también implicaba que el tampoco podía comprobar que no había ejecutado el ilícito. De ello no parecía darse cuenta. Su comportamiento era contradictorio. De igual manera no puede contradecir sin lugar a dudas que no haya realizado la penetración en la víctima, quedando como defensa la palabra y la afirmación de el mismo. Solo al confrontársele con dichos argumentos, el interno deja de usarlos y permanece en silencio, disminuyendo su verborrea justificante de su negación de haber cometido en delito. Es a partir de ese momento que su participación en las discusiones o sesiones grupales o individuales disminuye.

 

Continuando con el caso de Jorge[38] E. J. en la sesión del 10 de Noviembre del 2004. Refiere como posibilidad dos eventos determinantes en su vida y los plantea factores predisponentes de su delito. El primero se relaciona con las prostitutas y el segundo con un evento homosexual. El interno dice que recuerda que siendo adolescente, aunque el lo menciona como siendo niño, cuando se iba de su casa y vivía en la calle, que se iba por el rumbo de la iglesia de la Soledad en el centro de ciudad de México. Para ello describe las calles que se encontraban alrededor de dicha iglesia, siendo una de ellas Corregidora y Anillo de Circunvalación. Esta era la ubicación de la Soledad. Encontrándose en una esquina de la misma en su parte posterior como un lugar en el cual se reunían mujeres prostitutas. Ahí fue donde dice se le hizo el “vicio” de verlas cuando tenían relaciones sexuales. Al parecer había un lote baldío o con un inmueble semidestruido, en el cual las prostitutas y sus clientes se introducían y donde ellas tenían relaciones sexuales. El interno y sus amigos se iban por la parte posterior, donde había unos agujeros, y de esa manera llegaban donde estaban las prostitutas. Posteriormente relata otro evento donde siendo mayor, probablemente en la preparatoria, observa revistas pornográficas lo cual lo excitaba y por lo cual se masturbaba. De tal recuerdo se encadena la situación de que al parecer cuando observaba a las prostitutas también se masturbaba. El considera que tal vez dicha experiencia es uno de los motivantes para que posteriormente realice su delito de violación, aunque no señala la manera en que ello se da. Con ello recuerda otro evento de su vida, que se refiere a un período en el cual conoce al dueño de una paletería, quien le presta las paletas, le enseña a hacer una caja y forrarla con papel para que las venda. Esto lo realiza cercas de donde estaban las prostitutas. Después de algunos titubeos se hace referencia de su asistencia por el mercado de Mixcalco, donde conoce un señor dueño de dos locales. Este hombre, con el cual traba conversación lo invita a los baños públicos. Ahí dice que es cuando descubre que era homosexual ya que el lo toca y le acaricia los genitales. Además le insistía de que lo penetrara por el recto. El interno dice que se niega a ello, tal vez por que le provocaba asco pensar en ello. Sin embargo, ello no evita que asista a los baños en dos ocasiones más. Como motivo para asistir dice que estaba de por medio la promesa de comprarle cosas o ropa. Al salir en una ocasión del baño el le exige que le compre los zapatos que le había prometido, lo cual cumple dicho hombre. En la segunda ocasión al parecer ocurre algo similar. Pero en la tercer vez las cosas cambian. Estando en el baño lo agarra a fuerzas recostándolo boca abajo. Esto dice que lo logra por que era un hombre adulto y el solo un adolescente. Afirma que no sabe que fue lo que ocurrió y no esta seguro de haber sido penetrado analmente. Dice que solo recuerda que le dolió y que sentía en su recto una opresión como cuando se esta muy estreñido. Es la última ocasión en que lo ve y solo años más tarde regresa al mercado, siendo el adulto, y pregunta por dicho señor. Entonces se entera de que ya falleció, surgiendo su curiosidad y temor del motivo del fallecimiento. Señala que en esa época ya se hablaba del SIDA por lo cual siente temor de una posible infección en el. Trata de investigar el motivo de la muerte lo cual no logra. Al cuestionarle al interno de si sabía lo que podría ocurrir al asistir con dicho señor a los baños menciona que lo desconocía. Pero no puede explicar por que lo hace en las siguientes dos ocasiones, cuando ya sabía lo que ocurría con el al estar a solas. El interno afirma que estos hechos solo son conocidos por su anterior y su actual psicólogo. De esta temática pasa al señalamiento el experimenta gran vergüenza por el delito que cometió. Además de cuidarse en reclusión de que no sepan de ello. Para esto, cuando le preguntan sobre su delito afirma que dice que fue por homicidio o por comprar un automóvil robado. Se cuida mucho de que sepan que en realidad esta preso por violación. Ante ello baja el tono de voz, de una manera casi inaudible para referirse a lo que les pasa a los interno que tienen dicho delito. Menciona que nunca lo ha visto; pero sabe que los mismos son violados por otros internos o que les meten en el recto un palo de escoba. Sabe el de un caso en el cual varios internos lo secuestran en la reclusión a un interno con el delito de violación y entre varios lo penetran analmente. Como aspecto significativo de este último relato, es que el interno se encuentra en sesión individual y un consultorio donde no hay posibilidad de que una tercera persona lo escuche. Sin embargo y a pesar de ello habla en voz baja. Como último aspecto de su relato, recuerda que el la preparatoria se acerca un hombre, al parecer un maestro, que con el pretexto de sus calificaciones, sus estudios y su desarrollo académico se le declara abiertamente para que sea su amante y a cambio le ofrece comprarle un automóvil si accede a sus peticiones; sic. “pero a este si lo mande a volar”. Aunque de momento este caso parece confirmar la hipótesis o “fantasía” de ciertos investigadores de que el violador debió ser violado en algún periodo de su vida, no debemos apresurar dicha conclusión. Ya que como lo indico el mismo interno, es probable que ello haya influido en la generación de su delito, pero no tenemos la confirmación clínica de esto. El mismo interno no da la relación entre ambos eventos. (Caso Jorge E.J.) En una sesión diferente, el interno relata una de las grandes dificultades que el tuvo en la infancia y la adolescencia, que era la enuresis que presentaba y que le ocasionaba maltrato físico de sus tutores. A pesar de los golpes, el orinarse en el sofá que le servía de cama no remito como síntoma. Por ello mismo tenía miedo  a sus padrastros y era un motivante para las ocasiones en que abandono la casa. Se le cuestiona si dicho síntoma desaparecía cuando el vivía en la calle. Sesiones posteriores afirma que se quedo pensando en dicha cuestión y llega a la conclusión de que el síntoma desaparecía casi en su totalidad. Esto le parece curioso, ya que en las noches hacía frío o se dormía en el suelo, en contacto con una superficie fría, que el ahora supone debía haberle generado ganas de orinarse y continuidad de la enuresis. Refiere que solo en contadas ocasiones le pasaba esto cuando estaba como niño de la calle. En cambio en su casa era un evento diario o al menos muy frecuente. Como detalles hipotéticos señalaremos dos cuestiones que son: El probable olor que debía tener el sofá en el cual se dormía y del cual no se hace referencia; tampoco hay indicaciones de que tal vez lo lavaran o lo sacaran fuera de la casa para que recibiera el sol o el aire del exterior y con ello atenuar el probable olor a orines que debería tener. Por otro lado, solo puntuaremos el significado simbólico del orinar, que se relaciona con la excitación sexual.

 

En una nueva sesión el interno (Jorge E. J.) hace referencia a su delito. En realidad dice que el insistió en la victima para que tuvieran relaciones sexuales. La víctima se niega y según el interno tal vez por temor accede. Ella temía que le fuera a hacer algo. Al inicio el interno si carga la gasolina en el coche. Posteriormente se interna por caminos desconocidos para la pasajera afirmando que era un camino más corto para llegar al destino solicitado. Después de cargar la gasolina le dice a la víctima que se pase al asiento delantero. Es ahí cuando el la empieza a acariciar hasta que acepta la relación sexual. Afirma que ella le rogaba que no le hiciera nada y que pensara si el acaso tenía hijas o una esposa. Sin embargo el interno no le hace caso. Solo cuando este termina la relación el experimenta malestar y la deja ir. En dicha sesión se inicia el diálogo cuestionándose por los motivos que lo llevaron a la comisión delictiva; concluyendo solo que fue por falta de control en sus impulsos. La pregunta sobre tales motivos fue de impacto para él, y el resto de la semana estuvo analizando dichos posibles motivos. Al iniciar la presente sesión, también hace referencia a la manera en que inicia la relación con su actual esposa. A ella la conoce cercas de su casa, en el lugar donde el iba a comer. El toma la iniciativa para hablarle y salir con ella. Posteriormente, como a los dos meses de conocerse y ser novios le propone que tengan relaciones sexuales a lo cual ella accede. Esto entusiasmo al interno pero el día de la relación sexual se queda grandemente sorprendido por que estando en la cama se da cuenta de que ella no tiene su pie derecho. Después supo que tuvo un accidente de niña y por cual perdió su pie. La actitud del interno es de asombro por lo que veía pero nunca le dijo nada, consumándose la relación sexual planeada. De hecho el interno nunca le ha comentado a su esposa acerca de la sorpresa que se llevo al observarla sin su pie. Cabe destacar que al indicar tal situación, su expresión fácil es verdaderamente de asombro. Acto seguido realiza diversos comentarios y abandona la temática de la ausencia del pie  en su esposa. Una vez casados el maltrato y al parecer el trato con desprecio hacia su esposa se hace evidente.

 

En la sesión del ocho de Diciembre del 2004, el interno (Jorge E. J.) se dedica de nuevo al repaso de su versión del delito. Partiéndose del señalamiento de cual había sido la motivación para hacerle la petición a la victima de las relaciones sexuales. El interno afirma que creyó que era posible hacer tal petición, a cual ella se niega afirmando que no estaba bien lo que le pedía. Después de ello se da el evento de cargar la gasolina, por lo cual la victima si se queda sola sobre la vía México-Texcoco en el vehiculo. Como ella no se fue, estando en una avenida transitada, parece que el supone hay posibilidad de que ella accediera a sus deseos. Una segunda motivación se deriva del hecho de que le dice que si ella no ha tendió relaciones con otros hombres o con amigos, a lo cual ella responde afirmativamente, pero que solo de manera ocasional. Con esto le cuestiona si no lo hace por dinero, a lo que se le responde que solo de manera ocasional y por cincuenta pesos. Parece ser que el presente desarrollo da pie a la propuesta siguiente, que es invitarla a que se pase a la parte delantera. Después de algunos titubeos acepta y se cruza por entre los asientos delanteros. Estos eran individuales en una Caribe. Por ello no fue necesario que se bajara del vehiculo o que incluso se detuvieran. Dicha situación crea una aceptación implícita de la relación sexual por parte de a victima. Para el interno podría ser un argumento excelente para una defensa y una absolución de su delito. Después de todo era una prostituta a pesar de sus argumentos. Sin embargo, esto no explica el por que de la acusación legal y la reclusión. El primer punto para solucionar este hecho parece ser el conflicto de los cincuenta pesaos requeridos, ¿pero de que manera?. Hacia ellos se dirige el análisis. Inicialmente no se trataba del dinero propuesto sino de que después de la relación sexual le pide más dinero, hasta llegara a la cantidad de ciento cincuenta pesos. Ante esto el interno se niega y dice: sic. “Ahora fue por orgullo y por defender mi dinero...”. Se hace un análisis de los costos beneficio, ya que por solo cincuenta pesos el tiene una sentencia de varios años. Se investiga la solvencia económica que según el interno llegaría a un máximo de ochenta pesos, que tampoco quiso dar. El motivo de esta última cantidad es que le había ido “mal” en su día como taxista. Sic. “así es este negocio, a veces nos va muy bien otras no”. Sin embargo el cuestionamiento continúa en el sentido de que había trabajado en todo un día y era demasiado poco lo que tenía como “cuenta del día”. Ante la insistencia afirma que es lo que tenía en la caja donde lleva el dinero. Por ello se le pregunta sobre aquellos lugares donde los taxistas traen dinero oculto para que en casos de robo sea menor la perdida. Niega que esa opción hubiera estado presente en él; manteniendo la carencia de dinero por un “mal” día de trabajo. ¿Verdaderamente parecía mantener su “...por orgullo y por defender mi dinero...”?. Cabe destacar nuevamente que se reanalizan los costos beneficios del pago del servicio solicitado y ejercido con la victima, aún cuando era mayor la cantidad implicada. Ante esto se le dice que si l no podría se lo suficientemente “rollero”[39] como convencer a la mujer de que solo tenía los ochenta pesos y que ella quedara conforme. Frente al termino “rollero” el interno se indigna y desvía el análisis inicial, afirmando que con su terapeuta el no es “rollero” y que siempre ha hablado con la verdad y solo la verdad. Se decide como terapeuta no seguir dicha línea del análisis a fin de concluir la anterior. Se enfatiza en cual fue el motivo que determina que el haya hecho la propuesta de la relación sexual y su aparente concepción de que la victima era una prostituta. Esto parece solucionarse por el hecho de que el interno recibe en su taxi a la mujer en el área de Jardines de Morelos como a las 10:45 de la noche. Hora desusual para que una mujer anduviera en las calles y sola, pensamiento que solo se da de manera implícita y que requiere de confirmación. A modo de hipótesis, parece ser que al interno acusado de violación  y  recluido por no pagar un servicio que ya había recibido. El comentario confirmatorio se relaciona con el hecho, de que posteriormente y ante las circunstancia ya no quería pagar ni siquiera los cincuenta pesos iniciales. Cuando ella le dice que cuando menos la lleve a su casa el se niega, tratándola bruscamente para que abandone su coche. De igual manera se niega a pagarle un taxi que la lleve a su casa. En el primer caso lo hace por temor de que al llegara a su casa le pudieran hacer algo. Y en el segundo por temor a que con su mismo dinero se pagara el taxi en el cual lo seguirían. Pero ¿entonces como lo localizaron?. Por último, de la detención también se derivo la perdida de su taxi, el cual no pudieron recuperar. Un segundo caso en el que se pierde el vehiculo personal, el primero correspondió a Fermín F. A. El caso de Jorge E. J. Es también de interés por que nos une con el relato de “El Quijote de la Mancha”. El interno defendió su “...orgullo y su dinero...”, en tanto que el violador en la trama con Sancho Panza, recupero la multa que le cobraron y con la que habían indemnizado a la victima de violación.

 

En la sesión del 10 de Febrero del 2005 el interno (Jorge E. J.)inicia señalando que en la sesión anterior se refirió a sus dificultades para estudiar. Indicando que ello tiene un nombre, de cuya palabra no se acuerda. Posteriormente resulta que la palabra olvidada era “justificaciones”. En este sentido, la sesión anterior se había hecho alusión a los motivos o justificaciones para no estudiar. Y en esta ocasión debemos suponer que se refiere a los justificantes para orinarse hasta los catorce años de edad aproximadamente. Menciona que el tenía un verdadero miedo de dormirse, por si nuevamente se orinaba lo golpearían. Esto lo hacían su madre o su padre con un cable de las planchas, con un palo de escoba o con un gancho de alambre metálico. Pero en realidad se puede concluir que ello era la consecuencia del orinarse y no la causa de dicho evento. Surgiendo tal planteamiento a partir de una confusión en el paciente cuando se le pregunta ¿Qué generaba que se orinara? Pregunta que se presta a una doble interpretación, tanto en el sentido de causa como de efecto. Al intentar centrar el tema en las causas recuerda un sueño frecuente, que consistía en la sensación de orinar y el orinar en el sueño. Después de eso sic. “sentía calientito y era por que ya se había orinado”. Como adulto el sueño se repite, pero al parecer el despierta antes de orinarse. En el sueño también veía agua. Con esto menciona otros recuerdos, en los cuales su padre se despertaba en la madrugada y le decía a su esposa que lo fuera a ver si no se había orinado. Después de que su madre tocaba el sillón y no se había orinado, lo despertaba para que fuera al baño. Aún parece mantenerse una hipótesis de trabajo en relación al orinarse y la excitación sexual. Con posibilidades de relacionarse con los padres. Esperaremos en el avance del análisis y las asociaciones libres para confirmar la hipótesis o deshecharla. Un aspecto a destacar en el interno, es que el mismo, mientras realiza sus actividades de limpieza se mantiene pensativo por que dice que se dedica a reanalizar lo que trabajo en las sesiones.

 

La sesión del 14 de Febrero del 2005 el interno (Jorge E. J.) se da por solicitud de este. Menciona que han ocurrido cosas de importancia que desea comentar. Indica que en la visita del fin de semana, su esposa le dice que vinieron de Veracruz y le comunicaron que su madre biológica había fallecido. Es algo que afirma le ha pesado y le hace sentir culpable. Ahora entiende que tal vez su madre lo regalo por que no tenía como mantenerlo. Al menos el supo eso. Afirma que otros familiares le decían a su madre biológica que lo regalara cuando nació por que no tenía con que alimentarlo. A el le dijeron que de bebe no le pudo dar el pecho y que solo le daba la mamila con el café negro. Tal vez por ello fue que lo regalo. Ahora dice que siente tristeza por que su hermana carnal ya falleció, su padre, aunque no lo trato también ya falleció. Su abuela materna al parecer también ya no vive. Por ello ahora piensa en que es lo que va a pasar, ya que ahora es el único que queda vivo de su familia de sangre. Con ello ha penado en que ahora debe hacer algo y dejarse de pretextos. Que para el le es muy importante una de las sesiones donde se le pide que haga un avión de papel y el no supo como hacerlo. Cuando lo que debía hacer era pedir material para ello o bien hacerlo con lo que tuviera, un pedazo pequeño de papel. Sin embargo no hizo nada. Así fue como lo hizo con su carrera fallida en medicina. El solo se quejaba de que nadie lo ayudaba o que por haberlo regalado no tuvo oportunidad de llegar a hacer una carrera. Menciona que la tristeza que experimenta se relaciona con el deseo de haberla visto para que si ella le decía que lo perdonara, el pudiera decirle que no había nada que perdonar. Al menos es lo que el hubiera haber querido escuchar en el lecho de muerte de su madre. A pesar del contenido depresivo, solo hay ligeros indicios de llanto. Con escases de afecto depresivo, con probabilidades de que su manifestación se relacione con su tendencias a la vicitimización.

 

En la sesión del 15 de Febrero del 2005 el interno (Jorge E. J.), un día después de la solicitada voluntariamente, y en relación a la muerte de la madre biológica, el interno la inicia por lo que el dice fue su tarea. No hace referencia a la sesión anterior. Se profundiza en el motivo del por que se orinaba de chico y en la adolescencia. Esto desde la perspectiva no de cual fue la consecuencia, que era que lo golpearan sino la etiología de tal síntoma. Entre diferentes recuerdos retomados por el interno uno se relaciona con la forma en que dormía el y sus hermanos, adoptivos. En realidad no siempre durmió en el sillón a que se refiere y en el cual se orinaba. Por cierto tiempo el dormía con todos los hermanos en una misma cama. El al parecer ocupaba el lugar cercano a los pies de la cama. En dicha época tenía problema con unos de los hermanos grandes precisamente por que se orinaba. Este lo golpeaba con los pies y lo tiraba de la cama por haberse orinado. Incluso era el primero que lo denunciaba con los padres por que se había orinado. Al  observar la distribución de la casa, se indica al respecto que había dos camas. Una correspondía a los hermanos y él, quienes dormían en la misma cama y en forma atravesada. Hacia la cabecera había un mueble, que servía de división con la cama de los padres. Dice que lo recuerda por que veía su madre por la noche. Después de los problemas por que se orinaba en la cama, lo trasladan al sillón en un cuarto a parte, donde el se quedaba solo. Por otra parte recuerda cuando la madre se despertaba iba a revisarlo y metía la mano entre las sabanas para tocar si estaba mojado. Para ello pasaba la mano por el vientre y probablemente tocaba sus genitales. Ya que no se había orinado, lo despertaba para que fuera al baño. Pero si estaba orinado lo golpeaba y lo llegaba a tirar del sillón. Otro de sus recuerdos se relaciona con la bacinica que había en el cuarto donde dormían. La misma era usada por todos y el era el encargado de sacarla por la mañana. Tarea que al parecer no era de su agrado. Se le cuestiona si también su madre la usaba, a lo que responde afirmativamente. Al igual afirma que en alguna ocasión vio a su madre orinando. A dicho comentario el interno encadena el recuerdo de cuando siendo niño, cercas de la iglesia del Carmen observaba a las prostitutas teniendo relaciones sexuales. A escondidas iba con otro niño al que considera un vaguito, para a través de los agujeros de la barda observar a las mujeres cuando tenían relaciones sexuales. Cuando eran sorprendidos los corrían. Pero el recuerda que siempre las veía como iban con su cubetita y después de terminar las relaciones sexuales se lavaban sus genitales. Sic. “Como dicen, ellas se sentaban de <<aguilita[40]>> y se echaban agua para lavarse, estaban como si orinaran”. Un segundo recuerdo al respecto es como el sentía excitación. En una ocasión se masturbaba y de repente sintió movimientos de “peristaltismo”[41] y tuvo ganas de eyacular. El pensó que tenía ganas de orinar, pero en realidad eyaculo. El interno refiere que todo esto nunca lo trato con la psicóloga Guadalupe. Todo lo demás ella lo sabía por que el se lo relato. Pero esto solo lo sabe su psicólogo actual. Cuando el interno realiza dicho análisis y asociación libre, se mantiene con los ojos cerrados, por que dice que así puede acordarse mejor de lo que relató. En diversos momentos realiza prolongados silencios como si meditara lo que dice. Por otra parte, cuando se intenta relacionar la posición de la cama, el interno intenta dar una visión de ello de manera detallada, incluyendo medicas calculadas de la cama a l mueble y a la otra cama. Como hipótesis de interpretación parece haber una observación o el escuchar las relaciones sexuales de los padres, lo cual generaba excitación sexual.

 

En la sesión del 01 de Marzo del 2005 el interno (Jorge E. J.), inicia la sesión con referencia a sus malestares para dormir en la madrugada. Ello le motiva a levantase a orinar y tener al parecer sueños diversos. Relata el último sueño que tuvo y que desea platicar:

 

Soñaba que estaba en una cárcel pero no está (la de Ecatepec). Nuestras celdas eran de alambrón. Soñé que tenía hambre. Mucha hambre. Entonces se acercaban unos internos con comida. Pero yo decía, me quiero ir libre… libre… libre… Pero al supuestamente tener la celda decidí no comer e irme hacia la puerta de la libertad. Soñé que me encontraba volando. Y en ese vuelo, a mis cuatro puntos cardinales no había nada… Iba volando. Pasaba por una avenida. Veía a un globero, un señor vendiendo antojitos. En ese momento me entraba una especie de depresión. Decía que… no podía bajar. Veía como iban parejas con sus hijos. El señor y la señora iban abrazados. Sus caras demostraban felicidad. Iba volando y veía muchas avenidas, supermercados. Y decía, si hubieras enderezado tu vida irías con ellos, con tu esposa e hija y le comprarías un helado. Pero yo estaba arriba. Me entro un sentimiento de culpabilidad. Molestándome conmigo mismo. Todo lo movía y me culpaba. Yo mismo me declaraba culpable. Ese sentimiento de culpabilidad me hizo despertar y me ponía de un lado y de otro.

 

El interno dice no entender que le pasa, pero después tiene muchas ganas de orinar. Posteriormente, cuando se le hace tal señalamiento, de que primero hablo de su deseos de orinar, sus trastornos del sueño y el sueño relatado, lo niega. Afirma que se entendió de manera equivocada por que el no lo dijo así. Señala que relata el sueño y solo posteriormente habla de sus ganas de orinar. El interno se aferra a dicha idea, manteniendo que su psicólogo es el equivocado. Ante esto emerge en el psicólogo el recuerdo de la sesión pasada, donde el interno afirma que el realiza su análisis, aunque por supuesto con ayuda de su psicólogo. Pero en realidad considera que el es quien hace todo y solo son escasas las intervenciones del psicólogo; aunque dice que tales intervenciones son de importancia. Posteriormente al asociar sobre el sueño inicialmente solo repite casi de manera idéntica, salvo ligeras modificaciones. Al indicarle dichas modificaciones lo niega con vehemencia. Afirma de nuevo que hay un error de su psicólogo. Ante esta nueva situación se le observa molesto e intenta de nuevo repetir de manera fiel lo que había relatado inicialmente del sueño. Se le solicita que confíe y crea en su psicólogo con respecto a las modificaciones o las secuencias de su relato a lo cual se muestra insistente en que el no dijo lo que se le señala o la manera en que se le indica que lo realizo. En dicha ocasión se muestra enojado y molesto al retirarse de la sesión. Por otra parte se le solicita la asociación sobre el contenido del sueño.

 

En la sesión del 08 de Marzo del 2005, el interno (Jorge E. J.) retoma su sueño de la sesión anterior. Es de notar que su malestar por los señalamientos que se le habían hecho en tal sesión, no estaba presente. Sobre el desarrollo del tema de las ganas de orinar no se da información complementaria significativa y solo la repite. Con respecto al agregado y modificación en el segunda ocasión sobre el relato del sueño, confirma que efectivamente había agregado los hot dog. Recuerda que hablaba de que veía a un señor con globos y atro con venta de hamburguesas, señalando que por ello pensó que tal vez también vendía hot dog. Para el este elemento se relaciona con la comida que recientemente ha ingerido y que es dicho platillo. Afirma que esto ha sido necesario por que la comida, el “rancho”, que da la institución es de pésima calidad y escaso en cantidad.; provocando que tenga hambre por las noches. De ahí por que sueña con los hot dog en la noche. Por otra parte se refiere a su volar en el sueño, que a él le parece increíble y donde se ve muy feliz. No sabe como empieza a volar, solo recuerda que se dirigía a la puerta del reclusorio, por que iba en busca de su libertad y después estaba volando. El supone que debía estar volando en algo por que si no de que otra manera. Pero el no ve sobre que esta volando. Piensa que podría ser una alfombra o tal vez un aparato, pero el no lo distingue. Desde las alturas observa el supermercado y a la izquierda una avenida transitada por vehículos, lo cual trata de precisar y detallar con exactitud. Ante estas asociaciones se le plantea la pregunta sobre las sensaciones que podría experimentar, no habiendo producción asociativa al respecto  Otras temáticas mencionadas son con respecto a los problemas que tuvo él y la familia con su abogado. El primero que era particular les pide aproximadamente treinta y ocho mil pesos para lograr su externamiento de inmediato pero sin éxito. Ello no implico que le devolviera su dinero. Solo lo apoya otra abogada, familiar del primer abogado. Esta recientemente le pide dinero, el cual no le dan y por lo cual piensa que no le ponía interés a su caso. El día de su última audiencia se presenta con mucho retrazo, por lo cual el juzgado le designa un defensor de oficio sin posibilidad de cambiar a este una vez más. Con ello, su abogada particular queda excluida en su defensa. Por esto su abogada se molesta con el interno. El refiere su preocupación por que su esposa y familiares se han endeudado económicamente y el sigue preso. Ante esta situación el dice que esta entre extrañado, agradecido y sentirse culpable por que si ha recibido gran ayuda de la familia, incluso de su madrastra o madre adoptiva. Ella al parecer consiguió la mitad del dinero que le dieron al primer abogado. Al respecto su asombro se relaciona con el recuerdo del maltrato que recibió de niño y de adolescente y sin embargo ha obtenido gran apoyo de sus padres adoptivos, sic “no me han dejado”. Esa actitud dice que le ha provocado el deseo de querer incluso abrazar a la madre adoptiva, pero a lo cual no se ha atrevido. Por último, el interno ha mencionado sus recientes trastornos estomacales que cree se deben al tipo de comida que se le da por la institución.

 

En la sesión del 16 de Marzo del 2005, el interno (Jorge E. J.), se dedica de inicio a señalar lo “bueno” que va a ser. Con ello pretende tratar bien a su esposa, trabajar, atender a su hijas, tal vez estudiar. En pocas palabras, como su psicólogo le dijo en una ocasión, ser solamente una “buena persona”. Considera que hacia ello dirige todos sus esfuerzos. Como dicha situación se le cuestiona en relación a la regla de la asociación libre el interno parece molestarse y señalar la pregunta, dirigida hacia su psicólogo de si este le entiende. Cuando se le confronta con dicha indicación con la pregunta de si el cree que no le entienda, el se disculpa y afirma que no quiso ser ofensivo. Se le cuestiona en relación a ambos comentarios, ante lo cual parece defenderse por que al parecer no hay entendimiento entre lo que el dice y su psicólogo. Se le señala la regla de la asociación libre nuevamente pero el insiste y afirma que no se le ha dado ninguna regla. Que el desconoce las reglas para trabajar. Así mismo, que lo que el ha entendido del trabajo terapéutico es que el debe manejar sus propios recursos para llegar a los motivos y para lograr su curación con sus propios recursos. Que si bien son importantes los comentarios o preguntas del psicólogo, no es lo esencial, ya que el debe lograr por el mismo su análisis. No son de importancia a los recursos del psicólogo. Se le necesita recordar de nuevo la regla de la asociación libre con su complemento. A ello en una segunda ocasión se le recuerda el seguimiento de la misma y el no seleccionar el material de la asociación libre. Se le confronta con su intención de obedecer todo lo que se le indica, pero como esto no lo puede llevar acabo con la regla de la asociación libre. De igual manera se le afirma que el intenta efectivamente dar una imagen favorable de sí mismo e invierte gran esfuerzo en ello. Sin embargo, omite el análisis de los motivos de su comportamiento o de su negativa para acatar la regla de la asociación libre o de seleccionar el material que comunica, siempre aquel que dice que intenta ser una “buena persona”. Se compara dicha situación con la construcción de una casa bonita, pero con cimientos deficientes, lo cual a futuro podría provocar que la misma se derrumbara ante cualquier contingencia. Ante todo ello el interno manifiesta su molestia y al final de la sesión alude a su temor por no lograr su imagen favorable de sí mismo. Un último aspecto que sobresale es su pregunta de por que recientemente se le aplican múltiples pruebas psicológicas. Por que se le ha elegido a el. Situación que parece relacionar con su reapertura de proceso y las recientes audiencias en su juzgado. No hay que olvidar que en la sesión anterior también preguntaba ¿Cómo es posible que su estudio de personalidad estuviera con el juez si a él no se le había aplicado las pruebas psicológicas? Para ello el interno parece olvidar que su psicólogo lo conoce por las diversas sesiones que se ha tenido con él. Además, no considera que ya existe un expediente, que contiene información acerca de su caso. Cuando se le señala esto se tranquiliza y se atenúa su desconfianza y suspicacia. A modo de interpretación se observa que el interno se introduce en una contratransferencia negativa. Así mismo emergen las resistencias para el trabajo analítico. Todo lo cual parece sustentarse en una actitud ambivalente hacia la figura paterna transferida. De ahí el conflicto hacia el terapeuta en la sesión presente. Con respecto a su no intención de ser ofensivo, dice que esa forma de preguntar si le entienden es un hábito que siempre ha tenido. Pero que nunca es su intención la ofensa. Pero ello es la segunda ocasión, en diferentes sesiones que así lo menciona. Comentario repetido de igual manera como el hecho de que el solo logrará curarse o saber lo que le pasa. Sin para ello importar lo que haga su psicólogo.

 

En la sesión del 29 de Marzo del 2005, el interno (Jorge E. J.), realiza el aseo del cubículo de consulta. Durante ese tiempo se mantiene en silencio  con actitud hosca y poco comunicativa. Al legar para realizar el aseo se mantiene afuera del mismo esperando que se le haga la indicación para que realice su trabajo. Al concluir e iniciar la sesión mantiene su actitud. Iniciando sus comunicaciones de manera pausada y con justificaciones. Sic. “tengo una gran preocupación y dudas… que no se como decir. Pero bueno usted es mi psicólogo, lo considero como un amigo y así lo quiero ver. Por eso creo que se lo debo decir primero a usted. Es mejor que lo sepa usted por mí y no por otra persona. Por que es algo difícil, que no me esperaba. No se que hacer con respecto a ello y creo que  va a tener consecuencias de importancia en mi vida”. Después de múltiples evasivas, a las cuales agrega con frecuencia pausas de dos a cuatro segundos en promedio, inicia lo que serían sus “preocupaciones o confusiones”. Posteriormente, cuando se le señala dicho último comentario, el interno lo niega, afirmando que no esta molesto y que tampoco son preocupaciones que el tenga. Antes de explicitar sus pensamientos agrega otros donde dice que el seguirá luchando aunque no se crea en él. Que tiene por quien hacer las cosas y esos son el y su pequeña hija. Que espera demostrar al final que el tenía razón y que los demás se equivocaban. La primer indicación de sus pensamientos que ha evadido explicitar se refiere  a que el ha tenido que llorar y que sus lagrimas no son por que el quiera victimizarse. Llora, por que en verdad ha sufrido y le es necesario para deshogarse, pero que nunca como un intento por parecer una victima. Guarda silencio por breves minutos, tras los cuales afirma que nunca ha sido su intención dar esa imagen. Después de repetir esto en varias ocasiones termina por afirmar que su psicólogo esta equivocado y que el lo hará ver así más adelante. Agrega que no pensó que se tendría dicha visión de él. Después de ello inicia el tema central, que se relaciona con la plática que tuvo con su esposa y con su abogada. Las cuales le comunicaron que había cierta información en su estudio de personalidad[42] que se consideraba que le perjudicaría. Según el interno esta seguro como le dice su abogada que ello le afectará, dejando implícito que tal vez ello sea el motivo de que su sentencia se eleve, por que el juez se basa en ello para dar su sentencia. Además parece ser que la esposa le comunica la posibilidad de vender la casa propia que el interno supone que esta inconforme por lo que vio en el estudio de personalidad con respecto a el. Al parecer sin externalizarlo directamente piensa en la posibilidad de ser abandonado por la esposa. Con cierta actitud de enojo menciona que sobre todo no esta de acuerdo que en su estudio de personalidad se diga que es bisexual. Recuerda que en sesiones pasadas el refirió que efectivamente tuvo relaciones homosexuales, pero que ello fue por unos zapatos y una camisa. Recuerda que ello paso, aunque no pude precisar las edades, por que piensa que fue tal vez a los ocho, a los quince o dieciséis años. Ante este señalamiento que le dijeron estaba en su estudio de personalidad insiste y externa cierto grado de molestia afirmando que su psicólogo esta equivocado y que eso no es posible en el. Afirma que hay muchas cosas más que le duelen que se digan en su estudio de personalidad y cree que se esta equivocado en ello. Otros ejemplos son la supuesta alta peligrosidad reportada. El que se mencione que la posibilidad de cometer nuevamente el delito este latente. Que no se tenga un buen pronóstico de él, o que al menos se dude de este. Ante esto recuerda que el no es así, que es una persona confiable, por eso ha comentado como en los dormitorios se fabrica “pulque”[43], o como hay conflictos que se supone los técnicos del reclusorio no saben. El menciona que esto que ha comentado le es de gran preocupación por que en la última sesión de grupo, en la fila para recibir su pase[44] para la próxima sesión escucho comentarios de otros internos que no le agradaron. El interno señala que otros compañeros del grupo, inmediatamente atrás de el decían que no era justo ni equitativo lo que el psicólogo había dicho en la sesión. Que estaba en desacuerdo que las áreas tuvieran quienes les dijeran lo que ocurre en los dormitorios o en el “pueblo”[45]. El sin voltear a verlos a los otros interno, esta seguro de que hacían señas de que tal vez el era de los que transmitía información a las áreas. De ello esta seguro, por que tal interno si bien poco hablaba con el si lo saludaba; pero actualmente no lo saluda, aunque dice que ello es algo que no le preocupa. El interno hace tal comentario sin considerar que esto no sería la excepción sino la regla. Como trabajador en las áreas, se esta expuesto a que se piense que ellos son los que transmiten información a las áreas, que sean como se les dice, las “orejas”[46] de las áreas o las “borregas”[47]. Además, agrega su molestia, la cual también parece que fue mencionada por los internos a que se hace referencia, con respecto a que los internos que con frecuencia se externan son personas problemáticas, por su consumo de drogas, portación de armas diversas (punzo cortantes), fabricación de pulque o trafico de drogas, robos, etcétera.. Casi en la parte final de la sesión el interno enfatiza de manera abierta, que no esta de acuerdo con su estudio de personalidad, que el no vio, pero que le fue comunicado por su esposa y su abogada. Ante todo esto se le hace ver al interno su intento por decir como debía ser su estudio de personalidad. Dándose con ello la unión con la cita anterior donde se trabajaba su actitud ejemplificada cuando le decía a los demás incluyendo ahora a su psicólogo, de si lo pueden entiende o si es claro en lo que dice. En realidad el interno continúa en dicha fase tranferencial. Agregándose a ello lo que casi al inicio de la sesión menciono, de que su psicólogo era más que eso y l consideraba un amigo. En realidad no se un psicólogo lo que plantea sino el amigo. Se le hace ver que efectivamente esta preocupado por la posibilidad del abandono de su esposa o el incremento de su sentencia como se lo dijeron, así lo supone el, su esposa, y directamente su abogada. Es decir, que el estudio de personalidad y por lo tanto su psicólogo sería el responsable de que ello se verifique en la realidad. Niega toda posibilidad de que pudiera haber una reducción en la sentencia, opción de la cual no quiere hablar. Ante la pregunta de que esperaba o deseaba el que se hubiera dicho en su estudio de personalidad se niega a responder y se muestra molesto. Con ello se le hace ver que las interpretaciones que se le han dicho son de importancia pero que el no las considera ni las analiza. Esto da pie para que enfatice en una serie de características personales que el mismo considera son importantes y valiosas para el. Ejemplo de ello son sus rasgos obsesivos, los cuales considera le han ayudado a superarse, por lo cual no los debería cambia. Aunque ligado a ello esta el ser obstinado, piensa que es de importancia tal carácter, por que le permite persistir e insistir en lograr lo que cree. Pero no esta de acuerdo en que por ello sea un necio, que nunca lo ha sido. Retomando de nuevo lo que debería decir su estudio de personalidad según el y su frecuente comentario de si lo entienden o si se explica, el interno retrae dos recueros del pasado. El primero se refiere a su padrastro, a quien en alguna ocasión le decía de esa manera ante la posibilidad de hacer una permuta en su horario de trabajo. Sic. “le dije, pero si sabes lo que es una permuta”. Ante ello obtiene el reclamo de su padrastro quien le afirma que después de tantos años de trabajo y de estar en fábricas, por supuesto sabe lo que es una permuta. El segundo recuerdo, que considera lo tenía olvidado, se relaciona con su escuela, al parecer en la secundaria. Su madrastra es citada en la escuela, donde se le dice que tienen problemas con el interno. Su profesor les dice que es una persona con adecuadas capacidades, pero que tuvo problemas con un profesor, a quien le decía ciertas cosa… que resultaron ser el hacerle ver a este que el sabía más que el profesor; ante lo cual el profesor que lo cito le dice a su madrastra, que nunca un alumno sabe más que un profesor. Ante esto se le hace ver al interno que en realidad es una suposición que el siempre ha tenido. Que le sabe más que los demás, por que efectivamente ha escuchado y visto más que los demás, incluso lo que no debía haber visto o escuchado.

 

El estudio de personalidad al que se hace alusión en la sesión analítica en su dinámica de personalidad es como sigue: Sujeto demandante y exigente, en especial con la familia. Con respecto a su esposa se le refiere como celoso, desconfiado y suspicaz. Con tendencias a dar una imagen favorable de sí mismo, lo cual si le es cuestionado lo irrita y molesta. Sin embargo, con tendencias a reprimir los afectos y la agresión:; así como con fallas en el control de los impulsos. Con antecedentes de enuresis en la niñez y en la adolescencia. Con violación homosexual a los ocho y a los doce años de edad. Mantuvo jugueteos sexuales con hombre mayor que él. Con observación probable de las relaciones sexuales de los padres adoptivos y de prostitutas. Sujeto que vivió como “niño de la calle”[48] por cierto tiempo en la infancia. Asegura haber recibido maltrato infantil, relacionado con la enuresis. Abandono por parte de los padres biológicos. Con tendencias obsesivas presentes, que lo hacen ser una persona obstinada, metódica, rígida y controladora. Con tendencias a la victimización y al llanto fácil. Con riesgo social medio y riesgo institucional bajo. Con reiterancia conductual probable y con pronostico reservado. Con diagnóstico de De trastorno de personalidad obsesivo compulsivo (F50.5[49]) en eje II y trastorno sexual en relación con los demás (F54.9)

 

En la sesión del 04 de Abril del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno se muestra tranquilo, hablando de manera inicial en forma pausada. Refiere que para el fue importante la sesión anterior donde recordó lo que ocurrió con su padrastro cuando le pregunto sobre si el sabía lo que era una permuta. Así mismo del recuerdo de su maestro. El considera que ello le ha hecho pensar mucho. Llegando a la conclusión de que es un defecto de persona. Que efectivamente ha sido una persona necia y que ello le ha dado problemas en la vida. Así mismo, el cree que sabe más que los demás le ha hecho tal vez herir o lastimar a los demás. Es algo que espera cambiar. Sabe que debe llevara acabo cambios en su persona, a la cual compara con una árbol torcido el cual requiere de ser enderezado. Así mismo hace la analogía con una columna vertebral, la cual podría tener los discos vertebrales salidos o bien es como una lodosis. Esta la define como una desviación de la cadera, termino médico. Ante ello pide una disculpa por su hábito de utilizar términos que los demás no saben y que lo hace parecer más que los demás. Con ello afirma que son muchas las cosas que debe cambiar y que podrían ser negativas en su persona. Dando rodeos y evasivas evita decir que características excepto la que se refiere al egocentrismo. Misma que al parecer se consignaba en su estudio de personalidad. Considera que ello siempre le agrado por que es como cuando lo demás gira alrededor de uno. Considera que ello es agradable para la persona egocéntrica. Con ello se concluye la sesión, para continuar con la aplicación del test proyectivo de frases incompletas de Sacks. Al concluir la administración afirma que la prueba es interesante. Señalando que hay frases que había que completar rápido por que así se le dijo pero que en realidad deberían ser pensadas. Había varias de esa manera. Evade por poco tiempo decir a que frases se refería. Señalando al final solo una que es “Me gusta mi madre pero…”

 

En la sesión del 13 de Abril del 2005, el interno (Jorge E. J.), inicia la sesión señalando que continúa con su análisis. Aunque se le vea serio o trabajando esta pensando en las sesiones individuales y grupales. Hace alusión a su estudio de personalidad con el cual no estuvo de acuerdo, pero piensa que ello le sirve. Retoma nuevamente la versión del delito ya que ahora dice estar conciente y aceptar que cometió un ilícito; una conducta antisocial. Se le confronta en que consiste la misma. Afirma que hizo algo que no esta permitido, además de que él esta casado. Con ello se reinicia el relato del su delito. Afirma que efectivamente se peleo de manera fuerte con la víctima, pero solo verbalmente. Incluso reconoce que la corrió con groserías. Con ella había hecho el acuerdo de que solo le pagaría cincuenta pesos a cambio de las relaciones sexuales. Pero al terminar ella quería que le diera ciento cincuenta pesos. El se enoja mucho y por ello la agreden verbalmente. Como ella no cede el hace movimientos como para sacar un arma con lo cual implícitamente la amenazaba para que ella se bajara del coche y lo dejara en paz. Finalmente, dice que no sabe el motivo real pero el piensa que es por miedo se baja del coche insultándolo y diciéndole que le pesara lo que el hizo. Afirma que el noto que se le quedaba viendo a su coche por lo cual supone que tomo el número de las placas. Aunque ello tal vez no lo hizo correctamente por que en el ministerio público estaban cambiados dos números. Además, su vehiculo tenía múltiples golpes y una salpicadura picada, por lo cual era fácilmente reconocible. El supone que por esa manera lo identifican. Efectivamente retoma el hecho de que ante la actitud de la víctima el dijo “…ahora por mis pantalones no le doy nada…”.  Dentro de ello incluye que la víctima le dice que ella tiene problemas económicos y que por eso mantiene relaciones sexuales con los hombres que quieran pero a cambio de dinero. Casi un mes después es detenido. En la declaración se señala que había un testigo, al cual inicialmente no quería la víctima involucrar, el cual era un hombre. Entonces recuerda que efectivamente el día que la sube a su taxi al parecer había un hombre con ella. Estando en los “separos”[50] es mostrado a la víctima a través de un cristal de una sola visión  para su identificación. Uno de los judiciales lo muestra y le da indicaciones para que se muestre desde diferentes ángulos para que la víctima lo observe. Para ello se comporta de manera ruda con el hoy interno. El interno dice que en dicha ocasión le llama la atención dicho espejo y que al notarlo se quedo pensando en ello. ¿Qué significa esto?. Continuando dos policías de alta estatura lo golpean en la cara, en los riñones y en la zona genital mientras le preguntaban lo que había hecho. El pensaba que lo acusaban de delito de daños a las vías de comunicación por que su taxi no estaba reglamentado adecuadamente. Al menos eso le habían dicho. Después de los golpes y ante el miedo que ello le provoca termina por decir que lo acusaban de violación. Con esto le dicen que será consignado con seguridad por que la mujer que lo señala es amante de uno de los judiciales[51], compañero de ellos. Además le amenazan de que en el reclusorio los internos lo agredieran al violarlo con el pene o con un palo de escoba, además de que lo golpearan, sic. “…me dijeron…no sabes en la que te metiste y como les va a los violadores en el reclusorio…”. Es por ello que llega con temor al reclusorio. E inicialmente dice que va por robo, por homicidio, por fraude y otros delitos pero no por robo. Ante ello se muestra temeroso, sin embargo en el tiempo que lleva de compurga de la sentencia no ha ocurrido nada e incluso tiene buena relación con otros internos. Aunque inicialmente se muestra resistente, afirma que debe decirle a su psicólogo lo que le ocurre. Recientemente  ante la reapertura de su proceso se enfrenta a amenazas y conflictos con otros internos. Uno llamado Irineo y otro apodado “el pez”. Al segundo le solicita que le preste unos minutos de su tarjeta telefónica para comunicarse con su familia. A lo cual dicho sujeto se niega. Diciéndole que el ya sabe por que esta en el reclusorio y que no se haga el tonto por que el sabe a que se refiere. Cuando esto ocurre el ya se había mostrado extrañado por que los dos personajes mencionados le habían dejado de hablar. El refiere que tenía una buena relación con ellos por que les vendía cigarros y se los prestaba. Ahora ya no le quiere pagar los veintiocho pesos que le debe y ni siquiera lo saluda. Posteriormente se da cuenta de que es observado por “el pez” con una mirada que al le impresiona como perversa. Es por ello que ahora teme por su integridad personal. Aunque sabe que ello es un riesgo, afirma que no desea cambiarse de celda por que en ese dormitorio lo respetan y lo conocen todos. Además de que ya ha hecho antigüedad y ganado por esto de ciertos privilegios. Recuerda que al inicio le fue muy difícil, cuando era “monstruo”[52] y tenía que lavar los trastes o acarrear agua. En esa época recuerda que tenía sus zapatos rotos o ropa en mal estado. Solo cuando deja de ser “monstruo”, puede trabajar con las áreas técnicas y dedicarse a otras actividades que le reditúan dinero y con lo cual mejora la calidad de su vestimenta. En eso afirma sentirse orgulloso por que ha sido capaz de proveerse de lo necesario sin recurrir a la familia. Espera ante esto cuidarse para evitar si le es posible evitar una agresión a hacia el por el delito por el cual esta sentenciado.

 

En la sesión del 19 de Abril del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno comenta sobre los conflictos que se presentan en su área de trabajo y como las ha enfrentado el. Una de estas situaciones la comento con el coordinador del área de psicología. Esto se refería a la perdida de material de limpieza, jaladores, escobas y jabón. El se encontraba preocupado por lo que considera son sus implementos de trabajo y se estaban perdiendo. Ello motiva que en una junta entre los internos, dedicados a la limpieza o estafetas, se acuerde de que no debe haber más que tres de ellos que resguarden la llave de la bodega donde concentran dicho material. Esto da motivo para tener conflictos con dos internos, Ismael y Adrián. El segundo le pide las llaves de la bodega cuando el realizaba la pruebas psico-métricas que le había asignado su psicólogo. Después de treinta segundos de haberle dado las llaves, el interrumpe su psicometría y se dirige a la bodega. Sorprende a los internos llenando un embase de jugo de naranja con fab. Les reclama por que hacen eso si es su material de trabajo. Reclamo que dirige en especial a Adrián por que el apoya en la limpieza y es responsable de la llave de la bodega. El detergente era parea Ismael. Al verse descubiertos el último interno se enfrenta a nuestro paciente diciéndole que haga un “paro” por que es para otra persona y que sea el quien le de el jabón. El interno se niega afirmando que eso no se hace y que en todo caso tendrán ellos problemas. Le enfrenta diciéndole que para que lo pide si ya se lo levaba. De ello señala las dificultades que ha tenido con Ismael desde tiempo atrás. Este interno tenía amistad con otro ayudante de la limpieza (Ricaño), quien tuvo dificultades con nuestro interno. Después de los conflictos, cuando el llegaba al área, ellos se comunicaban entre ellos, señalando su disgusto por el, con comentarios como por ejemplo: sic. “decían que ya había caído el pelo en la sopa”. Tiempo después Ricaño es dado de baja del área de psicología por motivos relacionados con una psicóloga que no le correspondía y la realización de psicometría sin requerirla. Ante esto el interno se hace la pregunta de por que habla de todos estos conflictos. De inicio le da risa, pero después cree que se debe a que son conflictos que el ha tenido que enfrentar en la reclusión y que considera que ha solucionado de una manera adecuada. De manera parecida los conflictos que ha tenido en la población los ha podido solucionar, el no se ha arriesgado por diez, veinte o cien pesos que le deban por la venta de sus cigarros o café, la ropa que plancha o que ha lavado. El se cuida mucho de que no lo agredan y lo ha logrado así. Como interpretación solo se remenciona su pregunta ¿Por qué cuenta todo esto en la sesión? ¡acaso trata de mostrar como ha solucionado problemas o como es que esta del lado de las áreas técnicas para el cuidado de ellas? Tal vez el comentario al respecto del interno plantea el motivo que cuestiona. El dice que reconoce que el debe cuidar el material que le dan, pero que en ningún momento cree que eso sea de su propiedad. Que el sabe que no le pertenecen a pesar de que son sus implementos de trabajo. Afirma reconocer y no tratar de ser de las áreas técnicas por que el es solo un interno más. La sesión dio inicio con sus señalamientos de cómo el continúa analizando su caso durante su trabajo. Que ello le ha servido mucho para conocerse. Además se refiere de manera específica a su necedad y obstinación, lo cual le ha acarreado grandes problemas con compañeros de reclusión, con sus padres, con su esposa, maestro y amigos. Cabe destacar, que cuando supo lo que decía su estudio de personalidad el se mostró molesto por que entre otras cosas en el se decía que era una persona obstinada. En esa ocasión discute de que no era obstinado y que se confundía ello con su persistencia. El mencionaba que la obstinación era positiva por que ello le había permitido incluso estudiar, etcétera. Ahora parece aceptar que efectivamente es obstinado. También cabe destacar que dentro de sus características de personalidad están los de tipo obsesivo. A fin de complementar se reproduce a continuación la dinámica de la personalidad del interno y su diagnóstico, basado en la entrevista e historia clínica del interno, que es como sigue:

 

En la sesión del 03 de Mayo del 2005, el interno (Jorge E. J.), inicia la sesión señalando la importancia de no contar con conocimiento especializado, sino con la importancia de analizar su vida personal para saber quien es. A pesar de ello indica que en la sesión grupal el pensaba hablar de cómo el destino y la vida de una persona esta en sus manos. Así, por ejemplo, dice que en la diabetes uno puede tener al padre y a la madre diabéticos. Por ello es probable que uno como hijo desarrolle dicha diabetes, por que así esta determinando por la genética Pero si uno se cuida, hace ejerció o busca la manera, la diabetes no se desarrollaría. Eso quiere decir que uno puede modificar lo que los padres le heredaron. De esta manera incursiona en el comportamiento delictivo. El considera que a pesar de que por genética se determine se puede cambiar si así se desea. No se tendría por que ser delincuente. De ello emerge el señalamiento de su origen. Esto deriva en la consideración de que el tenía dos madres, una biológica y otra de crianza (su madre adoptiva). El afirma que esto le ha provocado el deseo de conocer lo que es una madre pero que es algo que nunca ha experimentado. Señala el maltrato de su madre de crianza. Como iba el a sentir lo que era tener una madre si lo maltrataba física y verbalmente. Recuerda como le pegaba por que se orinaba en la cama o en el sofá. Se le pregunta al interno sobre el por que cree que su madre de crianza lo haya ayudado. ¿Acaso no habría sido más fácil deshacerse de el, después de todo no era su hijo? Sin embargo, ella lo cuido  pesar de el supuesto maltrato. Como segundo punto al respecto se le señala que el es visitado por su madre de crianza. Es decir no lo ha dejado. El interno corrige el hecho de que en la actualidad no lo visita por problemas de salud. Al parecer el avance de su diabetes y la edad que tiene le provoca insensibilidad en las piernas y con ello dificultades para caminar o para sostenerse en pie. De ello emerge el recuerdo de que al momento de la detención el no les avisa  Nadie sabía por que lo habían recluido ni el que estaba internado en la cárcel. Solo tiempo después, al parecer su esposa los localiza y de esa manera lo visitan, incluyendo su madre de crianza y su hermana “adoptiva”. Para el es una grata sorpresa por la preocupación que manifestaron por lo que le ocurría y ofrecen su apoyo. En tal ocasión observa el cariño de su madre adoptiva y la preocupación de esta. Sin embargo, por varios años había permanecido alejado de ella. Un buen día se sale de la casa y cuando regresa no los encuentra. No sabía con certeza a donde se habían ido. Tiempo después al parecer su padre adoptivo decidió vender la casa de la familia, por lo cual ellos se trasladan al área de Chalco, estado de México. Ese era el motivo de que ello no se encontraran en la casa que le era conocida. Hipotéticamente, el interno parece aludir al posible abandono de la familia adoptiva, lo cual no era real pero que el vivencia de tal manera. Se le hace ver como el tampoco se preocupo por buscarlos. Si su esposa los pudo encontrar, el también los habría podido encontrar si los hubiera buscado, lo cual no hizo. De igual manera, si la madre adoptiva no lo quisiera, también podría haberlo dejado en la cárcel sin visitarlo. Después de todo, nuevamente ya se había deshecho de el. Sin embargo lo visita y lo atiende. Se observa que el interno es como aquellos pacientes a quienes no les hubiera importado el maltrato infantil, pero siempre y cuando hubiera tenido a su madre biológica. Se niega la posibilidad de tener a madre de crianza por que no tuvo a la madre biológica. El afirma que le han dicho que su madre biológica lo regalo por que no lo podía mantener y los conocidos de esta le decían que se les iba a morir el interno. Esto lo supo muchos años después.

 

En la sesión del 10 de Mayo del 2005, el interno (Jorge E. J.), reinicia la sesión con el tema anterior, las dos madres que el ha tenido, la biológica y la de crianza. Nuevamente considera que ello es un problema para el, por que siempre ha querido saber lo que es una madre y no lo puede sentir por su vida al respecto. El interno toca de manera incidental diversos temas, que generan la impresión de no concretar en ninguno de ellos. Se refiere a la importancia de ser lo mas sincero posible con su psicólogo, de evitar las hipocresías. Recuerda que al saber mayor información sobre su origen, es que su padre adoptivo era al parecer primo de su madre biológica. Que fue este quien lo trajo de Veracruz por que su madre no lo podía mantener. El lo llevo con su madre adoptiva, la cual cree que no lo quería, por eso lo maltrataba. Solo sabe que su madre dijo que tenía ya a su hermana adoptiva, la cual era pequeña. Que la llegada del interno provoco problemas, por que su hermana ya se sentaba y no se batallaba con ella en el baño. Al parecer deja de sentarse y se pierde el control de esfínteres que ya se había logrado con ella. En la sesión anterior y en la presente el interno refiere gusto por que le haya visitado dicha hermana y lo haya tratado como su hermano. Esta al parecer padece de osteroporosis y otra enfermedad producto de la edad. El interno hace alusión a lo que el hubiera querido que fuera su vida. Se le confronta con la sinceridad, la hipocresía y los sentimientos hacia sus madres. Mismas que comporten como características el que una lo da en adopción y la otra lo maltrataba. El interno menciona que quería afecto, sentir l que era una madre o que le hicieran “piojito”[53] cuando menos. De ello deriva justificaciones de los motivos por los cuales lo golpeaba su madre adoptiva o el abandono de su madre biológica. Se inclina por que ahora debe quererlas por lo que le dieron, una la vida y la otra la crianza. De manera directa niega que experimente sentimientos hacia ellos, bajo el argumento de que nunca pudo haber sabido que era una madre. De esta manera el interno evita el hablar de sentimientos de enojo, resentimiento o agresión hacia la actitud de sus dos madres. Manifestando de manera enfática solo el afecto positivo o de amor que debería haber hacia las mismas. Ante esto recuerda que no debe tener ya otros sentimientos por que el sabe que su madre biológica ya falleció y cuando lo supo le dio tristeza y espero que ella le hubiera dicho o pedido perdón por lo que hizo, dejarlo en adopción. Por último, el interno intenta analizar el rol que su padre adoptivo jugo en su vida, quedando pendiente dicha temática. Continuando con la teorización, es frecuente que el interno con delito de violación señale la represión de los afectos. Al menos en algunos de los casos analizados están presentes los rasgos de tipo obsesivos. Es probable que ellos sean los determinantes de comentarios con respecto a lo bien que podrían estar con la familia o el buen comportamiento que han desarrollado dentro de la institución. Decíamos antes, son “cumplidores” y se ajustan a la normatividad. En el caso de Efraín, en su sesión del 10 de Mayo del 2005, se reanalizaba un comentario de la sesión anterior que concluyo con la sentencia siguiente: sic. “si yo estoy bien ellos estarán bien”, refiriéndose a los familiares cercanos. Comentario que con frecuencia escucha en las sesiones grupales. Pero no válido en el por que los padres y los tíos no lo visitan o no saben de los conflictos que vive en la reclusión. El significado de dicha sentencia es de importancia para el mencionado sujeto, por que evidencia su apego a la normatividad y el querer decir lo que las áreas técnicas dicen o deberían escuchar. Dándose con ello una imagen positiva pero convencional. Aproximadamente, en las diez sesiones anteriores su comportamiento era así, limitando el análisis personal. En los dos casos mencionados es la evitación de sentimientos relacionados con la agresión, el enojo o el resentimiento por el abandono.

 

En la sesión del 16 de Mayo del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno inicia la sesión con una discusión de su interés por dejar de utilizar tecnicismos. Sin embargo, enfatiza en que el ha pensado mucho en su análisis y que tiene un a teoría que explica el por que se orinaba con frecuencia. A ello agrega la existencia de varios recuerdos, que son los siguientes:

  1. En una ocasión, al parecer en un sueño ve agua y después tiene ganas de orinar
  2. Se me quedo muy grabado como en una ocasión no me encontraban. Hasta que fue mi papá y me busco debajo de un camión. Ahí estaba escondido y me acuerdo muy bien como el hizo así y me vio (inclina medio cuerpo de la cintura para arriba, con torsión hacia el lado derecho).
  3. Me acuerdo que luego me iba como un parque, a donde había un kiosko. Ahí había una tiendita y yo me escondía ahí. Había una puerta que se abría en tres partes  y atrás de ella (de una hoja de la puerta) yo me quedaba ahí. Pero estaba todo sucio por que me había orinado.
  4. En otra ocasión, me da mucha pena pero debo decírselo. Había una cunita y ahí me mandaron a dormir. No se por que. Yo estaba dormido y me dieron ganas de orinar y de ir al baño. Me levante, pero no quería que se dieran cuenta. Yo no se como fue pero se me hizo fácil hacer del baño (defecar) en la esquinita de la cuna. Pero que bárbaro, no se como se me ocurrió pero ahí me hice. Yo creo que no quería que se enteraran. Después me dormí. Y voy a creer. No se en que pensaba. Ya dormido movía los pies y las cobijas; y ya se imaginara que todo se ensucio. Las cobijas y todo. Pero cuando desperté me dieron una buena. Tomaron el cordón de la plancha, que es como de esos del grueso de mi dedo y con ese me dieron. Pero me dolió mucho. ¿Fantasía de pegan a un niño donde el protagonista es el?

En otro momento de la sesión el interno relata su teoría del por que se orinaba. Siempre se había preocupado de que fuera algo fisiológico, pero ahora sabe que no era fisiológico. Por eso siempre ha tenido su teoría de que era por llamar la atención. Si así era, ¿cómo se explica que se haya orinado detrás de la puerta?, ahí no había de quien llamar la atención. Por otra parte el se llego a orinar cuando estaba en la calle viviendo. En tales ocasiones a pesar del frío y de no tener con que taparse, solo en contadas ocasiones se orinaba. Por otra parte, al orinarse lo que conseguía era que lo golpearan. Aunque no hay que olvidar que es una forma de llamar la atención a pesar del maltrato. De ello se deriva lo que el llama una de sus grandes dificultades, que fue el no poder hablar con su mamá. El siempre quiso preguntarle por que le pegaba. Se le señala que una posible respuesta habría sido con facilidad que por que se orinaba. Que tal vez le habría dicho que si no quería que le pegaran ella le habría contestado que no se orinara para que no le pegara. Con ello se le plantean la existencia de segundos motivos en su síntomas y en su petición a la mamá; siendo diferentes al llamar la atención exclusivamente. Con ello se le plantea el aplicar la regla de la asociación libre a cada uno de los recuerdos expuestos y dejar de buscar tecnisismos para  lo que supone le ocurre.

 

El día posterior a la sesión (el día 17 de Mayo del 2005, se acerca al su terapeuta. Después de un saludo, dice que ha estado pensando y no se le ocurre que signifique el agua. Para ello acompaña a su terapeuta por el pasillo que conduce a la exclusa[54] del reclusorio. Solo se le ha ocurrido que se refiere a emisiones del cuerpo humano. Cabe señalar que posterior a su saludo del psicólogo le toca con cuidado la espalda.

 

En la sesión del 24 de Mayo del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno inicia la sesión pormenorizando el fin de la sesión anterior. En tal situación trata de dar una descripción detallada y precisa. Se refiere a que se le dijo que era importante el elemento del relato y del sueño significado por el agua. Así mismo recuerda que al día siguiente hablo con su terapeuta y retomo dicho elemento y su esfuerzo por saber el significado del agua. Concluyendo que se refería a fluidos lo cual se le afirmo y es algo sobre lo que podría realizar asociación libre. Desde esta perspectiva y tras breves titubeos piensa que se relacionan con fluidos del cuerpo humano y unos de los cuales piensa son la orina y el semen; por que ambos salen del cuerpo. El interno recuerda que en la sesión anterior se le hizo un dibujo ovalado y alargado (casi como una salchicha), señalando en el extremo derecho la punta de este: el resto del dibujo lo raya verticalmente afirmando qu ello representa lo que se ha hablado en la sesión y en las sesiones anteriores. Se le hace la indicación de que ello podría ser correcto pero si habla de un a de sus temáticas, se debe observar que son dos en realidad. Haciéndose la indicación en el dibujo en el extremo opuesto y señalándolo con la palabra semen como la segunda temática de la que ha hablado el día de hoy. Se le plantea cual es la relación. Después de diversas interrogantes manifiesta que ambos son fluidos del cuerpo humano y que son emitidos por el pene. De esta manera los dos polos del dibujo adquieren sentido. Ahora bien al relacionar tanto el semen con la orina se sondea la relación de estos con la eneuresis y las condiciones en que se da. El interno hace señalamiento de que cuando el se orinaba experimentaba un calorcito que le indicaba que se iba a orinar. Retoma sus recuerdos de cómo ello le pasaba durante el sueño y cuando tenía dicha sensación el se despertaba y tenía ganas de ir a orinar. En algunas ocasiones corría aguantándose las ganas para llegara a un migitorio o un escusado y orinar. Se le señala que entonces en varias ocasiones no se orinaba en la cama. Así mismo se le puntualiza esa sensación de calorcito y se le inquiere por el significado de ello. Inicialmente lo niega afirmando que el no lo había dicho de esa manera. Al final termina por aceptarlo. Sin embargo, antes discute detalladamente sobre el proceso de micción y la sensación de orinar. Indica que sentía el calorcito por que ya se había orinado y se había mojado. Al iniciar la micción es posible ello, pero después debería sentir frío. Sin embargo el habla de la sensación de calorcito a pesar de que no se hubiera orinado. Después lo relaciona solo con la idea de querer orinar. Al analizar esta relación se concluye que hay un punto de unión inicial entre la orina y el semen, al retomar que el calor en el pene no es por la sensación de orinar sino por la excitación. Al intentar el interno analizar la eyaculación y la micción como procesos fisiológicos dice que hay una sensación de calor en ambos procesos, cuando en realidad lo que ocurre en la micción es la sensación de malestar en la zona de la vejiga o la sensación de opresión, pero no de calor. Esta sensación de calorcito se relaciona más bien con la erección del pene y la excitación. El interno intenta dar explicaciones técnicas desde su conocimiento de medicina, ante lo cual se le dice que es más importante reflexionar y escuchar lo que dice, que ponerle tecnicismo a lo que dijo. Como mecanismo psíquico se le explica al interno que hay dos extremos, como lo señalo en su dibujo, que están relacionados, pero el no puede ver dicha relación. Relación que se significa por sus sueños, su relato de la presente y anterior sesión  y por un síntoma, la eneuresis. Aún con sus conocimientos de medicina dice que el no sabe que significa la enuresis, que jamás lo escucho. Considera que no lo sabía por que solo estuvo en sus semestres iniciales de medicina y ahí no se veían las patologías. De esto emerge  como a partir de un evento que ocurrió en su vida surge su curiosidad por el proceso de la micción, el orinar y el de la eyaculación o del calorcito que experimentaba y que se relaciona con la excitación. Fenómenos que al parecer intenta investigar y que concluyen con su elección de la carrera de medicina. Después de todo, a partir de ella podría saber lo que quería saber en relación a la micción, la eyaculación y la excitación. Ante esto el interno señala que es curioso pero cuando le dieron a elegir en su preparatoria las carreras que seguiría, el tenía dos opciones, en realidad tres. La primera que pensó fue la psicología, quedándose definitivamente con la de medicina. La otra opción que pudo haber escogido fue la carrera de química. En sesiones anteriores había mencionado el interno su interés por estudiar psicología al salir de la cárcel como su psicólogo de reclusión. Aunque en determinados momentos el interno se defiende, evade y se resiste, acepta las interpretaciones y los comentarios que se le dicen. Tal vez por ello dice antes de retirarse que quiere decirle algo a su psicólogo, pero quiere decirse a los ojos. Para ello espera cierto tiempo a que este se desocupe y deje de escribir. Entonces dice: sic. “No es por nada ni por darle a usted su lado, pero tengo el mejor psicólogo de este lugar, créamelo de verdad”.como último punto de análisis dentro de la sesión se concluye, que de ser cierto lo que se reviso en la presente sesión queda pendiente saber ¿qué provocaba la excitación? Y ¿en que condiciones se daba esta? No hay mayores avances al respecto y solo dice que, ¿que podría haber sido? ¿por qué lo olvide?. O ¿por qué nunca lo pudo hablar con su mamá? Solo se le señala como posibilidad que no podía hablarlo precisamente por que era su mamá o por que era un tema prohibido y relacionado con lo que vio, escucho o fantaseo cuando era niño probablemente. El termino de la fantasía se aplica aquí por que en la sesión el lo utiliza. Se refiere a la mismas cuando el ser humano se excita incluso solo al ver desnuda a una mujer o al soñar. No es necesario tener relaciones sexuales con ella. Recuerda un caso que el conoció en el cual el adolescente despierta y había eyaculado semen por la noche. Cuando aborda el tema de la sexualidad recuerda sus relaciones sexuales en las cuales el experimentaba pena y temor por que tenía la sensación de querer orinar. Ello lo avergonzaba y pensaba como es que se iba a orinar en la mujer. Esto ocurrió el a primera ocasión cuando el dice que no sabía en realidad de la sexualidad, pero no en las subsecuentes. Con ello se da nuevamente el punto de unión entre la sexualidad, la excitación y la eneuresis. El interno afirma que en realidad así es y que después supo que no se orinaba sino que eyaculaba.

 

En la sesión del 06 Junio del 2005, el interno (Jorge E. J.), se puede dividir en tres secciones que fueron:

  1. Análisis de síntomas y simbolismos. Comienza la sesión señalando la tarea que se impuso a partir de los comentarios en la sesión anterior. Dice que ha pensado cual podría ser la relación entre el agua de los sueños, el semen y su eneuresis, la cual refiere a la orina. Después de meditarla piensa que la relación es que tres son fluidos o líquidos. De dos de ellos, el semen y la orina, tienen otro factor común que es el pene. Se le esclarece que a el le da dificultades entender dicha situación por que lo piensa como adulto y por su interés por la medicina. Pero para llegara a comprender dicha situación debe pensar como serían los niños. El interno había afirmado que el tenía una teoría sobre l que le ocurría, pero niega dicha opción por que no es posible que un niño tenga teorías. Que en realidad son hipótesis a lo que el se refiere. Se le hace ver que como adulto y en su actual análisis efectivamente son hipótesis y no teorías. Pero si se le considera como niño si sería una teoría infantil; ya que ello representa un modo de explicarse lo que le ocurría. Se esclarece que de tal manera, y dado que el niño en realidad no tiene emisión de líquido seminal, un equivalente simbólico de ello es el orinarsse. Al fin de cuentas es la misma sensación. Con ello se le hace ver que hay una excitación y que lo que no se conoce es la manera en que esta se dio. Se le remarca la importancia de la etiología. Avanzando en ello hace referencia a que en otra ocasión se había hablad de su madre biológica y su madre adoptiva. Por lo cual el mismo se cuestiona que si tendrá que ver esto co ellas. Se le afirma que es muy probable que así sea. Ante esto incursiona en el tema de la madre adoptiva y cuando la misma estaba en la cama con su padre adoptivo sin saber el por que. Retoma de sesiones anteriores que el dormía en una cunita que había en la recamara de la familia y que solo fue después cuando durmió en el sillón. Con ello menciona el hecho de que tal vez se dio cuenta de lo que sucedía en la cama conyugal de los padres, aunque no lo especifica. Si platea que tal vez sea de importancia el hecho de que ahí mismo estaba la cama de sus padres, la cama de sus hermanos y la cunita en la cual el se dormía. Continuando la asociación libre, el interno recuerda que en alguna ocasión, tal vez a los ocho años de edad el le propone a una hermana adoptiva jugar a los esposos. A lo cual ella acepto. La primera parte del juego incluye el que ella lo alimentaba. Posteriorment4e le hace la propuesta de que se metan a la cama, debajo de la colcha para continuar el juego. De esta manera ellos permanecen cierto tiempo debajo de las cobijas; afirmando que no hacían nada. Sin embargo, llega la madre y los sorprende en su juego. Bruscamente los descubre y le inquiere en l que hacen. El interno responde que nada, que solo juegan a los esposos. De esta manera y ante el enojo de la madre, los reprende y los golpea con el cable de la plancha. Nuevamente realiza la descripción de dicho cable con las manos, por que este era muy grueso y con el lo azotaron varias veces. Sic. “Al que se chingaron[55], bueno perdone, fue a mi. A mi si me dieron fuerte y a mi hermana solo le dieron unos golpes”. Al cuestionarle de cómo es que el sabía como estaban los esposos debajo de las cobijas, afirma que probablemente lo había visto con sus padres. Ante lo cual a manera de interpretación se le reconfirma. Queda de ello pendiente el análisis de un punto, que se relaciona con el relato de cuando defeco en la cunita.
  2. Los sueños. De manera consecuente incursiona en lo que el dice que relato hace tiempo y el noto que no se le ponía atención. Reafirma que en dicha ocasión el noto que cuando cuenta su historia no se le dio importancia por su psicólogo. Cuestión que le llamo la atención y que ahora recuerda. Inicialmente no se podía precisar a que se refería el interno. Pero después de cierto tiempo el mismo lo comunica. Se relacionaba ello con unos sueños comunicados tiempo atrás. Para explicarlo realiza en una hoja u pequeño diagrama. Afirma que es un sueño que le provocaba miedo y un verdadero pavor. Al parecer lo presenta en seis ocasiones. Describe dicho sueño como repetitivo y con gran claridad así como persistente. Esto es al grado que el solo recordarlo le provoca ese miedo y pavor, sobretodo si cierra los ojos. El sueño se refiere a que había unos puntitos que a el le parecían muy agresivos. Los cuales atacaban a otro grupo de puntitos (en el diagrama del lado derecho). El veía como los puntitos del lado izquierdo avanzaban y se abalanzaban sobre los puntitos del lado derecho. Considera que estos últimos eran muy pasivos y por eso eran agredidos por los otros puntitos. Mediante la meditación el interno intenta dar una explicación a los elementos del sueño. Piensa que los puntitos del lado derecho es el, que representan a su yo. Duda de quien será la referencia de los puntitos del lado izquierdo.  Continuando la asociación recuerda que su madre biológica consumió diversas sustancias para provocarse el aborto. Su madre no quería tenerlo, que no existiera. Por ello estuvo a punto de no existir. Continúa con el relato de un segundo sueño, en el cual el ve una vaca que le quiere hacer daño. Sueño que también le provoca miedo. Con mayor facilidad asocia la vaca con su madre y con los intentos de aborto de esta. Refiere su agrado por el trabajo terapéutico ya que lo induce a saber lo que le ocurre. Que ello par el implica la búsqueda científica de su vida y no solo que se le de lo que tiene, por que lo tiene y que hacer con ellos. En esta ocasión concluye pensando que tal vez su sueño de puntitos y los intentos de aborto de su madre y el sueño de la vaca que lo quiere dañar, se deben relacionar con el orinarse. En este punto se le recomienda que asocie libremente con cada uno de los elementos del sueño para avanzar en el análisis de este y de su dinámica personal. Desde este punto surge la última sección de la sesión.
  3. Elogios acerca de su psicólogo. El interno afirma que una persona le pregunto quien era su psicólogo y dice que al enterarse de quien era le afirmo que lo aprovechara por que era de lo mejor. Que había caído en muy buenas manos. Posteriormente señala que esa persona el la psicóloga Ariadna. De igual manera menciona que otro psicólogo le dijo que tenía el mejor terapeuta, y que además el lo conocía como una persona muy científica. Por ello le recomendaba continuar con su trabajo terapéutico. El dice que coincide con dichas opiniones, por que sabe que se le podría enumerar las cosas que le pasan, por que seguramente ya las sabe su psicólogo, pero que esto no viene al caso. Que ello no le parece lo adecuado. Que ahora sabe que el trabajo del psicólogo no es hablar todo el tiempo sino observar y con lo poco que dice estimular el trabajo del paciente, para que este llegue a la conclusión de lo que le pasa. Pero piensa que con es eso suficiente. Sin embargo, sabe que no todos lo entienden. Por eso en el grupo sus intervenciones se dirigen para que los demás sepan como proceder en el análisis personal y grupal.

 

En la sesión del 14 Junio del 2005, el interno (Jorge E. J.), inicia la sesión, con lo que el dice fue su tarea. Afirma que le ha “hechado muchas ganas”, que se ha esforzado mucho por el análisis. A consecuencia de ello ha dedicado durante su trabajo del aseo de las áreas técnicas tiempo para meditar las sesiones que se ha tenido con el. Por otra parte, por las noches, al estar en su camarote reflexiona sobre diversos aspectos del día de la sesión. Por ello, en esta ocasión pensó mucho sobre su sueño de los puntos que peleaban entre ellos. Recuerda que unos puntos iban hacia los otros y que eran muy agresivos. Los otros puntos solo retrocedían y eran pasivos. Iban hacia atrás. Pero de repente iban hacia delante y al parecer se volvían agresivos y sacaban las garras. Con esto hacían que los otros puntos retrocedieran. En otro momento de la sesión agrega que no sabe por que , pero al retroceder los otros puntos, le entraba angustia, miedo y pavor, despertándose como consecuencia. Una vez despierto se daba cuenta que ya se había orinado. El interno no sabe por que ello le ocurría pero al parecer le paso en varias ocasiones. Por ello se realiza el señalamiento de que si su interés era que no lo agredieran los puntitos por que cuando los hacia retroceder llegaba la angustia, el miedo y el pavor que lo despertaba. Se retoma que después de despertar era cuando se orinaba. Diferenciándose de que esto no ocurría mientras estaba dormido. En está sección se analiza la agresividad la cual parece tener un doble sentido. Esto se da sobre todo cuando el relaciona unos puntos con el y los otros con su madre. Enfatiza que con su madre biológica. Con ello retrae el recuerdo de cuando la misma tomaba muchas “porquerías” por que se quería deshacer de el. A el le parece que ese es el significado del sueño. Sin embargo ello no explica por que si ya había ganado se despertaba con miedo y pavor. Además de que si ya había logrado ganar o sobrevivir por que le daba esa emoción y por que tenía que despertar. Se observa la posibilidad de que ello tenga un doble significado, haciéndose una analogía con el significado de la orina y el semen. De manera inmediata el interno se pregunta a través de la negación de que no cree que ello tenga que ver con lo sexual. El otro aspecto que de manera inicial recuerda es con respecto al sueño de la vaca, a la que veía cubierta con una sabana. Por asociación se le pregunta si también la vaca era agresiva como los puntos. Afirma que primero, a pesar de estar cubierta con la sabana caminaba hacia el. Y efectivamente pensaba que si era agresiva. No hay mayores asociaciones al respecto. También recuerda que en la sesión anterior se hablaba de una silueta que se le decía que en realidad no lo era ya que describía detalladamente una vestimenta de mujer. Afirma que en realidad lo que no veía era el rostro y lo demás era distinguible de manera adecuada. Otra de las temáticas abordadas en la sesión fue con relación a su trabajo como auxiliar medico en el sismo de 1985. el participo activamente y recibió un curso de primeros auxilios. Apoyando a los rescatistas, un medico le pide que el lo ayude a  aplicar formaldehído a los cadáveres. Después de algunas explicaciones se equivoca al señalar que con ello se trataba de que las células del cuerpo no murieran, cuando lo que en realidad es que se trataba de preservar la descomposición o desintegración de las células muertas. En este sector de la sesión emplea diversos términos técnicos para señalar que con el formaldehído se pretendía ciciscolosis (muerte de células por muerte del sujeto). Ante ello se da la discusión con respecto a si el se refería a la muerte celular en un cuerpo ya muerto. El afirma que ello es posible por que incluso después de la muerte en el cerebro humano o en los centros nerviosos hay actividad eléctrica. Cuestión que fisiológicamente es posible después e inmediatamente después de la muerte. Pero ello no es un proceso permanente. Esto es válido para la muerte de las demás células del cuerpo humano. Es por esto que la aplicación del formaldehído es para preservar las células o el cuerpo pero no para evitar que las células mueran. De ahí explica todo el proceso que se sigue en la descomposición de las células a la muerte del ser humano. Como las células se desintegran en el proceso de putrefacción, lo cual evita el formaldehído. En el interno ocurre un error, a pesar de sus conocimientos de medicina y sus posteriores explicaciones correctas. Por tal motivo, dicho error parece ser un acto fallido. En la menciona explicación el interno señala que el formaldehído se aplica a los cadáveres con una inyección en la zona supraclavicular, señalando ambos lados del cuerpo, en la zona epigástrica, señalando en la región próxima al tórax, y olvidando el nombre en la zona alrededor de los costados del abdomen. Posteriormente dice que la tercer inyección de formaldehído se aplica en la vejiga urial. Inicialmente no había dado dicho nombre sino en los costados del cuerpo. Esto nuevamente parece un acto fallido corregido con posterioridad. No recuerda haber dado otro nombre, pero el error se hace evidente por la localización de l a zona en la cual dice se aplica la tercer inyección. Además es significativo, cuando al finalizar la sesión se le inquieren por los nombres técnicos de los lugares donde se inyecta el formaldehído. A ello responde con cierto dejo de superioridad por que no se retuvo los nombres y se le solicitan. Al dar dichos nombres hace una explicación breve de por que reciben tales nombres. Utiliza sus términos de si se le entiende bien lo que dice. Pero no es conciente de su error con respecto a la muerte de las células o el olvido del nombre de la tercer zona en que se aplica el formaldehído y que después cambiado de la zona del cuerpo. Al referirse a los muertes en el terremoto hace referencias a las posiciones en que fueron encontrados los cadáveres, lo cual hace con movimientos de su cuerpo. Al parecer la escena descubierta que más lo impresiona, es el desenterrar a una familia. En ese caso estaba al parecer una mujer de edad, sentada en un sillón, teniendo a sus lados y abrazando a dos niños, hombre y mujer; además recargada en su regazo se encontraba incado un hombre adulto. Hace referencia a como podían en ocasiones estar parados sobre cadáveres que no veían por que estaban bajo los escombros. También señala su temor a las enfermedades por los cuerpos en descomposición. Esto lo motiva a que se ponga varios cubre-bocas y que use los guantes de electricista que le dieron y que se ajustaba con cinta de hilar o plástico en la parte posterior. Falta el relato de un sueño breve, que al redactar el contenido de la sesión se olvida.

 

En la sesión del 22 Junio del 2005, el interno (Jorge E. J.), como es su costumbre, el interno inicia la sesión haciendo un breve recuento de los elementos de la sesión pasada y que el considera fue su tarea. Dice que recuerda bien su sueño de la vaca, que estaba cubierta con una sabana blanca. La misma que era muy blanca y que es parte de los recuerdos que tiene muy claros. Asociando al respecto se le cuestiona sobre como sabía que era una vaca si esta estaba cubierta. Afirma que hay dos posibilidades, una por que le ve las patas y la segunda por que la sabana era casi transparente, y se podía ver la vaca a través de ella. Cuando al parecer por error se le afirma que la vaca estaba acostada, el señala que no fue así, que nunca dijo tal cosa y que hay un error. Sin embargo se lleva un poco más allá el análisis sobre las patas de la vaca y la manera en que las ve. Al respecto dice que el se da cuenta que se ven por que sobresalen a la sabana. Posteriormente asocia esto con los establos de los, donde por la parte inferior se ve las patas de los caballos y que de igual manera sería en la vaca. También realiza una asociación, con respecto a los muertos, que son cubiertos por una sabana o por alguna prenda cuando ya fallecieron. Recuerda que en la época en que vivió en la calle observo a mucha gente como moría, algunos de ellos atropellados. En ocasiones tapan todo el cadáver y en otras solo se le cubría el rostro o parte el pecho  al respecto recuerda como en una ocasión, mientras la gente esperaba a un camión, cuando este se acerca avientan a un señor ya grande que cae entre las ruedas del vehículo y es atropellado. Señala que esa persona era casi de la edad de su terapeuta, aproximadamente cincuenta años de edad. Después de que lo atropellaron como no había una sabana se le cubre el rostro con un suéter, quedando al descubierto las piernas del hombre. También refiere que en ocasiones cuando el cadáver era una mujer se cubría todo el cuerpo, pero en otras solo se tapaba parte del cuerpo quedando al descubierto las piernas. En relación a la vaca, desde la sesión anterior había asociado a la madre biológica con la vaca que le quería hacer daño. Sueño que motiva que vea a la vaca que se le acerca , viendo con posterioridad a una mujer que se le queda viendo fijamente y al parecer con una mirada amenazadora. Ante ello despierta cuando esta cercas de él rostro de la mujer. Le provoca miedo y se despierta, levantándose para ver a sus padres adoptivos. Los despierta primero al padre, diciéndole que tuvo un sueño muy feo. Este sin levantarse envía a su esposa para que lo vea y lo acueste de nuevo en su sillón. El dice que guarda un muy bonito recuerdo de ello, por que es la única vez en que recibió un beso de la madre adoptiva. No recuerda que algo similar haya ocurrido en otra ocasión. Al relacionar se le pregunta que posibilidad habría de que la vaca y su postura, sea en realidad un segundo momento de la mujer que posteriormente ve, a lo cual responde de manera afirmativa. Continúan diversas asociaciones y casi al finalizar la sesión y haciendo un recuento de la misma se le hace ver de su afirmación, la cual no discute y no parece haber mantenido en su registro conciente. En otra sección de la sesión el interno enfatiza en el error de que no hablo de la vaca acostada y de que el sabía que era una vaca. Al parecer un segundo error es suponer que el interno veía la cara de la vaca, por que la misma tenía la sabana de tal manera que dejaba ver los ojos; esto era similar a las mujeres de medio oriente que cubren la frente y la boca pero no los ojos. En la corrección del interno dice que no era así. Que si la compara con dichas mujeres pero no con las que mantienen descubiertos sus ojos, sino con las usan un velo tan tenue o delgado que se puede ver su rostro a través de el. Con los elementos expuestos en la sesión, parece que la relación entre la vaca y la mujer se da. Por otra parte se retoma su señalamiento de las piernas que están descubiertas y que pueden ser tanto del hombre como de la mujer. ¿Alusión a la observación de la escena primaria en los padres adoptivos? Al inicio de la sesión se dio referencia a los puntos de su otro sueño, que el dice ha analizado durante la semana, no procediéndose a mayores asociaciones con respecto a dicho sueño. Cuando el interno hace referencia a las piernas de la mujer, da una alusión a como las puertas se pueden abrir. También es significativo, como cuando intenta cuestionar al su terapeuta dice: sic. “o no me entiende o no me doy a entender”. Intenta dar explicaciones detalladas de lo que el dijo y de cómo se manejarían los mecanismos psíquicos. Por ello se le recuerda que parece actuar como cuando le dijo algo similar a su padre adoptivo. Por esto la respuesta sería la misma: “crees que después de treinta años de se obrero no sepa lo que es un cambio de rol de turno”. Ante este comentario, el interno permanece en silencio sin realizar replica o continuar con su corrección.

 

En la sesión del  05 Julio del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno refiere encontrarse enfermo de gripe y la garganta por lo cual solicita no tener su sesión correspondiente. Menciona que por la noche tuvo temperatura y experimenta malestares físicos.

 

En la sesión del 12 Julio del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno solicita e nuevo la cancelación de su sesión por que el día anterior comió carnitas que le llevaron el fin de semana. El pensó que las mismas no estaban en buenas condiciones pero aún así las comió. Por ello tuvo diarrea y dolor de estómago, lo cual aún persiste.

 

En la sesión del 26 Julio del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno refiere que a pesar de que no tuvo sus sesiones anteriores el no deja de reflexionar sobre sí mismo. Considera que es importante lo que el llama su autoanálisis; y que de hecho es lo más importante para él. Por eso no importa si lava los trastes o barre o realiza cualquier otra actividad el esta pensando en su caso. Esto lo hace por que quiere salir muy bien de su tratamiento, sin importar si es o no preliberado. Por ello quiere retomar lo que se quedo pendiente de la última sesión para dar continuidad. Cabe señalar que en cierta manera no fue el tema desarrollado lo que se vio en la sesión previa. En ella se retomo su insistencia en que se había hecho de determinada manera su estudio de personalidad; las características que en el mismo se decía que tenía y en las cuales no estaba de acuerdo; o sobre las interpretaciones o comentarios y las discusiones que ello generaba y con las que no estaba de acuerdo, por que según el eran cosas que nunca había dicho el y que así las había entendido su psicólogo. Sin embargo, la sesión la retoma desde los tres puntos que según el se han analizado y que son el agua, el semen y su enuresis. La última palabra no la pronuncia de manera correcta por que al parecer no sabe si la correcta es eneuresis  o enuresis, quedándose al final con la segunda usada. A ello dice que recuerda que como a los cuatro años paso algo que pudo recordar. Ello se refiere a que en alguna ocasión estaban sentadas dos de sus tías y su mamá, cuando el le acaricia una vez la piernas a una de sus tías. Cuando repite dicho acto, su tía le dice a su mamá que lo que esta haciendo y que lo vea. El se queda extrañado de ello y no sabe lo que ocurrió. No recuerda si le dijeron algo o lo regañaron. Cuando habla de las mujeres mencionadas trata de describir en detalle como se encontraban colocadas, en especial el lugar donde se encontraba su madre. Entre otros recuerdos que emergen se relacionan a cuando el por ver la televisión se acostaba en dos sillas, quedando en posición semifetal con las manos entre las piernas. El primer recuerdo de ello concluye con el hecho de que al despertar ya se había orinado. El segundo se relaciona con la sensación en su genital, que le pareció muy agradable. Dice que no supo a que se debía, pero que años más tarde cuando al parecer tuvo relaciones sexuales experimento la misma sensación. Entonces supo que había pasado en su niñez y lo tuvo muy presente por que la excitación sexual le recordó en ese momento lo que había sentido de niño. En ello se desarrollo una discusión en torno al hecho de que no sabía que le había ocurrido. Se le hace ver que si supo lo que pasaba, pero por su edad no pudo interpretar dicha información o manejar la misma. Ello se da por que el relaciona dicha sensación de la infancia con la excitación sexual que solo sabe hasta la etapa adulta. Se le hace ver que tal vez no podía nombrar lo que le pasaba o darle los términos técnicos por que era un niño. Parte de su confusión se da por que el retoma dicho recuerdo como si hubiera sido un adulto “chiquito”,pero con los conocimientos de los adultos. Lo cual no es posible. Sin embargo ello no contradice la experimentación de sensaciones y el efecto de las mismas. Años más tarde sabe lo que había ocurrido por que vio a las prostitutas teniendo relaciones sexuales, el mismo las tuvo y ya había estudiado medicina. Se remarca la importancia que tal sensación tuvo en su vida para determinar la misma. Se sondea la relación con las tías y la madre. Por asociación libre relaciona esto con lo que observo de niño en la iglesia Del Carmen, donde veía a las prostitutas. Recuerda que el compraba por ese lugar las paletas o los dulces que vendía. En una ocasión otro niño le dice que fueran con el por otra barda para ver a las prostitutas con sus clientes. Así lo hacen y el llega a ver como ellas tenían relaciones sexuales. Las veían a través de un agujero en la pared. Al parecer uno de los recuerdos que lo impresionan es como un hombre parado o recargado en la pared esta frente a una de las prostitutas y esta al acercarse le agarra con su mano sus genitales por sobre el pantalón. Esto parece ser que le provoca asombro. Nuevamente recuerda como dichas mujeres, después de tener relaciones sexuales se ponían en cuclillas con las piernas abiertas para echarse aguan en los genitales y de esa manera lavarse. Durante la discusión del desconocimiento del niño con respecto a la sexualidad emergen dos puntos de importancia. Uno es en relación a que los niños experimentan solo sensaciones pero no saben lo que pasa. Lo cual se le hace ver que ya es un conocimiento previo. El segundo es en relación a un lapsus donde dice que los niños solo pueden reconocer algo, cuando lo que el quería decir es que los niños no saben o son ignorantes. Al confrontar dicho lapsus acepta, no sin discutir que si había un conocimiento previo y que por ello hablaba más del reconocer que del desconocer. Al insistírsele en el hecho de tal conocimiento previo alude a lo que se puede ver. Por ello se le insiste que es importante lo que vio y que fue lo que vio. De ahí se deriva el hecho de que el tal vez vio a su madre o a sus tías teniendo relaciones. Sin embargo, ello lo modifica con rapidez, diciendo que solo recuerda como su mamá lo bañaba a el y sus hermanas desnudas en una tina grande de metal. Incluso que tal vez de esa manera vio desnuda a su madre. En las asociaciones iniciales de lo que según el había quedado pendiente, relaciona el análisis que se había hecho en relación a los pies y piernas o patas de mujeres o de la vaca. Un recuerdo más, son los programas que veía cuando se quedaba dormido en las sillas, que eran de la época de los años sesenta, como combate o perdidos en el espacio. Recordando incluso el nombre del actor protagonista de combate. Otra de las discusiones del interno es su negación de que alguna vez se haya masturbado o incluso que lo hubiera pensado. Al menos, al parecer la posición que adoptaba al dormirse en las sillas parecía que efectivamente se masturbaba.

 

En la sesión del 09 Agosto del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno en la presente sesión afirma que ha estado meditando acerca de lo que le ha ocurrido en su vida. Refiere que ha tenido pendiente lo que se le quedo de tarea acerca de de si pudo haber observado las relaciones sexuales de sus padres. Con alta probabilidad el complemento de la tarea fue o si llego a escuchar las relaciones sexuales. Además de que tal vez haya relacionado esto con su orinarse por las noches. Desde esta perspectiva su tarea la cumple parcialmente. Señala que no recuerda nada a pesar de que por la noche realiza ciertos ejercicio para lograr retraer algún recuerdo relacionado con ello. Sic. “No he podido tener ninguna imagen sobre de ello”. Continuando la sesión dice que ha tendido un recuerdo en relación a su madrastra. El siempre refiere haber tenido problemas con ella por que siempre lo maltrataba y no lo dejaba en paz. De hecho solo dice tener un único recuerdo agradable, que fue el día en que tuvo el sueño de la “vaca” y cuando ella se acerco a y le dio un beso en la frente. O al menos así lo cree el. En esta ocasión no esta totalmente cierto de que así haya ocurrido. Afirma que una segunda forma que tuvo de hostigarlo y agredirlo fue en relación a su sexualidad; incluso le llego a decir que era un homosexual. El le contó a ambos padres lo que había ocurrido cuando un hombre lo manosea en el baño. Refiere que esto ocurrió como  a los ocho años de edad. Esto crea cierta confusión por que al parecer dicha experiencia había ocurrido a los quince años. Se procede a la ampliación de dicho detalle. De esta manera surge la información de que no fue violado a los 15 años ni en el baño público sino que la violación se verifico a los ocho años. En tal ocasión el  se había salido de su casa y vivía con los niños de la calle vendiendo dulces. Entonces dormía en la vieja estación de los camiones de segunda que iban a Guerrero. Esta se ubicaba por el área de San Antonio Abad, donde ahora esta la estación del metro, un poco más l norte de donde se encuentran los talleres de las costureras en la dirección sur norte de la calzada de Tlalpán. Incluso cuando años tarde pasaba por dicho lugar se acuerda de tal estación y ve que aún quedan las rodadas de los autobuses para salir de la estación. El día en que es violado el se levanta de donde dormía con otros niños y va al baño para orinar. Es ahí donde entra un hombre adulto que lo intenta tocar. El le dice que se este quieto y que lo deje en paz. No le hace caso y le pega, con la mano, en la cabeza. Esto le da mucho miedo, además de que le dice que se calle por que traía un cuchillo. Lo jala de la mano y le decía que ahora si se lo iba a “coger”. Después de esto lo jala y lo mete en un apartado del baño donde se encuentran los excusados, específicamente en el último. En tal lugar lo acuesta sobre el excusado teniendo para ello que meter cabeza debajo del deposito del agua. De tal manera es penetrado por el recto. El recuerda que no salió de inmediato y que permaneció cierto tiempo en dicho lugar, tal vez por que le dolía mucho el ano, pero también por que le daba vergüenza. Cuando salía del baño dice que sentía que todos lo sabían y que incluso las paredes lo sabían. Es de notar, que el interno no hace referencia a gritos o su defensa por no ser violado. Complementando la información con el dueño de unos de los locales del mercado de Mixcalco, señala que el nunca lo violo. Solo se fue a bañar con el y ya en ese lugar, mientras lo bañaba le tocaba todo. El se resistió pero dicho hombre le decía que no se preocupara, que no le pasaría nada y en cambio el le podría dar unos zapatos, una camisa o un pantalón. El le propone emplearlo en su negocio e incluso decirle a su esposa que se fuera a vivir con ellos. De esta manera el no tendría que andar en la calle vendiendo. El día que se fueron al baño el vio que le dijo a una empleada que luego regresaba. La segunda vez que lo va a ver el le pedía que le diera una camisa, a lo cual el señor no accedió. Lo invita de nuevo al baño y le dice que lo espere. El se introduce en su negocio diciéndole a su empleada que tenía que ver unas facturas y que después regresaría. Ese momento el interno lo aprovecha para irse y no volver a verlo. Reconfirma que en esa experiencia no se dio ninguna violación. Al regresar a la casa de la familia que lo había adoptado, les platica lo que había ocurrido con el señor de Mixcalco y es la que su madrastra le recuerda por la cual le dijo que era un homosexual. Este recuerdo parece provocar molestia y enojo en el interno contra su madrastra y al parecer lo despierta el señalamiento en el estudio de personalidad de que el era bisexual. Por ello también se enoja cuando lo ve en el mencionado estudio. El interno continúa afirmando que el no es homosexual y que en ello hay un error. Con respecto al señor de Mixcalco concluye que lo conoce por que en esa época vendía cacahuates y garapiñados en los camiones, pero como ahí le pegaban, le daban de coscorrones, lo pateaban e incluso uno de los más grandes le tiro su caja de paletas, a el se le ocurrió ir a todos los negocios y vender ahí sus mercancía. Co ello le fue muy bien económicamente. De este modo llega a conocer al señor del mercado de Mixcalco. Con dicho relato, se concluye que la primera versión de la violación, en realidad fue un recuerdo desfigurado o que contenía otros recuerdos de manera simultanea. Estos eran: La violación a los ocho años, el tocamiento en el baño por el señor de Mixcalco (aproximadamente a los diez años), el insulto de que era un homosexual por parte de su madrastra y el señalamiento de la bisexualidad en el estudio de personalidad. Queda pendiente la edad de los quince años. Inicialmente niega algún evento de importancia. Sin embargo, refiere que en esa época se sale de nuevo de la casa por que tenía muy malas calificaciones. Se sale tres días y se va con un primo que estudiaba psicología. El le dijo que su lugar era con los tíos y que se debía regresar, aunque el lo aceptaba que se quedara. Hace referencia a dicho primo, que por parentesco biológico en realidad es su sobrino; pero por adopción resulta ser su tío. El ha estudiado y al parecer es catedrático en algunos de las ENEP, de la UNAM. Al parecer ha incluso alcanzado su grado de doctor. La primer versión de su violación es a la vez un recuerdo encubridor y una condensación de recuerdos. Otros de los aspectos indicados es su resistencia a llorar por que en el estudio se le veía como a una persona que se hace el mártir y el no quiere que se piense de el eso. El dice que aprecia mucho a su psicólogo y ha  aprendido mucho de este. Tiene presentes muchas palabras que se le dicen y el sabe que son palabras con muchos caminos que hay que saber cuales son. También señala que el ha escuchado comentarios desfavorables entre los internos acerca de su psicólogo y el lo ha defendido.

 

En la sesión del 16 Agosto del 2005, el interno (Jorge E. J.), el interno hace un breve resumen de los puntos analizados en la sesión anterior. A ello agrega un recuerdo relacionado con el gran resentimiento y odio que llego a sentir hacia su madrastra. Recuerda que el día que le platico que había ido a bañarse con el señor del mercado de Mixcalco, ella le dijo que era un “maricón”. Dice que se le quedo muy gravado que le hablará de tal manera. Y le preguntaba por que le decía así. Ella le responde que por que se fue a bañar con un hombre y eso no se hace. En este relato el interno cambia el supuesto insulto de la sesión anterior. En ella decía que le había dicho homosexual. Otro recuerdo que el tiene de tal época, fue cuando su madrastra lo obligo a ponerse unos zapatos de su hermana. Cuestión que le dio mucha vergüenza. En esa ocasión, por jugar fut bol, en un baldío muy grande cercas de su casa, perdió los zapatos. El se los quito para jugar, estando como portero. Coloca cada uno de los zapatos en lo que correspondían a los postes de la portería y no sabe como paso pero no los encontró al intentar regresar a su casa. Llega a la misma sin ellos y recibe una golpiza por tal perdida. Al día siguiente su madrastra lo obliga a usar los zapatos de su hermana e ir a la tortillería. El interno dice que fue una anécdota que ahora le da risa. El estaba parado en la ”cola” de las tortillas y trataba de ocultar sus pies. Sin embargo, no pudo evitar que una niña se estirara y le observara los pies. El dirigía la punta de sus pies hacia el lado opuesto de la calle para evitar que se los viera la niña. Lo que más le preocupaba es que estos zapatos tenían al parecer una flor, como los zapatos de las niñas. No sabe cuanto tiempo los tuvo que usar, pero se las ingenio para quitarles dicho mocho. Con ello dice que fue el acabose por que le quitaron todo. Por último, para finalizar la sesión dice que el tiene mucho miedo a ser atropellado; o de morir de tal manera. No sabe si esto es por que durante su niñez el vio muchos accidentes de transito y de atropellados. Algunos de ellos incluso implico que observará como le habían destrozado con las llantas el cráneo del occiso. Tal es su miedo, que teme que el día que salga tal vez de inmediato, como ya no se acuerda bien de la ciudad, no vaya a ser atropellado y muerto así. Relaciona incluso su miedo cuando en su celda, con otro interno, al que llama el señor Tito, ven una película de Rambo, del actor Silvester Stalone, que se encuentra debajo de un camión. No sabe como se detenía en el vehiculo, pero si que al entrar a un lugar se detiene y se rueda para salir de debajo del camión. El al ver eso sentía ganas de decirle que se apurara por que si no lo iban a atropellar. Queda dicha temática para un análisis posterior.

 

Saturnino A. M. Es otro caso en el cual se combina la presencia de tendencias de tipo voyeristas, que consiste en la filmación de la esposa cuando ella se encuentra desnuda. Para esto afirma que realiza arreglos en su casa. Coloca un espejo tras el cual se puede ver. Colocando en dicho lugar una cámara de video-grabación. Siendo su oficio carpintero ello le es fácil de realizar. Según el interno esto lo hacia de común acuerdo con su esposa y con el consentimiento de la misma. Como posibilidad refiere que ella mostraba agrado por ser filmada al parecer en el momento que tenía relaciones sexuales con el. En este punto cabe aclarar, que la cámara de video estaba colocada en el baño y no el la recamara de la pareja. Las video-grabaciones son de importancia, por que durante el proceso son utilizadas para inculpar al interno. Estas fueron entregadas y presentadas por la esposa durante el proceso. Sin embargo dice que fueron arregladas por que no había lo que estaba todo lo que estaba filmado. Solo se encontró aquello que se relacionaba con su hija, quien era la ofendida directa en el delito. El interno supone que lo demás fue borrado y no permitió que se viera que su esposa estaba de acuerdo cuando la filmaban. Dicha aclaración la realiza por que supone que no consideran como una situación normal la filmación de su esposa en escenas íntimas. Aún cuando se le hace la pregunta directa, el interno niega que el haya filmado u observado a su hija desnuda, cuando la misma entraba en el baño. Dicho sujeto esta acusado de violación de su hija de catorce años. Y como argumento para su detención, ya que niega la comisión delictiva, es que su esposa le quiere quitar su casa, la cual compro con grandes sacrificios.

 

Saturnino A. M., en una segunda sesión se observa un cambio en el relato del interno. No se refieren las sesiones anteriores por que el contenido de las mismas es mínimo. Se refiere a que su esposa lo quiso sacar de su casa y por ello lo denuncia. Pero da la casualidad de que la casa que el refiere esta a nombre de la esposa. De momento parece que el interno es denunciado por que fotografío a su hija desnuda en el baño. A pesar de ello ya había mencionado que la había manoseado e intentado sacar de la cama y violarla. En una más de las sesiones retoma la versión del delito, afirmando que no tiene caso analizarlo por que no se le cree, lo cual no ha pasado desapercibido para el interno. Sin embargo se logra esclarecer un punto más. En realidad el se refiere a que no violo a su hija ni lo intento por que ese mismo día fue cuando lo detuvieron. Considera que no hubo tiempo para que pasara el motivo por el cual se le acusa. Sin embargo alude a la posibilidad de que tal vez en la versión jurídica haya sido reportado que en otras ocasiones intento o abuso de su hijas. Esta tenía entonces diecisiete años. Al parecer hay una imputación directa de la menor. El afirma haber solicitado el careo con la madre de la víctima y con la misma víctima. Insistiendo que se diera con la primera, para desvirtuar su versión. Se le hace ver que ello no hubiera sido efectivo ya que no es la esposa quien denuncia los hechos sino su misma hija. Se puede suponer que a ella no le constan los hechos, como en su momento no le constaban a los judiciales que lo detienen. Estos dos aspectos eran los principales argumentos para su defensa. Pero en realidad el interno no es sentenciado por dichos argumentos, sino por la imputación directa de su hija. Ante ello el interno afirma que en realidad no recuerda con exactitud como quedo la versión del delito a pesar de que el la leyó. De igual manera, ante sus argumentos se le plantea con la situación de que la denuncia no sea por los hechos ocurridos en mismo día que lo detienen, sino por los hechos de días anteriores. Con ello menciona que sabe que aunque compurgue la sentencia no podrá convencer a su psicólogo de que el es inocente. Afirma que sus vecinos, su suegra y otros familiares están enojados con su esposa por haberlo denunciado. El cree que ellos creen en su inocencia. Incluso afirma que su esposa intento retirar la demanda para que el fuera absuelto.

 

El caso de Raúl P. M. nos introduce en la sexualidad del mismo como determinante de la psicopatología por más de treinta y dos años. La confusión que se crea en la mente infantil es de importancia. En ello parece intervenir el recuerdo de cuando con su hermana mayor y menor a él, se desnuda y se observan. Con gran probabilidad se tocan sus genitales. Al menos la hermana mayor parece que toca el miembro viril del interno y el vientre de las hermanas. Una de ella tenía seis o siete años y la otra trece años. Por ello la observación del incipiente busto y vello púbico parece impactar al interno. Además retrae un recuerdo relacionado con la madre, con quien se llega a bañar desnudos, el las hermanas y la madre. Todo ello sin “malicia y sin morbo” como dice el interno, pero si con efecto sobre el sujeto. Efecto no previsto ni conocido por su madre y hermanas, pero definitivamente de excitación. El día que se desnudan el interno y su madre, ellos solo se cubren con una sabana en la cama, sic. “pensando inocentemente que con ello no serían descubiertos”. Sin embargo, la madre los descubre al arrebatarles la sabana y encontrándolos desnudos. Consecuencia de ello son los golpes que recibieron por sus actos. Aparentemente no estaba permitido, pero el se bañaba desnudo con la madre y las hermanas. En la época de tal suceso, tal vez el interno contaba con ocho años de edad. En tanto que lo que ocurre con la madre como mínimo se da a los seis años. Esto parece enfrentar, sin “morbo o sin malicia” a algo que se dice que esta prohibido, pero que se hace y le provoca una excitación. De ahí la confusión del interno que posteriormente es canalizada por la rebeldía, la vagancia, el consumo de drogas, los delitos, la reclusión y una sexualidad promiscua y bisexual. El delito de este interno, en la actualidad de robo con violencia, el cual aún niega. Y el anterior, de violación, el cual después de varios años acepta y confirma con la versión de los hechos. Otro hecho de importancia que parece cobrar sentido en su análisis es el comentario frecuente de que el siempre requirió de la presencia de un hombre, como el padre o los hermanos y que no tuvo. Todos ellos mayores y sin contacto real con el interno. Por su edad y lugar de nacimiento entre mujeres, tuvo que vivir con ellas y se influido por la sexualidad de las mismas. Efectivamente, esto determino su vida.

 

OTROS CASOS DE VIOLACION

 

En la presente sección se reportaran otros de los casos tratados en la en el presente escrito y que corresponden a su estudio de personalidad a partir de la aplicación e interpretación del Test de Rorschach[56], que son:

 

Caso E M O (apéndice I) del 16/01/05 Sujeto que en general funciona y aprovecha sus recursos personales e intelectuales de acuerdo a la madia poblacional, por lo cual su desempeño es normal y acorde al medio que lo rodea. Se destaca dentro de dichas capacidades su interés por los detalles finos, lo que hace que se desenvuelva como una persona detallista, que intenta guiarse por lo obvio. Sin embargo, ello mismo no interfiere su capacidad de abstracción. Correspondiendo su nivel de pensamiento al abstracto u analítico-sintético; siendo para el de utilidad su capacidad de observación de los detalles y lo obvio. En tal capacidad funciona ligeramente por arriba dl común de la población. Con tendencias a aislarse de su medio ambiente, por lo cual pude parecer como una persona reservada y preocupada por cuestiones personales orientadas hacia sí mismo. Con intentos por ejercer control sobre sus emociones y afectos, así como de sus impulsos. Con tendencias a manejar la represión como mecanismo de defensa básico. Con tendencias a ser minucioso, exacto y preciso, lo cual lo plantea como una persona con tendencias a la pedantería; situación que lo hace pensar que es diferente de los demás y que su capacidad es mejor que de las personas que lo rodean. Con tendencias a la devaluación de los demás. Probablemente en ocasiones desperdicia su tiempo al intentar analizar lo concreto y obvio. Con tendencias a la oposición, las cuales se ven interferidas por sus tendencias obsesivas, las cuales están presentes como parte de importancia en su personalidad. Sujeto con tendencias a ser impersonal y buscar los hechos reales; situación que favorece el desarrollo de mecanismos de defensa relacionados con la intelectualización y la racionalización, con los cuales intenta tener control de sí  mismo. Con tendencias al infantilismo, las cuales son determinantes de su dinámica personal y misma que trata de reprimir y controlar. Con dificultades para interrelacionarse con los pares que lo rodean y a los cuales intenta mantener a distancia. Al parecer sus capacidades intelectuales adecuadas le permiten una mayor adecuación, la cual es relativa por la presencia de una patología neurótica severa. Dichas capacidades le han permitido el control de la emergencia de una psicopatología aguda o de una mayor desadaptación personal. De acuerdo a la historia clínica, esta parece ser canalizada a través del consumo de bebidas alcohólicas, las cuales han permitido el control que ha fracasado ante la los mecanismos de defensa Un probable segundo mecanismo de defensa se ha estructurado a partir de su reclusión. Con presencia de tendencias inmaduras, poco concientes y de sus impulsos básicos, los cuales dominan su personalidad y que intenta contener mediante los mecanismo obsesivos. Con tendencias al aislamiento en especial de los afectos y de la ansiedad relacionado con los impulsos básicos. Con grandes necesidades de afecto y cariño, de lo cual es poco conciente o que al menos intenta negar como una realidad personal de importancia para él. Con necesidades de ser afirmado y aprobado por los demás, de quienes demanda atención y afecto y que percibe no le es proporcionado por estos. Situación que confirma la historia personal en relación a sentimientos de abandono por parte de las personas importantes, en especial la figura materna. Con frecuencia, con el manejo de sus mecanismos defensivos ha intentado el manejo y el conocimiento de los determinantes de su ansiedad y malestar psíquico, pero sin éxito, reforzando la negación y represión de los mismos. Dicha ansiedad o angustia tiende a ocultarla a los demás. Con sensaciones de inadecuación intelectual, probablemente relacionadas con la incapacidad para controlar lo que le ocurre o para explicar las mismas. Con tendencias a manejar su pensamiento y la relación con los demás de manera convencional y apegada a estos. La ansiedad, el control excesivo sobre de sí mismo, sus tendencias a la represión y rasgos obsesivos intentan mantener control sobre las tensiones internas y limitan el desarrollo intelectual que de manera natural es bueno pero que no ha podido por lo mismo alcanzar un desarrollo adecuado. Las presiones del medio ambiente le afectan sin embargo intenta ocultar el efecto de las mismas, lo cual tiende a negar. Sujeto con tendencias a la introversión que intenta mantener en control y dar una apariencia de adaptación y normalidad ante los demás. Sujeto poco ambicioso, probablemente en especial  a lo intelectual, ya que su dinámica relacionada con lo interno tiende a predominar, por lo cual no enfatiza en el desarrollo de lo intelectual. Con escases de intereses provocado esto por una desadaptación de importancia. Con establecimiento de relaciones impersonales y controladas por la emergencia de ansiedad y angustia que genera la figura paterna. Es al parecer en la figura en la que establece mayor control y represión. Cauteloso en la concepción y relación con dichas figuras de autoridad o parentales. En tanto que a las figuras femeninas y maternas parece percibirlas como agresivas y dominantes, contra las cuales parece intentar rebelarse y oponerse pero con poco éxito. Así mismo con concebidas como vigilantes y controladoras. Al igual, con respecto a la sexualidad se presenta la angustia, la cual intenta controlar de manera importante. Siendo la relación con las figuras parentales y la sexualidad las fuentes importantes de conflictos, tensiones, angustia y desadaptación en el interno.

IMPRESIÓN DIAGNOSTICA: F42.8 Trastorno obsesivo compulsivo

F60.5 Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad

 

Caso A H A (Apéndice II) del 12/01/05 En el presente caso destacan la presencia de capacidad de integración de los detalles en un todo, percibiéndose al sujeto como incapaz de observar los detalles finos, cotidianos u obvios de su vida. Aunque es potencialmente de la observación de los mismos los integra de manera deficiente y con poco cuidado. Se le observa precipitación y bloqueos en sus respuestas, lo cual limita la capacidad de producción. Con probabilidades de que al enfrentarse a situaciones nuevas o poco conocidas experimenta ansiedad y bloqueos psicógenos en las capacidades intelectuales. Situación que hace suponer que el individuo tiende a mostrarse defensivo y evasivo en grado excesivo. Aparentando de manera convencional una escasa productividad o con decremento del desarrollo intelectual, el cual aparenta ser pobre o e baja calidad. Sin embargo de manera potencial y en desperdicio de dicho recurso intelectual se encuentras sus tendencias al pensamiento abstracto. Más bien el paciente limita la capacidad de producción a fin de evitar la manifestación de sus capacidades reales. Dicha capacidad se encuentra muy por arriba de la media poblacional. Sus ambiciones no se relacionan con el desarrollo intelectual y el aprovechamiento de tal capacidad. Se demuestra como una persona incapaz de enfrentarse a los hechos reales cuando es necesario, con lo cual se muestra más como una persona deficiente, pero con alta probabilidad de que ello lo haga de manera propositiva o defensiva. Con limitaciones en la capacidad de establecer relaciones interpersonales espontáneas, creativas y sensitivas, efectuando las mismas de una manera estereotipada, convencional y superficial ante los demás. De manera potencial se puede pensar en un sujeto inteligente, con capacidades para aceptarse a si mismo y establecer buenas relaciones con los demás, sin embargo ello no lo ejerce. Con limitaciones en la interacción afectiva, ante la cual se muestra sensible, hipercrítico, cauteloso, e incapaz de reconocerlas como presentes en el mismo. De esta manera se relaciona, aunque con poca calidad con tendencias intelectualoides y racionalizadoras. Negador de las necesidades afectivas. Con presencia de tendencias a la rigidez personal y con intentos por ejercer el control y la represión de los demás, los impulsos y las emociones. Con incapacidad de ver las cosas cotidianas de igual manera que los demás a pesar de posee el potencial intelectual. Con capacidad para posponer la satisfacción de sus necesidades inmediatas, a través del control de las mismas por sus pensamientos. Sujeto resistente a la influencia del medio ambiente en el cual se desenvuelve. Con tendencias a ejercer un control excesivo sobre de sí mismo, dando con frecuencias respuestas superficiales y convencionales. Sujeto con tendencias a ser introversivo y a intentar confiar en su mundo interno, aunque con fallas en ello, ya que se ve amenazado desde el interior por la presencia de ansiedad, emociones e impulsos. Sujeto que tiene a mostrarse alerta, suspicaz y desconfiado. Con tendencias a mostrarse racional y poco emotivo. Sujeto que ante las relaciones con las figuras femeninas o maternas se muestra evasivo y defensivo, probablemente por la exigencia de estas o las peticiones de intercambio afectivo, en lo cual el tiene serias dificultades. Aunque se ve impelido a necesitar de la expresión afectiva y la satisfacción de tipo emocional en la cual el probablemente no sea reciproco. Acepta que se le de afecto pero limita el que el debe dar a los demás. Con negación de las figuras paternas, ante las cuales experimenta ansiedad y temor. Tiende a la victimización y reclamar afecto, ante el cual se muestra pasivo y se muestra como una persona desvalida. Con tendencias a negar a las figuras femeninas, con lo cual predominancia de impulsos de tipo homosexual. Sus necesidades y peticiones de afecto son infantiles y regresivas, orientándose de manera lúdica. Demandante y exigente a pesar de que en no da una correspondencia similar a la que exige con respecto a las manifestaciones afectivas.

DIAGNOSTICO: F60.9 trastorno de personalidad pasivo agresivo

F60. 5 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

 

El relato completo de casos de violación, permite confirmar que al menos en estos sujetos investigados si hay alteraciones en la vida sexual, tanto adulta como infantil. Cuestión que permitirá cotejar las características de sus pruebas psicológicas y confirmar si en realidad en ellas aparecen los rasgos que son característicos de una alteración en dicha área. De ser así, deberán aparecer en el Test Guestaltico Visomotor de Lauretta Bender[57] los rasgos siguientes:

1.      Dificultad de cierre de ángulos en las figuras 7 y 8.

2.      Dificultad en la realización de las figuras 7 y 8 (borrones, remarcar las figuras, distorsiones leves de la forma de las figuras, remarcado de las partes agudas de las figuras).

3.      Colocación de las figuras 7 y 8 en el cuadrante inferior de la hoja o en el cuadrante izquierdo de la hoja (puede ser que exista una combinación de ambos cuadrantes).

4.      Colocación de las figuras 7 y 8 en el cuadrante superior de la hoja o en el cuadrante derecho de la hoja (puede ser que exista una combinación de ambos cuadrantes). En este caso deberán estar combinadas con dos rasgos más, que son:

  • Secuencia rígida o semirrígida colocándose al final de la misma dichas figuras.
  • Cambio de la secuencia, quedando ambas figuras en la parte superior o una en la parte inferior y la otra en la parte superior.

5.      Colocación de las figuras 7 y 8 en una segunda hoja o en la parte posterior de la hoja donde se realiza la prueba.

 

Y en el Test de la figura Humana de Karen Machover[58], los críterios a considerar son:

Remarcado, borraduras o dificultades para dibujar la zona genital del la figura humana.

Accesorios como son la corbata, el sombrero, la pipa en la figura masculina.

Dibujar cierre del pantalón de preferencia en la figura masculina, aunque puede ocurrir en la femenina.

Pelo enmarañado, en una o en ambas figuras.

Dificultad para dibujar los pies o los zapatos.

Remarcado, borraduras o dificultades para dibujar la nariz de la figura humana.

Agregar objetos largos o puntiagudos.


 

BIBLIOGRAFIA

 

1.      Abraham, Karl. 1994. Psicoanálisis clínico. 3ª ed. (Trad. Daniel Ricardo Wagner). Ed. Lumen-Hormé. Buenos Aires.

 

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4.      Freud, Sigmund. (1924). Obras completas: El problema económico del masoquismo. (Trad. José Luis Etchevery). Buenos Aires. Amorrortu. Vol. 19

 

5.      Freud, S. (1900). Obras completas: La interpretación de los sueños. (Trad. José Luis Etchevery). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 4.

 

6.      Freud, S. (1925). Obras completas: La negación. (Trad. José Luis Etchevery). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 19.

 

7.      Freud, S. (1901). Obras completas: Psicopatología de la vida cotidiana (Sobre el olvido, los deslices en el habla, el trastocar las cosas confundido, la superstición y el error). (Trad. José Luis Etchevery). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 6.

 

8.      Freud, S. (1926). Obras completas: ¿Pueden los legos ejercer el análisis?. (Trad. José Luis Etchevery). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 20.

 

9.      Freud, S. (1905). Obras completas: Tres ensayos de teoría sexual. (José Luis Etchevery, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 7.

 

10.   Freud, S. (1923). Obras completas: Una neurosis demoníaca del siglo XVII. (José Luis Etchevery, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 19.

 

11.  Fromm, E. (1979). El arte de amas: Una investigación sobre la naturaleza del amor. (Trad. Noemí Rosenblantt) Buenos Aires. Paidos. Biblioteca del hombre contemporáneo. Vol 10.

 

12.  http://www.aap.org.ar/publicaciones/forense/forense-10/tema-3.htm

 

13.  Hutt, M. L. (1975). La adaptación Hutt del test guestaltico visomotor de Bender. (Trad. Mercedes Reani) 2ª ed. Buenos Aires. Posada.

 

14.  Kolb, L. (1976). Psiquiatría clínica moderna. (Trad. Leopoldo Chagoya Beltrán) 5ª ed. México. La prensa medica mexicana

 

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16.  Mackinnon, R. y Michel, R. (1973). Psiquiatría clínica  aplicada. (Carlos Gerhard Ottenwaelder, trad.). México. Interamericana

 

17.  Neuman, E. (1989). Victimología: El rol de la vícitma en los delitos convencionales y no convencionales. México. Cárdenas editor y distribuidor.

 

18.  Klopfer, B. y Davidson, H. H. (1986). Manuel introductorio a la técnica de Rorschach. (Vera L. S. de Campo, trad.). buenos Aires. Paidos. Biblioteca de psicometría y psicodiagnóstico, serie mayor, vol. 24.

 

19.  Solomón, P. y Patch, V. (1972). Manual de psiquiatría. (Dr. Armando Soto R., trad.). México. Manual Moderno.

 

20.  Sullivan, S. N. (1959). La entrevista psiquiátrica. Buenos Aires. Psique.Zola, Emile. La taberna. Ed. Bruguera

 

 

Mtro. Ps. Alejandro Fabela Alquicira

jaliscoafa@yahoo.com.mx

bogsb86@gmail.com



[1] Freud, S. (1901). Obras completas: Psicopatología de la vida cotidiana (Sobre el olvido, los deslices en el habla, el trastocar las cosas confundido, la superstición y el error). (José Luis Etchevery, trad.). Buenos Aires. Amorrortú. vol. 6.

[2] Freud, S. (1926). Obras completas: ¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis? Diálosgos con un juez imparcial. (José Luis Etchevery, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 20.

[3] Relación de importancia y matizada de emotividad que involucra la calificación de tal delito, como uno de los actos más reprobables dentro de nuestra sociedad. Relación que involucra el tomar partido, casi siempre y en especial con la víctima. Cuestión que se agudiza sobretodo cuando las involucradas son de sexo femenino. Al respecto hay que considerar, que tal vez se muevan aspectos personales que implican la solidaridad de sexo; o bien que movilicen los componentes maternales, en caso de violación de menores de edad; o bien que reediten la experiencia de la que una mujer pudo ser objeto desde la violación o desde el abuso sexual. En el primer caso podríamos suponer que estarían los sentimientos retaliativos o de venganza de las mujeres afectadas. No decimos de los violados, por que tales pensamientos sobre los niños no los hemos investigado o los hemos supuesto y asignados como adultos protectores de los mismos. Esto sería una línea de investigación interesante a seguir. Por lo que respecta a la venganza, parece que ello se podría relacionar manifiestamente con la propuesta de algunas mujeres y solidariamente de algunos hombres, de que el violador sea castrado o que le sea cercenado su miembro. Ambos aspectos los diferenciamos, restringiendo el término castración a la extirpación de los testículos, que suele ser una propuesta, sobretodo si el acto de la violación da la posibilidad de la procreación de un hijo del victimario. Al respecto nos preguntamos ¿si acaso quienes hacen tal propuesta se refieren a negar al violador la posibilidad de engendrar descendencia aunque no de ejercer su sexualidad al permanecer el pene? En relación a la extirpación del miembro viril, nos llama la atención cuando algunos partidarios de tal opción, por lo común mujeres, afirman tal opción de manera categoría, pero no sin emitir una sonrisa al respecto. ¿Acaso no deberíamos de esperar una expresión de enojo, dureza u otra similar, que reconfirmara su planteamiento? Pero, ¿una sonrisa o “risilla”, no sabría de momento definirla si pícara, de complicidad, de placer... esta presente? Algo más que habría que profundizar.

[4] Al respecto es importante aclarar algo que podría prestarse a interpretaciones incorrectas. No se hace en el presente trabajo una defensa de los violadores, sino la consideración de los mismos como seres humanos que son susceptibles de tratamiento y de investigación científica. En la impartición de la clase de “Atención a víctimas” a nivel licenciatura de la carrera de psicología, la pregunta obligada en cada semestre era: ¿por qué dar tratamiento a los victimarios de un delito? Al parecer era claro y no había discusión si se pensaba en los daños que presenta la persona que fue objeto de un delito, independientemente de cual haya sido este. Pero ¿con el victimario? Solo después de la explicitación de los conflictos a que se enfrenta en el proceso y la reclusión del delincuente, si bien no en todos, se concluía que son seres humanos que finalizan  por tener un “sufrimiento” y que con frecuencia son víctimas de las circunstancias de su vida y de su dinámica de la personalidad. Por último, son personas que tarde o temprano se reintegraran a su núcleo social y con ello al riesgo de una reiteracia conductual que requiere de ser prevenida.

[5] Debemos tener la certeza de que ellos han cometido dicho acto, pues de lo contrario no lo podríamos asegurar. Es por ello que es importante la confirmación en el caso del sujeto violador de que haya cometido tal acto.

[6] Sexualidad inhibida que podría conceptualizarse como una alteración de la sexualidad del neurótico que menciona Henri Ey (1978), en el carácter del neurótico. Concepción de importancia, ya que hay que considerar que tal vez en el abordaje de la temática de la violación, hay que referirla a una de tipo neurótica, psicótica y “perversa” o sociopática.

[7] García Márquez, en su libro “El amor en los tiempos del cólera”, relato la primer experiencia sexual de Florentino Araiza. Este había prometido fidelidad y abstinencia sexual a su amada, Ferminadaza. Incluso, por mucho tiempo el se había abstenido de conocer a mujer alguna sexualmente. Pero un día, cuando paseaba en un barco, alguien, en uno de los camarotes del mismo, lo jalonea y lo introduce en este. La oscuridad le impide ver a la persona que lo toca y lo estimula, provocándole una erección. Era una mujer, a la cual no podía distinguir, pero que hace la penetre con su pene erecto. El no supo que hacer, pero una vez que se concluyó la relación sexual, fue arrojado del camarote. Para entonces, el había perdido su virginidad, tan celosamente guardada para su amada. Había sido violado. Al día siguiente, al llegar al puerto el estuvo observando el camarote en el que su experiencia sexual. Pero, no pudo saber, con quién odió tal experiencia, De dicho camarote salieron tres mujeres ricamente ataviadas. Y por más que las vigilo, jamás pudo saber, cual de ellas fue el objeto de su primera experiencia sexual.

[8] Al concluir su sentencia dicho interno, se decía que habían concretado su relación homosexual de manera manifiesta, según su trabajadora social en preliberación.

[9] Sentimientos que podríamos decir que el interno reprimía, pero que estaban presente y que tal vez se relacionarían con acontecimientos posteriores, que sin embargo no están confirmados. Al interno se le relaciona con trafico y uso de drogas, fabricación, “renta” y venta de “puntas” (armas punzo cortantes) y un probable homicidio de otro interno. No podemos afirmar esto, ya que ello solo se deriva de comentarios de otros interno; aunque los mismos se consideraran fuentes de información confiables.

[10] Como hipótesis explicativa, el interno parecía sostener relaciones sexuales no por el placer de la misma; sino para ver que había entre las piernas de la mujer en cuestión. A pesar de esto, el no quedaba convencido, ya que surgía de nuevo la duda y se requería de otra mujer para ver si era igual. La diferencia entre ambas mujeres era solo la edad, una ,más joven que la otra. Por último, se llega a la víctima, porque seguía dudando de si el aparato sexual era igual entre las mujeres adultas y una menor de edad. Al menos en estos tres casos, una vez que las mujeres abrían las piernas y el podía ver su genital externo, parecía perder su interés por ellas y la continuación de la relación sexual era un mero compromiso. Hipótesis formulada de acuerdo a su expresión al relatar dichas relaciones sexuales y sus comentarios.

[11] Edad que en la República Mexicana es considerada como la mayoría de edad para una persona.

[12] Más adelante, en el caso de Jorge E.J., se da un nuevo ejemplo de este temor en el interno acusado de violación y las actitudes que ello genera.

[13] En alguna sesión, refiere que cuando estaba en el penal de ingreso (Barrientos) y era requerido por vigilancia, los custodios se paraban en la entrada del dormitorio y desde ese lugar gritaban el nombre del interno y señalaban de igual manera que tenía el delito de violación. Independientemente, de que suele ser frecuente el interés de los otros internos por saber que delito tiene el recién llegado. De esta manera ellos pagan para que alguien, con acceso a la información les proporcione el delito que el nuevo ingreso tiene. Información que puede emplearse para extorsionar a la persona recién ingresada o para intimidarla.

[14] Ahora bien, tal procedimiento de defensa incluso legalmente se mantiene, no es exclusivo de los violadores. Ello esta presente en los demás delitos.

[15] Aparentemente por la descripción del interno, dicha mujer fue penetrada vaginal y analmente. El relata que cuando parece ser penetrada por el ano, se endereza, se estira y gime. Lo cual provoca un gran impacto en el entonces menor de edad. Acto seguido, sale corriendo de su escondite, se sienta junto a su madre en silencio, pero afirmando que dicha imagen observada no se le borraba de la mente. Años después la olvida consciente y selectivamente, pero inconscientemente ella estaba presente y vigente en su psique.

[16] Hipotéticamente y a partir de las asociaciones del interno, parecía que la investigación del aparato reproductor femenino se enlaza con las teorías sexuales infantiles (Freud, 1900) de ¿“como nacen los bebes”?, ¿“como se introdujeron los bebes en el vientre materno”? y ¿” como esta constituido el genital femenino”?. De esta manera pareciera que la determinación del delito se da por tratar de resolver dicho enigmas. Decimos hipotéticamente, porque es información que aún requiere de una corroboración sin lugar a dudas.

[17] Cita de tesis de maestría.

[18] En este caso se hace referencia a la violación cuando, el victimario es el psicótico. Pero no hay que olvidar cuando el paciente psicótico ingresado a reclusión, es objeto de violación. En el trabajo diario en el reclusorio, un servidor adopta como norma el incluir a dichos pacientes en el padrón de riesgo institucional, por casi invariablemente tales sujetos son objeto de múltiples violaciones.

[19] Freud, S. (1905). Obras completas: Tres ensayos de teoría sexual. (José Luis Etchevery, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 7.

[20] Con respecto al acusador, por que a través de él no se procedió a la consignación, probablemente por que ya se había generado mayores problemas al denunciar el acto de que fue objeto. Después de ello podría haber quedado en reclusión como un denunciante o “borrega” como se les denomina en el argot penitenciario. Sujeto de desconfianza y de riesgo de ser aniquilado por ello.

[21] Ey, E., Bernard, P. y Brisset, Ch. (1978). Tratado de psiquiatría 8ª ed. Barcelona. Toray Massson

[22] Octubre del 2004.

[23] Los criterios para riesgos (institucional o social) y de reiterancia conductual, se encuentran definidos por los Centros de Prevención y Readaptación Social del Estado de México, en la normatividad para la evaluación y diagnóstico y el tratamiento del la población cautiva por estos.

[24] “Ribete”, termino en la jerga de los internos para referirse a pelear entre ellos.

[25] En este caso el tratamiento se dio con una técnica de tipo analítica como la resumida descriptivamente por Sigmund Frued en su texto de “¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis?”.

[26] O de la consideración de que al haber sido el delito cometido en agravio de un menor de edad era de su mismo sexo y  por la violación era de tipo homosexual; pudiéndosele asignar a el la existencia de tales características en su persona. Dicha situación fue aceptad por el interno sin protestas y con la conciencia de ello. Al parecer no era algo que lo pudiera inquietar.

[27] Los mismos los perdió durante su detención, proceso y reclusión.

[28] Solomón, P. (1972), Mackinnon (1973), Kolb, L. (1976), Ey, H. (1978),  Sullivan, ,H. (19), Diaz Portillo, I. (2000)

[29] Regla de tratamiento del psicoanálisis que consiste en que la persona externe sin seleccionar todo pensamiento que llega a su mente (Freud, S. 1920)

[30] Aunque en la presencia de dicha actitud en las sesiones grupales, no hay que olvidar el señalamiento de Sigmund Freud (1925), acerca de las dificultades para que se acate la regla de la asociación libre por el paciente durante el análisis. Ello casi siempre se refiere al hecho de que el analizado se esta preocupando y preguntando por la persona de su analista, el quisiera saber más de este, aunque no externa dichas interrogantes. Y en su trasfondo latente, parece haber un segundo contendido de tipo homosexual.

[31] Al referirse a la tipología de las víctimas, en su índice temático, Elías Neuman (1989) dice:

TIPOLOGIA DE LAS VICTIMAS

1)       Clasificación de las víctimas de Mendelshon

a)       La víctima enteramente inocente o víctima ideal

b)       La víctima de culpabilidad menor o por ignorancia

c)       La víctima es tan culpable como el infractor (víctima voluntaria)

d)       La víctima más culpable que el infractor

i)         La víctima provocadora

ii)       La víctima por imprudencia

e)       La víctima más culpable o únicamente culpable

i)         La víctima infractor

ii)       La víctima-simulante

iii)      La víctima imaginaria

[32] Ey, E. (1978).

[33] Sigmund Freud (1923[1922]) Una neurosis demoníaca del siglo XVII. Vol 19

[34] Sigmund Freud (1900) La interpretación de los sueños.

[35] Sigmund Freud (1905)

[36] Sigmund Freud (190 )

[37]Bender, L. (19  ) Test Guestaltico Visomotor. Ed. Paidos.

[38] EJE I.- F42.8 Trastorno obsesivo-compulsivo.

EJE II.- F60.5 Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad

Dentro de las características sobresalientes del interno encontramos sus tendencias a la racionalización e intelectualización, así como la presencia de rasgos de carácter anal, caracterizados por la obstinación y la preocupación por el dinero. Con manejo insistente de el pensamiento, prolijo en su relato, lo cual implica la preocupación por los detalles. Cuidadoso y meticuloso, con sus ideas y con su cuerpo, lo cual lo ha llevado a la ejercitación de su cuerpo para estar preparado para las competencias de fondo o el maratón específicamente; habiendo participado en los mismos en más de una ocasión. Metódico y rígido, aunque expresivo en sus afectos, los cuales externa con cierta facilidad.

[39] “rollero”, término utilizado en el argot popular para referirse a una persona que habla mucho, que se esfuerza por convencer con argumentos a los demás.

[40] <<de aguilita>>, término con el cual se denomina la posición en semi-cuclillas de los seres humanos para realizar sus necesidades fisiológicas (orinar o defecar), ante la carencia de un excusado o por encontrarse al aire libre. En dicha posición las piernas permanecen separadas.

[41] PERISTALTISMO: m. tipo de motilidad, observada especialmente en el intestino, gracias al cual progresa el contenido intestinal. El significado del término es de importancia tenerlo presente por su relación con los excrementos y su alusión con la eyaculación. Con ello parece unirse la sexualidad de tipo anal. En este punto hay que tener presente que el interno al ser violado en la adolescencia, ocurrió por vía anal. Además de que el concepto se inserta en la temática de la excitación y la eyaculación.

[42] La elaboración de estudios de personalidad en relación a situaciones legales es de importancia, por que ello evita que se mantenga la confidencialidad el tratamiento. Sobre todo por que legalmente el interno tiene derecho a ver su estudio de personalidad. Esto da pauta a la molestia de los interno, el enojo o la discusión con respecto a los se consigno en el estudio. En casos de mayor gravedad, no es infrecuente que el interno amenace al psicólogo que realiza el estudio por consignar determinada información que ellos suponen les perjudica o que según ellos su abogado así se los hizo saber. Esto crea limitaciones de importancia por el manejo tranferencial que se tiene con los internos, que están sujetos a situaciones legales. Si bien esto no ocurre en todos los casos si se debe reconsiderar para tenerlo presente en el manejo del mismo interno. Es algo que el inconsciente retoma y utiliza para manifestarse. Por ello es el psicólogo o terapeuta o analista el que lo debe tener presente. Sobre todo si es inevitable que l interno tenga acceso a su expediente. Es algo que se le debe explicitar y señalar como parte del encuadre terapéutico inicial.  Esto es fundamental, por que con ello se tiene el riesgo por el mismo psicólogo, quien faltando a su ética profesional, hace diagnósticos, clínicos o criminológicos (de riesgo y peligrosidad), como lo decían algunos psicólogos: sic. “Por no tener problemas con los abogados o los mismos interno”, “o “para que una autoridad superior los moleste o les cuestione sus diagnósticos”. El psicólogo clínico no hace diagnósticos a petición de segundos o terceros; sino por que es un especialista, que se ha formado para ello. Además de que debe mantener su ética como profesionista. Desde el punto de vista terapéutico, en especial desde el psicoanálisis, pero valido para toda técnica de tratamiento psico-clínico, es de importancia, por que al ser deshonesto, el tratamiento posterior puede considerarse un fracaso antes de que este se inicie. No hay tratamiento en contratransferencia, sin diagnóstico o con deshonestidad.

[43] Bebida fermentada que se utiliza para provocar estado de embriaguez. Producto de la fermentación de diversas sustancias.

[44] Como técnica particular de trabajo, se les da a los internos un pase para presentarse y recordarles la próxima sesión. Con ello se pretende que los internos tomen responsabilidad mínima de su atención terapéutica. Que sean ellos los que se preocupen por guardar sus pases, ya que de lo contrario tendrán dificultades con el área de vigilancia para acudir a las sesiones de psicología. En caso de extravió, que la recuperación de los pases o el lograr asistir a la sesión implique un costo o un trabajo para cumplir. En caso contrario, de no esforzarse, que ello sea de su responsabilidad; e incluso con la consecuencia de que por ello se den faltas o conflictos con vigilancia que le s impidan a futuro una preliberación.

[45] “El pueblo”, denominación dentro de la jerga de los internos en un reclusorio, para referirse al total de la población y la vida en los dormitorios

[46] “Las orejas” término de la jerga de los internos, para referirse a los que escuchan e informad de lo que esta prohibido en el reclusorio y que es ejecutado por los internos. A través de ello se trasgrede la normatividad y disciplina del reclusorio.

[47] “Las borregas”, palabra en el argot carcelario, para denominar a los internos que se comunican con las áreas técnica o con vigilancia para alertar a estos de los conflictos entre los internos.

[48] “Niño de la calle”, denominación utilizada para designar a los menores de edad que por diferentes motivos abandonan el hogar familiar, viviendo en compañía de otros en las calles. Entre ellos se hace cooperación para rentar alguna casa en donde vivir aunque no se tenga mobiliario. Sin embargo es más frecuente que se alojen en casas abandonadas, terrenos baldíos, en las calles o alcantarillado. Con frencuencia sus cobijo se da con el uso de cartones o periódicos.

[49] Claves que corresponden al DSM-IVR

[50] “Separos”, denominación usada para designar el lugar donde son llevados inicialmente los detenidos por la policía

[51] “Judiciales”, referencia al personal de una corporación policíaca de seguridad pública de la república mexicana

[52] “Monstruo”, denominación para los internos recién llegados a una celda y que deben ejecutar el trabajo pesado en las mismas.

[53] “piojito” referencia a una caricia en la cabeza que consiste en rascar el cuero cabelludo de una persona determinada, como si le rascaran por tener un piojo en la cabeza.

[54] Exclusa, puntos de control dentro de las instalaciones del reclusorio que permiten el control de la afluencia libre de los internos. En ellos se da la revisión de los internos antes de asistir a determinadas áreas del reclusorio. En el lugar de trabajo existen dos que separan los dormitorios de las áreas técnicas de psicología, trabajo social, medicina y criminología.

[55] “Chingaron”, expresión del argot popular para referirse a que fue golpeado.

[56] La administración, calificación e interpretación de los test de Rorschach referidos se basan en la técnica de Herman Rorschach.

[57] Dichos críterios corresponden a la interpretación proyectiva del test, de acuerdo a Bender (1975) y Hutt (1975)

[58] Portuando, (). Test de la figura humana de Karen Machover. Páidos.