viernes, 26 de marzo de 2021

MOISES, DE MIGUEL ANGEL

Siempre pendiente de lo que publico, desconozco el motivo de porque no realice la publicación del mes de Marzo, por eso este 26/03/21, hago la publicación correspondiente a este mes de Marzo de 2021. cumpliendo con ello, ates de terminar el mes, con mi publicación personal. Es un dibujo más en mi practica del arte del dibujo. Espero les se de su agrado. Un dibujo complicado por los detalles, pero que añoraba poder realizar desde hace tiempo.

MOISES, DE MIGUEL ANGEL
TECNICA: Lápiz de grafito con lápiz carboncillo blanco en papel fabriano
29cm. X 41.7cm.
FECHA: Febrero 14, 2021
AUTOR. Mtro. Ps. Alejandro Fabela Alquicira



¿PASAJE AL ACTO SIN EXPLICACIÓN?

 Siempre pendiente de lo que escribo, desconozco el motivo de porque no realice la publicación del mes de Marzo, por eso este 26/03/21, hago la publicación correspondiente a este mes de Marzo de 2021. cumpliendo con ello, ates de terminar el mes, con mi publicación personal. Es continuación de la actividad desarrollada en relación al pasaje al acto. Espero les se de su agrado y de utilidad.

Coacalco de Berriozabal a 14 de Septiembre de 2020

 

¿PASAJE AL ACTO SIN EXPLICACIÓN?

 

MTRO. PS. ALEJANDRO FABELA ALQUICIRA

C.P.R.S. Ecatepec

jaliscoafa@yahoo. com.mx

blogsb86@gmail.com

 

FACE BOOK del 12/09/20 Alejandro Fabela Alquicira.

Nuevamente a partir de la sesión de la lectura de "El pasaje al acto", surge de nuevo una interrogante. Se indicaba que hay actos sin explicación, por ejemplo, de la lectura de Jean Allouch, se documenta un nuevo homicidio de una mujer, la cual descuartiza a su marido y se guarda la cabeza. El resto del cuerpo es localizado en diferentes lugares o en coladeras de drenaje, pero no la cabeza. Se supone que la conservo para ella misma. El matar, el modo de matar a su marido y el ocultamiento de la cabeza son un acto sin explicación. En ese momento preguntaba pero ¿para quien? ¿Acaso para la asesina y el observador, analista? Inicialmente retomo un caso, que se cree es diferente y ajeno a la lectura. Defendiendo desde mi postura que no y que hay relación con lo que se lee. Es caso es el siguiente: un paciente farmacodependientes subía cada noche a su cuarto, en la azotea de su casa. Prendía su aparato de sonido, subiendo todo el volumen que se podía. ¿Un pasaje al acto sin explicación? Si porque nadie tenía la explicación. Los vecinos hartos de esa conducta, solo podían decir que era un inconsciente con los vecinos que querían dormir o que trabajaban al día siguiente. Noche tras noche ello se repetía. En un segundo momento, también se señalaba como explicación de esto, el ser farmacodependiente. Sus amigos, jugaban fut bol en la madrugada escandalizando en la calle donde vivían. Otros se quejaban, porque durante el día, al transitar los vecinos por la calle, recibían desde la azotea, globos con orines. Los vecinos deseaban que se fueran de la colonia, pero nadie hacia nada. Llegando a tratamiento, se abre el análisis y un buen día, a partir de su asociación libre, surge el motivo de porque prendía de tal manea su aparato de sonido. El presentaba alucinaciones auditivas y en un intento por acallar dichas voces, le subía el volumen a su aparato de sonido. Creaba un estímulo competitivo para no escuchar las voces, lo cual por cierto no lograba. Es decir, que el paciente si tenía la explicación, pero no lo había comunicado. Lo mismo debía estar presente en el caso de la mujer homicida de Jean Alluch. Nadie puede saber los motivos del homicidio por que ella no ha hablado, o asociado libremente, sobre el mismo. Restando toda posibilidad de que el interlocutor “sepa los motivos de su supuesto acto sin explicación”. Ella podría saberlos pero no los ha comunicado. Incluso su caso queda en manos de la justicia, los jueces, abogados y policías. Pero a ellos no les interesan los motivos “psíquicos” de crimen ejecutado. Desde su perspectiva, lo que les interesa es si hay elementos de juicio o de hechos que permitan deslindar la imputabilidad o punibilidad del homicidio. No pretenden esclarecer los motivos de la ejecución del delito. Esto último de interés para el analista o el psicólogo. Desde eta perspectiva profesional, lo interesante no es el homicidio, sino el motivo de porque guarda para ella la cabeza. O si no me equivoco, ¿porque si aparecen las orejas del marido descuartizado? Información que requeriría de confirmación. Esto motiva una nueva pregunta: ¿Las explicaciones para un hecho inexplicable, sin asociación libre son meras especulaciones[1]? Término que proviene de especular, cuya definición se da a continuación:

 

Especular: v intr (Se conjuga como amar). Considerar alguna cosa entrelazando suposiciones; llegar a alguna conclusión o formarse opiniones acerca de algo mediante abstracciones sucesivas que no se fundamentan en la experiencia, o que no la toman en cuenta: <<Especula sobre el futuro de la humanidad>>, <<Especulan sobre las causas del asesinato>>, <<Esos filósofos especulan sobre el origen del universo>>
2 Realizar operaciones de compra o venta de bienes, o valores, con el fin de obtener una ganancia gracias a los cambios o fluctuaciones que se prevén en el precio de estos bienes y títulos: especular con alimentosespecular con acero, <<En esos años se especuló con el dólar>> 3 Sacar una ganancia desmedida de alguna cosa o situación, aprovechando posibilidades o debilidades; emplear algo para obtener ventajas, beneficios ilícitos o moralmente reprobables: <<Son capaces de especular hasta con el hambre>>, especular con un cargo público.

 

En todo caso, ¿cómo se dan las especulaciones en psicología y psicoanálisis? ¿Existen en ellas las especulaciones? Desde la misma definición de diccionario, de especular, la respuesta puede ser afirmativa, en el sentido de la primera definición que dice: “Considerar alguna cosa entrelazando suposiciones; llegar a alguna conclusión o formarse opiniones acerca de algo mediante abstracciones sucesivas que no se fundamentan en la experiencia, o que no la toman en cuenta”. Pero en el análisis y la psicología no es de manera literal, pues en ello se cuenta con elementos verbalizados por el sujeto en análisis. Por eso preguntaba ¿Si las orejas también fueron recuperadas? Sobre todo durante la formación profesional se da esa clase de suposiciones, pero de manera abusiva. Los conocimientos previos de diversa materias o de casos analizados por otros profesionales son usados para la explicación del presente caso. Pero se carece del aval experiencial, que en el análisis lo da la asociación libre. No siempre es necesario contar con toda la historicidad del sujeto, sino con elementos esenciales para explicar el caso. Los mínimos indispensables. Por ejemplo, en un caso, motivo de una clase de pruebas proyectivas, se trabajaba la interpretación del MMPI. La alumna que presentaba el caso afirmaba que no había nada que decir de su prueba, pues todo era normal. Se le cuestiona esto, pidiéndole que como profesor hará la interpretación, pues es un dispersigrama muy interesante. El diagnostico no era problema pues correspondía a una neurosis obsesiva compulsiva. Señalándose que lo más importante es la edad del sujeto evaluado, que era de veinte años. La graficación de los puntajes, a pesar de ser “normales” referían la presencia de incapacitación psicógena, de acuerdo a sus características personales. Esto hacia que fuera de mayor importancia el pronóstico del caso. Una persona tan joven con serios síntomas obsesivos presentaban una predicción de trastornos severos al paso del tiempo y en poco tiempo. Porque es de interés este caso, porque si se contaba con hechos o elementos que daban cuenta del acontecer del sujeto. Se contaba con características o elementos de la historia de la sujeto, mínimos, pero importantes para la interpretación del caso. No había especulación simplemente, sino inferencias sustentadas que daban cuenta del acontecer psíquico de la paciente. Por ello en caso del homicidio relatado por Jean Alloch es de importancia el que la mujer conservara la cabeza y que tal vez si se recuperaran las orejas.

Volviendo a la especulación, creo es vital continuar con la definición del término especular, que en su tercera acepción señala: “Sacar una ganancia desmedida de alguna cosa o situación”, especificando el concepto de “desmedida”, lo cual implica la exageración y tal vez por ello la insistencia en lograr obtener una conclusión que no la hay, pero se cree que existe. Perdiéndose con esto el papel de analista y llegando al de “sujeto de supuesto saber”. Abandonando la consigna de Sigmund Freud (1900)[2], de que hasta en los elementos simbólicos, como el sol, deben ser sometidos a la regla de la asociación libre, decidiéndose solo al final de dicho proceso, si el significado de “sol” es el mismo que nos dan los símbolos o hay otro diferente. Algo que se da con mayor sutileza, racionalización e intelectualización en Itsvàn Hollos, en su texto “Psicopatología de los Problemas Telepáticos Cotidianos”[3] realizado a principios del siglo XX, donde en conclusión afirma que si podría haber comunicación telepática entre analizado y analizante, según sus múltiples observaciones, realizadas en el análisis de sus pacientes. Sutiles, afirmamos, afirmamos por la relación que hace de sus pensamientos con los emitidos por sus pacientes con modificaciones por supuesto.

Por último, el diccionario menciona “Especular: v intr (Se conjuga como amar)”, preguntado ¿si no existe gramaticalmente otro verbo con el cual comparar la conjugación o tiene importancia el haber elegido el verbo amar? Acaso de esta manera se puede introducir la segunda acepción del verbo especular. Que a la letra dice: “Realizar operaciones de compra o venta de bienes, o valores, con el fin de obtener una ganancia gracias a los cambios o fluctuaciones que se prevén en el precio de estos bienes y títulos”. Siendo el amar, efectivamente una “operación” (psíquica) matizada de suposiciones o especulaciones en la relación con la pareja que se ama, considerada por muchos como un intercambio, “compra o venta de bienes o valores” que permite la “obtención de una ganancia”, placer goce, deseo o ¿plus del goce?. Ganancia y operación sujeto a múltiples fluctuaciones entre lo que se cree, lo que se tiene y lo que se espera.

Regresando a la temática del “pase al acto”, lectura en voz alta, no se si la especulación da una ganancia al sujeto analizado, pero si creo que en el analizante, es la búsqueda de esa ganancia para él. Divorciándose de esta manera la relación analítica. Impidiéndose el salto épico, como se decía acerca de otra mujer psicótica, cuando es el psiquiatra quien se da la posibilidad de escuchar a la paciente sin interpretar, suponer o especular en los motivos de porque hacia lo que hacía. ¿Por qué presentaba determinada psicopatología?

Otros casos sin aparente explicación, lo fueron cuando se retomaron de inicio. ¿Actos sin explicación? Retomaba en la sesión el caso del Canibal de Tecamac. Leyendo los comunicados periodísticos y policiacos iniciales, era indudable que había matado a sus dos hijas y su esposa. Habiéndose encontrado los cuerpos calcinados en el departamento del asesino. Lo que extraña es porque en las referencias al caso no se dan elementos que hagan probable que el acto de canibalismo si se llevo acabo. Más parecía que se había hecho una asociación, si fueron quemados los cuerpos, es porque probablemente lo que se pretendía era cocinarlos. Automáticamente es caníbal. Pero nadie habla de que haya restos humanos mordidos, semidevorados o recipientes con partes humanas como en otros casos, etc. Los homicidios son indudables, pero el canibalismo no. Espectacular el delito, por supuesto. Un segundo caso se relaciona con un farmacodependiente, recluido por segunda ocasión por delito de robo. Llamaba la atención su uso de cubrebocas, situación explicable, por una epidemia de gripe. Esa era la recomendación para los internos y para prevenir los contagios. Sin embargo en las entrevistas se concluye que esa actitud trasciende el periodo de pandemia. Partiéndose con esto la explicación lógica planteada. Ante esto se investiga el inicio de tal conducta y el tiempo en que se ha presentado. Enfatizando en el apego a la regla de la asociación libre. Tiempo después surge el significado. Él presentaba alucinaciones auditivas y “platicaba” con las mismas. Lo único que se veía de esto es su mover los labios como musitando. Por ello decidió usar el cubrebocas, para ocultar dichas conductas. Después de casi diez y ocho meses de análisis emergen los motivos de su farmacodependencia, delincuencia y alucinaciones. El caso era complejo, con múltiples motivaciones. Un tercer caso, corresponde a una joven mujer. La primera pregunta con respecto a ella, era su conducta sexual promiscua con varias parejas masculinas. Dado que no era caso en análisis, no hubo intervención ni mayores cuestionamientos. Una conducta de la que se dijo, primero, que no había tiempo para un análisis, por diversas ocupaciones del posible analista. Después se dijo un motivo para no seguir con el análisis solicitado por una segunda interlocutor. Argumentándose, que en plan social, como integrante de un grupo social, solo había que pensar que era una “loca”, en sentido sexual, por lo cual tenía varias parejas. Con un elemento más se decide hacer una interpretación, suposición o especulación. Se supo por una conocida en común, la sujeto y el analista, que se había enfrentado a situación difícil en su vida. Había descubierto, que su novio y amante era también novio y amante de un homosexual familiar de ella. Con esto se afirmaba, que el motivo de la promiscuidad sexual, era reparar el narcisismo resquebrajado y que ellos se completaría cuando se embarazara. Como no había análisis de por medio, debieron pasar quince años, para confirmar el resquebrajamiento del narcisismo. No sabía como enfrentar lo que le había ocurrió, pero trato de conquistar otros hombres para confirmar que era bonita y atractiva. Siempre surgía de nuevo la duda y se repetía la experiencia conflictiva en su nueva relación de pareja. Por eso necesitaba nueva parejas. Diez años más tarde, efectivamente se embaraza, dejando las múltiples parejas, transformándose en ama de casa, dedicada a su hogar, pareja e hija. También pudo ser mujer “engañada” por su pareja. Pero no se volvieron a repetir las varias parejas con las que se relacionaba. ¿Después de veinticinco años, el narcisismo había sido reparado?

Cuestionable es el último caso. Se podía afirmar que no había motivo explicativo de un homicidio. El homicida no podía recordar si había matado o no al occiso. Tras múltiples sesiones, se concluye, por el analista de que es imposible tener la certeza de que el victimo al finado. El delito se verifica durante un período epileptógeno. Por ello no podía recordar. El acto se ejecuta pero no hay fijación neuronal de los recuerdos o dichos recuerdos se borran durante la crisis epiléptica. Pero esto es diferente a que no hubiera motivo del hecho, solo no se registraron los recuerdos o se borraron los recuerdos, en las neuronas mnesicas. Diferente de otro caso, donde el sujeto negaba la comisión delictiva de homicidio. Solo decía que el día de los hechos estaba intoxicado con drogas y alcohol, pero estaba seguro de que no había matado a nadie. La versión jurídica del delito era la siguiente: El sujeto había estado consumiendo alcohol y drogas con el occiso y otras personas. Empiezan a pelear y el occiso lo golpea y le gana la pelea. Él se retira, va a una carnicería, negocio de su propiedad, saca un cuchillo, con el cual apuñala al occiso por la espalda. A pesar de esto el mantiene su negación del homicidio. Diez años, aproximadamente, de la primera atención, en una sesión grupal se refiere al perdón para los seres humanos que sufren. El analista afirma que tiene razón, ya que tanto en religión como en psicología es importante el perdón y el autoperdón. Señalándole que, él había dicho, que le pediría perdón a la familia por el daño que les había provocado. Trata de retractarse de su dicho, afirmándole, su analista que no es posible retractarse, aunque se sabe que lo que él debía haber dicho era: los perdono, a los familiares del occiso, por el daño que le hicieron encarcelando injustamente, pues era inocente del homicidio. Pero como no fue lo que dijo, se le pregunta cual es la verdad de sus actos. Después de dejarlo meditar en lo que había pasado en la sesión. Solo se reafirma, preguntándole ¿O acaso es que si ejecuto el delito? Pasaron tal vez seis meses, en los que intentaba hablar, pero no lo hacia. Deja de hablar de su inocencia, no falta a las sesiones grupales y se le observa atento y meditabundo. A través de la asociación libre, después de mucho tiempo, al fin habían surgido los motivos en el caso de este homicida y la mujer sexualmente promiscua.

En conclusión, de momento no he encontrado un caso en el cual efectivamente no haya una explicación de la conducta, que de inicio, parecía que no había motivación psicógena. Habrá que seguir pendiente de si hay dichos actos como pasaje al acto y sin explicación.

 

MTRO. PS. ALEJANDRO FABELA ALQUICIRA

C.P.R.S. Ecatepec

jaliscoafa@yahoo. com.mx

blogsb86@gmail.com


 



[1] Diccionario español de México. https://dem.colmex.mx/Ver/especular

[2] Freud, S. (1900). Obras completas: La interpretación de los sueños. (José Luis Etcheverry, trad.). Buenos Aires. Amorrortu. vol. 4 y 5.

 

[3] “Psicopatología de los Problemas Telepáticos Cotidianos”  itsvàn Hollos (Publicado en Le Coq-Herón, nº 103, 1987, Analystes ou Mediums, París, Francia) Traducción: Marcos Esnal Presentado por Pierre BENOIT